Buscar la reacción en la consulta del dentista
Berizzo ve «estimulante» jugar en el Camp Nou y vuelve a pedir a sus jugadores que sean «valientes».
BARCELONA-ATHLETIC
Josu Jon Imaz relevaba a Xabier Arzalluz al frente de la presidencia del PNV, José María Aznar y Felipe González se despedían de la política casi al alimón, Batasuna anunciaba que recurriría su ilegalización ante instancias europeas, la gripe aviar seguía sumando afectados en el mundo, el Rey español –hoy emérito– visitaba la Antártida para estampida de focas y osos polares... y el Athletic rascaba por última vez un puntito en el Camp Nou. Catorce derrotas ligueras consecutivas suman los leones desde aquel 17 de enero de 2004 en que con el actual técnico azulgrana, Ernesto Valverde, en el banquillo rojiblanco, el conjunto bilbaíno sacó un empate después de que Carlos Gurpegui, a cuatro minutos del final, nivelara el tanto marcado por Patrick Kluivert. Ayer, le preguntaban a Eduardo Berizzo por esa ocurrencia de Joaquín Caparrós cuando comparó la visita al feudo blaugrana con la cita del dentista, a lo que el técnico argentino replicó que, al contrario, para él, sobre todo como técnico, cada vez que acude al Camp Nou «es un privilegio, al menos para mí. Enfrentarme al mejor futbolista de la historia... Siempre es estimulante» medirse a los culés en su coliseo.
Las estadísticas no es que sean poco halagüeñas, es que son demoledoras. No obstante, medirse a un Barcelona sumido en serias dudas de juego y confiar en que esta tarde se vea un conjunto bilbaino más próximo al que se midió al Madrid o gustó en la primera parte del Villamarín, invita a cierto optimismo. Lo defendía François Guizot, político francés que se enfrentó al mismo Napoléon, «los pesimistas no son sino espectadores, son los optimistas los que transforman el mundo». Seguramente por esa obligación de no dar nada por perdido de antemano, Berizzo repitió ayer que «la gente que se arriesga termina consiguiendo cosas, aunque se equivoque en el camino. Esta es una oportunidad de demostrarnos de lo que somos capaces».
El entrenador rojiblanco se reconoció «contrariado» tras esa derrota por 0-3 ante el Villarreal, un bofetón que, analizado de manera más pormenorizada, tuvo como principal causa «que el otro día abrimos el partido demasiado», especialmente tras el primer gol levantino, cuando «deberíamos habernos quedado dentro del partido». En cualquier caso, asume el argentino que «las derrotas obligan a revisar más las cosas», pero también invitan a la necesidad de una «reacción». Y tras «un partido con sensaciones agrias, debemos reaccionar».
Que el Barça no les encierre
Enfrente estará un Barça sumido en un mar de dudas, donde desde fuera –e incluso desde dentro– a Ernesto Valverde se le cuestiona su 4-4-3 cuando es sabido que sus gustos van más por un 4-4-2. En fin, que esquemas al margen, el equipo está recibiendo una cifra impensable e intolerable, para ellos –siete en seis jornadas–, de goles, sumada al nivel lejos de su mejor forma que algunos futbolistas están exhibiendo. Txingurri, ayer, restó trascendencia a estos datos e incluso al debate sobre el sistema. Lo que sí auguró para esta tarde es un partido duro. «Mañana nos espera un partido intenso y muy físico. El Athletic es un equipo que te aprieta los noventa minutos y superar esa primera presión de ellos se antoja fundamental para nosotros».
Todo invita a pensar que este Athletic saldrá a eso, a apretar al rival, aunque Berizzo avisó de que «es un campo donde presionar ajustadamente, porque todo error te lo hacen pagar». Presionar y tratar de hacerlo «lejos de tu arco», aunque para el argentino la clave para su equipo radicará, y así lo repitió por dos veces, que los momentos «en que tengamos que defender no sean de manera prolongada». Es decir, no quiere que el Barcelona acorrale a los suyos en su campo y su área, sino que sean capaces de generar también «transiciones con peligrosidad». Como síntesis sostuvo que «estamos ante una prueba máxima, y debemos ser valientes y jugar a nuestro plan».
En ese plan no parece que vaya a incluir a Aduriz de inicio, que si bien Berizzo aclaró que «puede ingresar de inicio o ser una solución, de a poco irá aumentando minutaje». Una convocatoria a la que vuelven también Dani García y Susaeta, regresa Nolaskoain justo cuando es un secreto a voces que renovará la semana que viene, y se caen no solo Unai Núñez, sino también Iturraspe y Córdoba, quizá todos ellos señalados en el último partido. Así las cosas, Yeray volverá al once, Dani y Markel se supone también y veremos quién acompaña en la medular junto a Muniain. En punta debería repetir Iñaki Williams, confiando en que mantenga su idilio con el gol lejos de San Mamés. Como sostenía Arzalluz, que dijo agur coindiendo con aquel último punto bilbaino en el Camp Nou, «yo prefiero a un negro, negro que hable euskera que a un blanco que lo ignore». Y si ya mete goles...