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La tricolor da en Gasteiz un paso más hacia la oficialidad

Miles de personas se dieron cita ayer en Gasteiz para disfrutar de partido de Euskal Selekzioa contra Venezuela. El encuentro, que se saldó con la victoria local, tuvo dos ingredientes: la reivindicación de la oficialidad y la solidaridad internacionalista.


Los aficionados que se dieron cita en el centro de Gasteiz dejaron claro que el de ayer no era un partido más. No era un enfrentamiento amistoso enmarcado en un ambiente festivo. Era mucho más. «Este partido tiene que ser un paso más para conseguir la oficialidad», destacaron dos integrantes de Euskal Zaletuak en el acto convocado a las 19.00 en la plaza de la Virgen Blanca, donde volvieron a manifestar que Euskal Herria es una nación y debe contar con selecciones oficiales.

Para ello insistieron en que es necesario el apoyo de la sociedad vasca, así como de las federaciones y de las distintas instituciones. «Nos tendrán a su lado para avanzar por ese camino, pero no nos dejaremos engañar, no vamos a aceptar palabras bonitas pronunciadas por interés electoral. Queremos pasos y acciones de verdad, compromisos de verdad», subrayaron, y lanzaron un mensaje a quienes quieren que San Mamés acoja partidos de la Eurocopa 2020: «Mientras que no tengamos un equipo nacional propio no se deberían disputar en nuestro país partidos de selecciones».

Asimismo, los presentes recordaron a todas aquellas personas queno pudieron asistir al partido de ayer, a aquellos que se encuentran a cientos de kilómetros, presos y presas en prisiones españolas y francesas o en el exilio; y mostraron su solidaridad al pueblo venezolano. «Nosotros conocemos bien el sufrimiento y la injusticia que provoca el imperialismo español, sabemos lo que significa ser una nación oprimida, sabemos lo que es luchar contra el poder económico, el capitalismo y el fascismo. Por eso queremos decir alto y claro que el españolismo es fascismo».

Fiesta en Alde Zaharra

Al finalizar el acto arrancó una kalejira multitudinaria hacia el estadio de Mendizorrotza. La marcha, encabezada por los retratos de Aitor Zabaleta e Iñigo Cabacas e iluminada con el fuego de las bengalas, supuso una breve tregua para los bares y restaurantes de Alde Zaharra y del Ensanche, que trabajaron sin descanso para atender a una hinchada madrugadora, con algún gaupasero entre sus filas.

Ataviados con camisetas de la selección o de cualquier equipo vasco –más de uno echó mano de la segunda equipación del Alavés y del Athletic para camuflarse–, los hinchas de Euskal Selekzioa fueron tomando las calles de la capital alavesa, donde también se pudo ver a aficionados de la Vinotinto. Aunque muchos de los que se enfundaron la elástica de Venezuela habían nacido a este lado del Atlántico. No en vano, existe una fuerte conexión internacionalista entre ambas naciones, como demostró la concentración convocada al mediodía por Askapena.

Los asistentes a la cita, presidida por una gran bandera de la República Bolivariana de Venezuela, dejaron claro que el 12 de octubre no es un día festivo en Euskal Herria. «Para algunos es el día de la Hispanidad, un día que rememora el racismo, el imperialismo y el genocidio, para los vascos es una festividad foránea», destacó el movimiento internacionalista, que puso en valor la lucha de los pueblos de Abya Yala, término del pueblo Kuna con el que se conoce a América.

«Por eso, es necesario que este día sea un día de reivindicación y solidaridad en Mendizorrotza, en Gasteiz y en Euskal Herria. Un día de resistencia. Y aquellos que luchamos por la soberanía de Euskal Herria y de Venezuela somos compañeros de viaje en esa resistencia ante el imperialismo español, como también lo son los trabajadores y trabajadoras que quieren avanzar hacia una segunda independencia en Abya Yala», subrayó.

Después de la concentración, los presentes se dispersaron en busca de un lugar donde reponer energías. Hacerse con una mesa en un restaurante se convirtió en una misión imposible para muchos, que acabaron comiendo de pintxos por los bares de la Kutxi. O sentados en el césped de Farelina Taberna, en Alde Zaharra, donde colocaron su base de operaciones los integrantes de Euskal Zaletuak.

Entre cerveza y cerveza, hubo tiempo para una competición de sokatira con la que calentar motores de cara al partido, que estuvo precedido de la actuación de Gontzal Mendibil. Al igual que en la kalejira, se volvieron a ver bengalas en el fondo de Polideportivo cuando la tricolor saltó al terreno de juego. Pero eso no empañó el ambiente, marcado por los gritos en apoyo a la oficialidad de las selecciones vascas.

El público se fue animando según pasaban los minutos y se sucedían los goles de Ibai Gómez, Jon Bautista, Anaitz Arbilla y Aritz Elustondo. Al final 4-2 en el marcador. El resultado dejó un buen sabor de boca a la afición local, que acabó la fiesta donde comenzó. En los bares de Alde Zaharra, donde ayer, hasta los vendedores ambulantes, llevaban txapela y bufanda con los colores de la ikurriña.