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Ayerdi cree que la llegada de Ikea tiene «elementos positivos mayores que negativos»

El vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno de Nafarroa, Manu Ayerdi, ha considerado  que en la posible implantación de Ikea en el municipio de Galar «los elementos positivos eran mayores que los negativos».

Ikea estudia implantarse en Nafarroa, en concreto en Galar. (Jonathan NACKSTRAND/AFP)

Así lo ha indicado en una comisión parlamentaria, a petición de Podemos-Orain Bai, en la que ha recalcado que el actual Ejecutivo navarro no ha fijado el precio y las condiciones de venta de la parcela, si bien ha considerado que la decisión tomada por el anterior Gobierno tenía «elementos interesantes».

El vicepresidente ha destacado algunos elementos positivos sobre esta implantación, como que los navarros que ya compran en tiendas de Ikea en Barakaldo, Zaragoza o Baiona «lo hicieran en un futuro en Navarra».

Otra ventaja es que un volumen importante de personas que no son del herrialde viniera a realizar las compras de los muebles a este municipio.

Además, ha dicho, se minimiza el riesgo de que Ikea plantee una nueva ubicación «fuera de Navarra y más cercana a Pamplona» y «se regenera una zona que está degradada y que no presenta una solución fácil a corto plazo».

Ayerdi ha cifrado la facturación de Ikea «a pleno funcionamiento» en torno a los 48 millones de euros anuales, de los que entre 13 y 22 millones de euros, corresponden a clientes navarros que compran muebles en establecimientos distintos en Nafarroa.

Ha avanzado que, según las estimaciones, Ikea empleará un total de 275 personas y generará 75 empleos indirectos.

Tras precisar que la instalación de la tienda conllevará unos trabajos de urbanización en torno a siete millones de euros, ha indicado, sobre la recaudación, que se estima que la Hacienda navarra ingresaría 3,9 millones de euros.

Como elementos negativos, ha citado el impacto que tendría en el comercio minorista dedicado a actividades similares a las de Ikea.

Al respecto, ha avanzado que para reducir ese impacto, el Ejecutivo navarro mantiene «el compromiso» de no reconocer otro suelo comercial, salvo los 32.000 metros cuadrados comerciales, y que se ejecutará el 80 por ciento del plan de impulso al comercio minorista.

En el turno de portavoces, Carlos García, UPN, ha señalado que es «importante» conocer cuántos navarros compran en este establecimiento y que «es bueno que ese dinero, aunque no todo, pueda quedarse» en el herrialde y ha rechazado que se esté dando un trato a favor a esta empresa.

Guzmán Garmendia, PSN, ha comentado que su grupo «no se opone para nada» a este proyecto, si bien ha pedido que se instale «de una forma justa y equitativa» y «no se pongan trabas al pequeño comercio».

Ana Beltrán, del PPN, se ha mostrado «partidaria» de la libre competencia y del libre mercado, pero «con la protección del pequeño comercio» y, así, ha acusado a Podemos y a EH Bildu de tratar de «arruinar» al citado comercio con el plan de amabilización.

Desde Geroa Bai, Rafael Eraso ha apuntado que es un dinero que podría suponer «un impacto económico importante para Navarra» y se ha mostrado «solidario» con la preocupación del comercio minorista.

Laura Pérez, de Podemos-Orain Bai, ha indicado que «hay muchas dudas que se quedan en el aire» tras la explicación de Ayerdi, y que «posiblemente esos aspectos positivos destacados pueden tener su cara oculta».

El representante de EH Bildu, Maiorga Ramírez, ha señalado que se ha realizado una lectura «parcial» de las consecuencias que puede tener la implantación y que es necesario «garantizar un estudio objetivo para llegar a conclusiones pertinentes».

José Miguel Nuin, de Izquierda-Ezkerra, ha instado a evaluar «de una forma objetiva y rigurosa» esta implantación y ha solicitado que no se formalice el contrato de compraventa.