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Denuncian que el Obispado de Donostia se ha embarcado en un «negocio hotelero»

Un colectivo perteneciente a la diócesis de Donostia ha denunciado la «actuación autoritaria del Obispado» y la decisión de «embarcarse en el negocio hotelero» al transformar dos edificios de su propiedad en aparthoteles, con «una ausencia total de criterio evangélico».

Concentración ante el Buen Pastor para denunciar los proyectos inmobiliarios del Obispado de Donostia. (Maialen ANDRÉS/FOKU)

Integrantes del colectivo denominado ‘No a espaldas de la diócesis-Elizbarrutiarekin batera’ se han concentrado ante la catedral del Buen Pastor de Donostia, donde han hecho público un manifiesto en el que lamentan «el rumbo descaminado que está tomando la dirección del Obispado».

Han criticado el proyecto de transformar el edificio de la curia diocesana en 26 apartamentos con licencia de hotel y el propósito de hacer algo similar con el inmueble que actualmente sirve de residencia al obispo, José Ignacio Munilla, y a algunos sacerdotes jubilados.

Este colectivo alude también a un plan para derribar la parroquia de Todos los Santos, situada en el barrio de Intxaurrondo, y construir una residencia, «privada, no pública», para mayores.

«Todo esto está sucediendo en una diócesis donde todas las noches duermen a la intemperie casi 150 personas y a donde están llegando continuamente migrantes devueltos por Francia por la frontera de Irun», han censurado.

Los miembros del colectivo señalan que mientras otras diócesis «comienzan a promover ‘pisos sociales’ para los ‘sin techo’ escuchando las repetidas llamadas del papa Francisco a acoger a quienes vienen huyendo del hambre y de la guerra», la diócesis guipuzcoana «se embarca en el negocio hotelero aprovechando el boom turístico» de Donostia.

«Podemos pensar de manera diferente y promover estilos pastorales distintos, pero lo que no podemos es ir en contra del Evangelio de manera tan manifiesta. En nuestras comunidades los cristianos, mujeres y hombres, están hablando estos días de un escándalo de la Iglesia, difícil de entender», han subrayado.

Este colectivo ignora «si alguien se está preocupando realmente de esta pequeña diócesis en Roma o en la Conferencia Episcopal Española», pero ha decidido hacer pública su protesta porque considera que son «cada vez más» los que ven que «se está jugando ya el futuro de la fe cristiana en nuestro pueblo».

Aunque su objetivo principal es denunciar los proyectos inmobiliarios del Obispado, también hacen referencia a otras decisiones que consideran fruto de «la actuación autoritaria» de este, como dejar «sin eficacia» al Consejo Presbiterial Diocesano y al Consejo Pastoral Diocesano «como órganos indispensables para la reflexión y la consulta en temas decisivos para la diócesis».

Además de cuestionar la «reestructuración de los arciprestazgos», critican que se hayan «suprimido, sin explicación alguna, las Jornadas Pastorales anuales en las que participaban más de 300 agentes de pastoral».

Desaparecida la atención a los laicos

«Ha desaparecido cualquier tipo de atención a los laicos. Ha desaparecido el Instituto de Teología y Pastoral sin que sepamos nadie por qué. En nuestra diócesis ya no es posible orientar una verdadera acción pastoral inspirada en un modelo claro de Iglesia», añaden.

Y, mientras tanto, «se van introduciendo iniciativas extrañas, peregrinaciones, devociones piadosas».

«Y siguen llegando de cualquier parte presbíteros y religiosas sin ninguna relación previa ni conocimiento o sintonía con la realidad y la vida de nuestra diócesis. Así seguimos caminando año tras año, sin saber a dónde nos llevará todo esto», agrega los miembros de este colectivo.