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Sánchez y Torra encabezarán hoy una reunión entre gobiernos en Barcelona

Ni simple apretón de manos entre presidentes, ni cumbre bilateral entre gobiernos. Sánchez y Torra se verán hoy las caras en una reunión híbrida a la que acudirán algunos ministros y consellers. Una cita que aspira, en vano, a rebajar la tensión de cara al viernes.


Puede que todo no sea mucho más que un teatro, pues no parece que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Quim Torra, tengan grandes novedades a explicarse, pero la elección de la obra a representar no es cuestión menor. También la asignación de los papeles resulta delicada, pues con una retórica compartida a favor del diálogo, nadie quiere cargar con el antipático papel de quien rechaza un apretón de manos.

Así, a medio regañadientes, Sánchez y Torra se verán finalmente hoy en Barcelona, un día antes de que el Consejo de Ministros español previsto para mañana en la Llotja de Mar de la capital catalana desemboque en una todavía incierta jornada de movilización. La tensión será alta y a diferencia del encuentro de hoy, lo que veremos no será una representación teatral.

Las elecciones del 21 de diciembre de 2017 marcaron los límites de unos y otros en el contencioso entre Catalunya y España. Fueron unos comicios impuestos por el Estado, que previamente había disuelto el Parlament y encarcelado a los dirigentes que no optaron por el exilio. Fue una efectiva demostración de fuerza del Estado. Y al mismo tiempo, las urnas dieron una victoria electoral inapelable al independentismo. La demostración de fuerza fue también suya. El peculiar empate se mantiene un año después. El Estado es más fuerte, el independentismo tiene más votos; pero ni Madrid tiene toda la fuerza ni el soberanismo todos los votos.

Ante tan precario equilibrio, celebrar el aniversario del 21D con un Consejo de Ministros en Barcelona es una cuestionable idea a la que Sánchez considera que no puede renunciar ante el auge del triunvirato formado por PP, Ciudadanos y Vox. La reunión de hoy, que finalmente tendrá un carácter híbrido, pues participarán también algunos ministros y consellers –Moncloa quería una simple reunión entre presidentes, mientras que la Generalitat apostaba por una cumbre bilateral entre ambos gobiernos–, no es mucho más que un intento de suavizar el impacto de un Consejo de Ministros que el independentismo considera una provocación y que no deja de ser, al mismo tiempo, una muestra del fracaso –siempre relativo– del Estado en Catalunya: 600 policías y guardias civiles partieron ayer hacia Barcelona para participar en el dispositivo de seguridad que acompañará al Gobierno español en Catalunya.