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Un 7% de los hogares vascos padece los efectos de la pobreza energética

Un 7,9% de los hogares de la CAV no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada, cota que baja al 4,8% en Nafarroa según datos del INE estatal. Cada comunidad autónoma tiene en marcha sus propias ayudas o cuenta con una legislación propia para paliar estas situaciones de pobreza energética.


El inicio del invierno supone un incremento del gasto en energía por la calefacción en los hogares vascos. Pero solo en algunos, aquellos que se lo pueden permitir. El resto, en torno a un 7%, no puede mantener su vivienda a una temperatura adecuada, tal y como reflejan los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Eso sin contar otros gastos energéticos como agua caliente o cocina. Por eso, muchas comunidades autónomas tienen en marcha ayudas o cuentan con legislación para posibles situaciones de pobreza energética. El Gobierno español aprobó en octubre un «bono social térmico», ayuda directa para que los hogares vulnerables puedan hacer frente a estos gastos. La medida depende de la cantidad que se consigne cada año en los Presupuestos Generales del Estado, un proyecto que está pendiente de aprobación para 2019. En el Estado español, que es el quinto europeo con la electricidad más cara, los hogares que no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada han pasado de un 9% en 2012, inmersos en plena crisis económica, a un 8,3% ahora.

No obstante, en algunas comunidades la pobreza energética no ha hecho más que incrementarse, como Asturias, donde el porcentaje de hogares en esta situación se ha triplicado, hasta llegar al 18,4% del total, la cifra más elevada de todas las autonomías. Y sobresalen junto a estos los malos datos de la CAV, donde el porcentaje de hogares que no pueden permitirse mantener temperatura adecuada ha pasado de un 4,2% en 2012 a un 7,9% en 2017. Frente a ello, el Gobierno de Lakua dispone de las Ayudas de Emergencia Social, y para las personas que por su capacidad adquisitiva no pueden acceder a estos complementos de ayudas sociales ha suscrito un convenio con Cruz Roja por importe de solo 400.000 euros.

En Nafarroa, en cambio, los datos son mejores que en la CAV, dado que esde 2012 los hogares que no pueden poner la calefacción a una temperatura adecuada han bajado del 5,2% en 2012 al 4,8% en año pasado siempre según el INE.

Según un estudio de la Asociación de Ciencias Ambientales, por contra, hasta 90.000 navarros tenían dificultades para pagar la energía, la luz y el gas, para satisfacer las necesidades domésticas de calefacción o agua en el año 2016.

Precisamente en ese ejercicio, el Gobierno de Nafarroa firmó con diferentes empresas suministradoras unos convenios de colaboración de duración anual para asegurar el suministro eléctrico y gas paraaquellas familias en situación de vulnerabilidad sin recursos económicos para ello. Unas convenios que, según diferentes colecivos y plataformas contra la pobreza energética, no están funcionando bien por la falta de información –tal y como ocurre con el abono social térmico que ha puesto en marcha el Gobierno de Pedro Sánchez–, tanto por parte de las empresas sumnistradoras como en este caso del propio Ejecutivo de Nafarroa.

Las empresas no cumplen

En ese contexto, se denuncia que resulta habitual que las empresas incumplan los acuerdos pactados con las instituciones.

Así, en Catalunya, donde se encuentra en esta situación el 6,1% de los hogares, en 2015 se aprobó la llamada Ley de Pobreza Energética, en función de la cual las compañías suministradoras no pueden cortar agua, luz o gas a personas que tengan un informe de los servicios sociales que acredite su situación de pobreza. Sin embargo, entidades sociales y ayuntamientos se quejan de que las empresas lo incumplen a menudo.

De hecho, el Ayuntamiento de Barcelona ha impuesto un total de trece sanciones, ocho este año, por valor total de 430.000 euros –con importes que oscilan entre los 30.000 y 70.000 euros, según el grado de incumplimiento–.