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EH Bildu presenta cien medidas para una gestión penitenciaria alternativa en la CAV

EH Bildu lleva tiempo preparando la futura asunción de la competencia penitenciaria en la CAV y ha definido ya un centenar de medidas que resumen una gestión carcelaria totalmente alternativa a la actual. Las han detallado hoy Julen Arzuaga y Larraitz Ugarte.

Comparecencia de Larraitz Ugarte y Julen Arzuaga. (Aritz LOIOLA / FOKU)

Hace ya unos años que EH Bildu se preocupa y ocupa por definir un modelo de política penitenciaria radicalmente diferente al vigente en el Estado español. Sin esperar a la transferencia a la CAV, a la que el Gobierno Sánchez ha abierto la puerta con 2020 como horizonte posible, ha presentado ahora cien medidas que ponen letra pequeña a la cuestión.

El documento al que ha tenido acceso NAIZ comienza aportando algunos datos a tener en cuenta. En Hego Euskal Herria hay actualmente 1.607 personas presas (1.322 en la CAV y 285 en Nafarroa). Conviene matizar que de los 1.322 encerrados en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, casi el 60% (779) tienen realmente su residencia en el exterior, mientras que por contra hay 824 vascos de esos tres territorios encarcelados fuera (entre ellos más de 200 miembros de EPPK).

EH Bildu se pregunta «si son coherentes las tasas penitenciarias con respecto a los datos criminológicos de delincuencia» y concluye que no: «España tiene un Código Penal duro y las sucesivas reformas penales, siempre más severas que la anterior, han llenado las cárceles». De hecho, entre 1995 y 2009 se duplicó la población penitenciaria, sin una curva delictiva que lo justificara.

Principios y medidas

La política penitenciaria que plantea EH Bildu se sustenta en criterios como el derecho a la vida familiar, a la cultura propia, a la educación, a la salud, a la vivienda, al trabajo remunerado... Ello se traduce en medidas concretas como traer a los penados con residencia administrativa en la CAV a estos centros a través de un decreto emanado de las instituciones vascas, establecer un Mecanismo Vasco de prevención de tortura y malos tratos, aplicar avances tecnológicos para la vigilancia y control en detrimento de medidas de retención, elaborar un plan de medidas de tratamiento respetuoso a todo tipo de minorías fomentando su integración, crear módulos familiares de convivencia de parejas con hijos menores de 3 años, minimizar el aislamiento con tendencia a su erradicación definitiva...

En el caso concreto de los «presos de motivación política», entre otras medidas se plantea que sean los juzgados de Vigilancia Penitenciaria de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa quienes atiendan sus casos (ahora centralizados en la Audiencia Nacional), recordando que el presidente del Tribunal Superior del País Vasco, Juan Luis Ibarra, ha dicho que están en posición de asumirlo y desarrollarlo.

Por lo que respecta a las infraestructuras penitenciarias, EH Bildu plantea una reordenación importante, clausurando Martutene y Basauri, construyendo dos centros cerrados de tamaño reducido en Gipuzkoa y Bizkaia para segundo grado, y manteniendo Zaballa «sin incrementar su ocupación actual» (578 internos). Se propone además construir un centro de mujeres de unas 100 plazas con departamentos para jóvenes, preventivas, madres y régimen abierto.

Una de las pautas principales de esta propuesta son las medidas alternativas a la condena en régimen cerrado. «La opción preferente debe ser abierta y llegar al menos al 40%, invirtiendo las tasas actuales», dice EH Bildu. Se recuerda aquí que, según encuestas, «una gran mayoría de la población está de acuerdo en la aplicación de medidas alternativas a la cárcel (60,5%) frente a quienes piensan que todo debe seguir igual (2,9%)».

En el catálogo hay otras muchas medidas relativas al derecho a la salud, la educación, los familiares, los funcionarios penitenciarios... hasta un total de cien que certifican un modelo totalmente alternativo al actual.

Terminar con los ‘contenedores humanos’

«Entendemos la cárcel, el sistema punitivo, la ejecución penal, como un instrumento-herramienta de Estado que queremos ejecutar porque lamentablemente, todavía es necesario. Pero que precisa de un giro de 180 grados en su orientación y gestión», ha indicado Arzuaga.

«Queremos ofrecer una respuesta a las necesidades de todas las personas privadas de libertad. Vemos que, con el sistema actual estas personas se instalan en una especie de ‘almacenes o contenedores humanos’ de espaldas a la sociedad que apenas se preocupará de ellos o, precisamente, para no tenernos que preocupar por ellos. Cerramos los ojos a su realidad. Y pensamos que eso no es correcto… ha continuado.

Arzuaga ha subrayado que «para hacer la misma política penitenciaria que hace el Gobierno español, no queremos la competencia. Queremos otra política y queremos aprovechar y agotar todas la oportunidades que esta competencia nos ofrece y, si es posible, expandirlas e ir más allá».

Este tema de la transferencia de prisiones será tratado en un pleno monográfico en el Parlamento de Gasteiz, que se celebrará el próximo 13 de marzo.