Masivo adiós a Xabier Arzalluz en Azkoitia

La iglesia de Santa María La Real de Azkoitia se ha quedado pequeña para acoger a todas las personas que han querido participar esta tarde en el funeral en memoria del ex presidente del PNV Xabier Arzalluz. Al igual que ha sucedido en el tanatorio de Bilbo, una amplia representación de la clase política vasca ha estado presente, con la excepción del PP.

Azkoitia ha reunido esta tarde a un gentío dispuesto a participar en las honras fúnebres en recuerdo de Xabier Arzalluz. El féretro ha llegado a las 18.30 a las puertas de la iglesia, donde la aguardaba un pasillo de ikurriñas y se han oído algún grito de «gora Euskadi askatuta».Tras los restos del ex presidente jelzale han accedido al templo su familia, que ha sido recibida por el párroco Félix Azurmendi.

La representación política e institucional ha sido muy destacada, con el lehendakari Iñigo Urkullu a la cabeza, acompañado de su homóloga navarra, Uxue Barkos, entre la nutrida presencia de cargos públicos. Entre los integrantes del Euskadi Buru Batzar ha estado el presidente del GBB y portavoz en la Cámara de Gasteiz, Joseba Egibar, que visiblemente emocionado, ha señalado que el legado de Arzalluz «queda para todo aquel que quiera seguir la estela que ha dejado».

Unidad abertale en su legado

También ha acudido a Azkoitia el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, quien ha destacado del líder jeltzale fallecido su «apuesta por la unidad abertzale por muchas que fueran las diferencias» y le ha agradecido que siempre «hablara con respeto» de la izquierda abertzale. Otegi, que ha estado acompañado por Maddalen Iriarte y Josu Juaristi, ha recordado que Arzalluz le visitó cuando estuvo preso y logró entablar con él «una amistad más allá de la política, mucha complicidad». También ha dicho que «sabía bien dónde estaban los enemigos y dónde estaba el adversario político».

En la larga nómina de políticos –con la excepción del PP–, a resaltar la delegación del PSE, encabezada por su secretaria general, Idoia Mendia, o dirigentes del PDeCAT, como Marta Pascal y Eduard Pujol. además del histórico nacionalista gallego Xosé Manuel Beiras.Tampoco han faltado el secretario general de EA, Pello Urizar, o Roberto Uriarte, de Podemos, junto al ex secretario general de ELA, José Elorrieta; el director del Museo de Bellas Artes de Bilbo, Miguel Zugaza; el científico Pedro Miguel Etxenike, o el portavoz de Gure Esku Dago, Angel Oiarbide.

También ha estado en Azkoitia, el diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián, quien ha calificado la figura de Arzalluz como «imprescindible para entender la historia de Euskal Herria y del Estado español». «Un personaje único que marcó a varias generaciones, claro y al que gustara más o menos se le entendía perfectamente todo. Durante muchos años fue una persona que representó a gran parte de la sociedad de Euskal Herria y por eso merece un gran respeto político e intelectual», ha finalizado.

«Vivió para el pueblo»

En la ceremonia religiosa las alabanzas hacia la figura del expresidente del PNV han procedido del párroco de Azkoitia, quien ha dicho que Arzalluz «vivió para el pueblo» y «la sociedad y el pueblo fueron su vocación, una vocación cristiana». «Trabajó con la cabeza clara y el corazón», ha destacado el sacerdote, quien ha añadido que Arzalluz también fue «un hombre directo que creía en el diálogo» y que «muchas veces supo ser puente a favor de la paz».

Tras más de una hora de funeral, que mucha gente ha seguido desde el exterior de la iglesia, el coche fúnebre con los restos mortales de Xabier Arzalluz ha abandonado Azkoitia, pues era su voluntad que reposaran en Galdakao, donde residía. Antes, los presentes han entonado ‘Eusko Gudariak’.