LAB y CGT dan un primer paso para superar la «fractura sindical» en Ipar Euskal Herria
El pasado 11 de febrero, LAB Iparralde convocaba al resto de fuerzas sindicales y también a organizaciones sociales a mantener contactos con vistas a explorar las posibilidades de un Primero de Mayo unitario en Ipar Euskal Herria. Ese diálogo ha dado un primer fruto, en forma de acercamiento entre el sindicato abertzale y la CGT, un paso inédito tras largos años de desavenencias, que permitirá una suma que excede al ámbito sindical.
LAB, CGT, la Coordinadora por la Igualdad Real, M1 Altxa, Bizi!... Una convocatoria de prensa inusual para dar cuenta de un esfuerzo nuevo por representar la convergencia de luchas en las calles de Baiona, con motivo del próximo Primero de Mayo.
Ese paso, de momento limitado a la capital labortana, puede ayudar a superar la imagen de «fractura sindical», o si se prefiere, dejar de lado el modelo de la intersindical primero y el resto detrás, una inercia que se ha mantenido en los últimos años.
Desde que se implantara hace ya veinte años en Ipar Euskal Herria, LAB ha sido marginado, de un modo u otro, de la pancarta que comparten los sindicatos de obediencia francesa cada 1 de Mayo. Las fórmulas para sortear ese boicot, justificado con argumentos ideológicos, como la implantación territorial limitada a Euskal Herria, han sido diversas.
Resultados sindicales
Sin embargo, nadie puede poner en duda que la subida sostenida de la central en las elecciones sindicales ha sido clave para que se vaya levantando una barrera de discriminación que llegó a verse en los tribunales.
De hecho, en 2016 la CGT trató de que LAB no pudiera concurrir a las elecciones sindicales para pequeñas y medianas empresas.
Esa posición, instigada desde París aunque secundada por algunas secciones del sindicato más cercanas, además de no lograr su objetivo, propició dimisiones de representantes vascos del histórico sindicato, para quienes a esas alturas resultaba incomprensible marginar a «compañeras en las luchas cotidianas».
De ahí que la convocatoria conjunta, apoyada por CGT y LAB, sea la noticia más significativa a las puertas del 1 de Mayo. Al menos en Baiona, ya que, en Maule, la CGT mantiene, a día de hoy, sus reticencias a «unir a las tropas».
La fórmula elegida para Baiona, según han explicado sus proponentes, ha sido la de privilegiar las reivindicaciones sobre las siglas, evitando la imagen de una sucesión de cortejos particulares, de acuerdo a los usos y costumbres de cada sindicato.
La vocación de los sindicatos y organismos sociales de primar lo que les une sobre lo que les separa debe traducirse, por así decirlo, en una marcha por bloques y no tanto por siglas.
Exactamente, esos bloques reclamarán una política eficaz de lucha contra el cambio climático, el mantenimiento de los servicios públicos, la igualdad de derechos para los trabajadores de todo el mundo, una política social principalmente para los jóvenes, protección social para todos, y una política de igualdad real entre mujeres y hombres.
Tal como destacaba Bizi! en redes sociales, incluso antes de la rueda de prensa conjunta en el edificio de los sindicatos, en St Ursule, se trataría de llevar a cabo «una manifestación alegre y reivindicativa, que exprese en distinos colores quer todos compartimos el mismo malestar y todos nos encontramos en la misma encrucijada».
Esa marcha colorista y unitaria partirá a las 11.00 de los aledaños de la estación de tren, en el barrio de St Esprit.
El año pasado
La fórmula -marcada en parte por la movilización de los Chalecos Amarillos- dista y mucho de la que se empleó el año pasado cuando dos intersindicales, una pilotada por la CGT y Force Ouvrière (FO) y otra integrada por Unsa, CFDT y LAB marcharon por las calles de Baiona.
Con todo, el del próximo miércoles será un primer paso todavía imperfecto, ya que CFDT, sindicato que al menos en el plano discursivo ha sido menos beligerante hacia LAB, parece decidido a seguir con el esquema marcado por la dirección en París.
Firmante de 68 propuestas con otras 19 organizaciones hexagonales, CFDT quiere organizar el Primero de Mayo «aldeas reivindicativas» por las que se reclamarán avances en la cuestión social y ecológica, también en Baiona.