Nafarroa inscribe los primeros seis lugares de Memoria Histórica
Nafarroa ha inscrito de manera definitiva los primeros seis lugares de Memoria Histórica y está trabajando en la inscripción de otros siete más con el fin de «convertir estos lugares de terror en espacios de recuerdo», según ha informado la consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales, Ana Ollo.
Así lo ha apuntado en rueda de prensa, en la que ha comparecido junto al director del Instituto Navarro de la Memoria, Josemi Gastón.
Según ha indicado, los primeros seis espacios inscritos en el censo de los Lugares de la Memoria Histórica de Nafarroa son el Parque de la Memoria de Sartaguda, la sima de Otsoportillo, la fosa de Olabe, el Memorial de la carretera de Igal a Bidankoze, el Memorial de las fosas de Erreniega y la escultura en memoria de la represión de la mujer de Azkoien.
Los siete nuevos emplazamientos en los que se está trabajando son la fosa de la Tejería de Monreal, la fosa de Valcaldera en Cadreita, la GR 225, la fosa del alto de las Tres Cruces de Ibero, el Parque de la Memoria de Etxauri, la cantera de Bera y la estela en recuerdo de German Rodríguez y la escultura ‘Gogoan’.
Tras recordar que más de 3.000 personas fueron fusiladas en Nafarroa y que miles de navarros sufrieron «otro tipo de vejaciones y humillaciones», Ollo ha reivindicado que estos lugares «no se pueden quedar simplemente en un letrero o en un rótulo, sino que hay que trabajar sobre lo que allí se produjo» para garantizar que no se repitan estos sucesos.
Con la inscripción de estas primeras seis localizaciones se está trabajando en «promover su conocimiento, con el ánimo de convertir aquellos lugares que en su momento fueron de terror y de violencia en espacios de recuerdo y transmisión de valores de paz y convivencia».
«Nuestro objetivo es revisar con una mirada crítica esa memoria, pero también avanzar hacia una convivencia en paz y una cultura de paz», ha señalado.
Por su parte, Gastón ha puesto en valor el programa educativo ‘Escuelas con Memoria’, que pretende «impulsar una actualización de la práctica docente, introduciendo metodologías en las que la transmisión de la memoria a las nuevas generaciones sobre especial protagonismo».
Según ha trasladado, lo más «sugerente» del programa es la introducción de encuentros entre familiares de víctimas y jóvenes, lo que ha calificado como «uno de los ejes vertebradores del trabajo educativo».
«Encuentros que se escenifican en aquellos lugares donde ocurrieron hechos traumáticos en el pasado, ligados, en este caso, a los procesos de represión tras la sublevación militar del verano de 1936», ha añadido.
A partir de ahora, ha dicho, serán las propias asociaciones memorialistas, la ciudadanía en general o las entidades locales «las que vayan marcando el ritmo», ya que la ley reguladora de los lugares de memoria histórica de Nafarroa contempla que todas ellas pueden impulsar estos procesos.