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Entrevista
Alfonso GIL
Candidato del PSE a la alcaldía de Bilbo

«El proyecto de aprovechamiento de la ría se valoró en los noventa en unos 42 millones de euros»

Alfonso Gil ha sido teniente alcalde y edil del área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbo durante la última legislatura. Las medidas adoptadas han generado polémica e, incluso, diferencias con el alcalde Juan Mari Aburto por la propuesta de instalar peajes a los vehículos para acceder a la capital vizcaina.

Alfonso Gil en un mitin de campaña. (Marisol RAMIREZ / FOKU)

Cuando accede al cargo de responsable del área de Movilidad y Sostenibilidad, ¿esperaba vivir tantos conflictos en temas como el límite de los 30 km/h?

Hemos tenido de todo porque la gestión de un área así es compleja, pero creo que el ciudadano ha premiado la valentía de las decisiones tomadas. Cuando se decidió el Bilbao 30, hubo gente que protestó porque se pone a la defensiva al tener que cambiar los patrones de comportamiento. Hoy nadie duda, no solo en Bilbao, sino en Euskadi, en España o en Europa, que es una medida que se tiene que tomar en todas las ciudades.

He hablado con la alcaldesa de París o otras ciudades como Londres o Atenas. Sabía que cuando hablamos de movilidad y otras políticas como salud, pues lógicamente las decisiones que tienes que tomar son muy drásticas. Sé que bajar la velocidad de tránsito por la ciudad supone que enfermos con problemas respiratorios pueden salir a la calle gracias a esta medida. Estas medidas garantizan salud y hay menos ruido en la ciudad. Son medidas necesarias a veces contestadas, pero que con el tiempo la gente no solo está favor sino que las apoya y difunde.

Ha mencionado que habla con alcaldes de Londres, París, Atenas… pero Bilbo, por población y tamaño, ¿puede ser equiparable con esas ciudades?

La ambición del bilbaino es ser cabeza de metrópoli. Tenemos que empezar a pensar que para tener un volumen y avanzar en la ambición de ciudad tenemos que mirar a unir nuestros esfuerzos con Barakaldo, con Erandio, Potugalete, Santurtzi, Alonsotegi, etc. Tenemos que mirar más en el concepto metropolitano que lo que es estrictamente la ciudad de Bilbao. Aún así no tenemos que perder la perspectiva, la marca Bilbao está muy reconocida mundialmente, entre otras cosas, no solo por la buena gobernanza, sino que porque toma decisiones y medidas en las que otros se ven reconocidos y a la inversa. Estamos permanentemente aprendiendo desde el pueblo más pequeño a la ciudad más grande. Tenemos que mirar con ambición, lo que supone mirarte en Paris, en Londres, Atenas, Sevilla, Madrid o Barcelona.

¿En qué ha quedado la implantación de peajes a vehículos?

El plan de movilidad contiene esa medida, pero es verdad que está supeditada a alertas medioambientales. Lo cierto es que Bilbao tiene que hacer una reflexión muy profunda si necesita una medida de este tipo. Cuando se estudia, es porque entre las 7.30 y las 9.30 de la mañana en Bilbao entran 20.000 coches de los que el 82% de ellos vienen con una sola persona y, de ellos, el 85% tiene transporte público a menos de 300 metros.

No quiero hacer trampas y para facilitar un mayor acceso al transporte público tenemos que conseguir también un objetivo prioritario que es el billete único. Algunos citaron los peores demonios sobre la medida, pero hoy por hoy la tiene Londres y se plantea en otras ciudades. Desde luego que si de mí depende y queda claro que la medida contribuye a la salud de los bilbainos, soy partidario del que contamina paga. Y ante el que viene a mi ciudad en coche y trae el humo, tendré que intentar defender la salud de mi gente.

¿Y qué piensa Aburto al respecto o quién en el PNV se opone a esta medida?

Eso habría que preguntárselo a Aburto o al PNV, no soy quién para hablar.

El que contamina paga ha dicho, ¿y si se lo aplican a la inversa a los bilbainos que cuando sale el sol se van hacia la costa o a otros pueblos?

A mí me eligen en Bilbao y tengo una responsabilidad sobre 348.000 personas que viven, trabajan y sobre todo disfrutan en la ciudad. No quiero entrar en estas polémicas, pero mi tutela y prioridad son los ciudadanos de Bilbao.

Siguiendo con la movilidad, el plan también trata el uso de la bicicleta en la ciudad, ¿no cree que faltan bidegorris y que es bastante peligroso circular en bicicleta por determinadas calles? Durante esta legislatura ha habido fallecidos tras accidentes en bicicleta.

Comparto que la ciudad de Bilbao tiene mucho bidegorri inconexo, es una realidad aplastante, pero no creo que es peligroso circular en bicicleta. No se han hecho más bidegorris porque primero queríamos aprobar el plan de movilidad, que define las prioridades. La primera es el peatón y la segunda, sin lugar a dudas, la bicicleta. Una vez que eso se ha determinado, se ha hecho un plan ciclable y se habla de las vías ciclistas que tenemos que tener conectando los bidegorris. El Bilbao 30 también tiene un claro beneficiario que es la bicicleta. Yo bajo al Ayuntamiento tres o cuatro días en bicicleta, no tengo los problemas que tenía hace cuatro años ya que el calmado de tráfico me ha posibilitado conquistar la calzada y porque los conductores están cambiando de hábitos y hay más respeto.

Teniendo en cuenta que aumenta el número de usuarios de bicicleta, creo que ha llegado para quedarse. A nosotros nos queda aumentar el parque de bicicleta pública y electrificarla para que toda persona, a pesar de su condición física, pueda usarla, y también facilitar la formación con taxistas o los chóferes de Bilbobus para recibir cursos para convivir con la bicicleta.

Pero hay zonas de la ciudad, como por ejemplo entre Zabalburu y la Casilla, que el riesgo es importante.

Voy mucho por ahí y no tengo problemas, pero no quiero escaquearme de la pregunta. Evidentemente la red ciclable hay que mejorarla y hay deberes. Ahora vamos a trabajar con planificación. Para mí hubiera sido sencillo hacer bidegorris sin conexión, pero eso no tiene ninguna lógica. Hay un bidegorri necesario para conectar la ciudad que es el que pasa por Sabino Arana, parte de Sagrado Corazón y Gran Vía. Ese bidegorri ya está en licitación. Y luego no nos gustan los bidegorris que transitan por las partes peatonales y creemos que deben de ir por la carretera.

Antes ha citado ciudades a seguir, pero no ha citado Holanda o Bélgica, que si que son un modelo en el uso de la bicicleta.

Ahí si que tenemos diferencias sustanciales ya que en estos países nos llevan más de veinte años en el uso de la bicicleta. Aprendiendo también de errores que ellos tienen, ya que te podría decir que la siniestrabilidad en esos países es gigante, pero no comparable. El tipo de bidegorri que vamos a plantear no es el de Doctor Areilza, en el que subes por una parte peatonal, incluso cruzas una iglesia y te puedes llevar a alguien porque la gente no está acostumbrada. Tenemos bidegorris muy pensados que están en el plan ciclable y se van a cambiar muchas cosas. En ese sentido, hay un consenso muy amplio con todos los grupos. Tengo que agradecer todo el trabajo de todos los grupos, el plan de movilidad es de todos, no es del gobierno municipal ni del PSE. Es fruto de la reflexión de seis partidos, oyendo a los ciudadanos, creo que es un ejemplo de buena gobernanza y tengo que agradecer la generosidad de los grupos políticos.

Cambiando de asunto, ¿cómo ha intermediado desde su área en las huelgas en la OTA o Bilbobús?

En estos aspectos también hay diferentes formas de ver el gobierno. Nosotros, independientemente de que no hayamos intervenido directamente, lógicamente consideramos todos los elementos a nuestro alcance para ir tomando decisiones. Hemos oído a los trabajadores antes y luego el comité y empresa tienen que arreglarse. A mí me ha supuesto personalmente desgaste, ver un servicio público en huelga no me gusta. Porque hay una insatisfacción de los trabajadores y tienes que seguir de cerca las reivindicaciones. Algunas pueden parecerte desproporcionadas, pero hay otras que eran necesarias de resolver. Creo que ambos conflictos se han resuelto bien, y sobre todo en Bilbobús, los trabajadores han visto satisfechas sus demandas. Pero lo más importante es que ambos servicios públicos se han puesto mirando al futuro.

Hace cuatro años salió en campaña con un saxofón y con un mnsaje en apoyo al ocio nocturno en la ciudad, sin embargo, viendo el conflicto con la discoteca MOMA por el ruido y las denuncias de los vecinos, ¿insiste en esa idea?

Se puede convivir, aunque hay un derecho fundamental que hay que respetar y que es el derecho al descanso. No puede ser que se contraponga a la posibilidad de que una ciudad tenga ocio nocturno. Hemos dado pasos, las zonas acústicamente saturadas llevan una serie de medidas para tranquilizar. El problema no es lo que se produce dentro, donde evidentemente hay que proteger si hay incumplimiento de la ordenanza, lo que es competencia del Ayuntamiento. Hay medidas para paliar esos efectos que denuncian los vecinos y, luego, está la presencia de agentes de policía que refuerzan la sensación de que el espacio público no queda impune.

No parece que haya convencido a los vecinos por qué las denuncias se repiten casi todas las semanas.

Nos nombran fundamentalmente a mí, al alcalde y al concejal de Seguridad. Yo llevo el área de Medio Ambiente que controla las mediciones acústicas de la parte interna. La discoteca MOMA tiene 13 expedientes a día de hoy, todos ellos están judicializados y tendrán su final. Pero también tengo que denunciar cierto fariseismo. He visto a algunos grupos apoyar a los vecinos contra el ruido y a los hosteleros contra el silencio. Tenemos que ser muy equilibrados a la hora de elegir los parámetros de construcción de la ciudad. Bilbao no puede ser Unbe. Cuando uno toma la determinación de vivir en el centro de la ciudad tiene una serie de cargas que tiene que asumir. Con esto no digo que un vecino no tenga derecho al descanso, que es incuestionable.

En el fórum Europa planteó un aprovechamiento de la ría para atraer el turismo, en vez de hablar que sea valioso para que lo utilicen los ciudadanos. ¿Por qué tanta necesidad entre los políticos de Bilbo de intentar atraer turistas?

Ese proyecto no solo busca al turista, el aprovechamiento de la ría es un factor fundamental para el crecimiento de la ciudad. Se contempla la posibilidad de instalar barcos eléctricos que pueden conectar desde Olabeaga hasta Bilbao la Vieja y, para ello, se plantea establecer una marea estable con una lámina. En vez de coger un Bilbobús podrías coger un barco eléctrico, no contaminante, como transporte que te lleve a cualquier parte de la ciudad. También es cierto que tenemos un problema con el turismo familiar, Bilbao no tiene ese vector trabajado. Pero la ría de Bilbao, quien más la va a disfrutar, son los ciudadanos de Bilbao y tenemos que potenciar los efectos que tiene. Por ejemplo, si se ponen barcazas como en el Sena en la parte más al fondo de Olabeaga, donde no hay viviendas, quizá se podría desarrollar el ocio nocturno sin molestar a los vecinos.

¿Y qué presupuesto tendría?

Se hicieron unas estimaciones hace muchos años porque hay un estudio en los noventa de Raul Fernández de Arroyabe que presentó esta proposición al pleno y se aprobó. Se hizo un pequeño esquema por parte de Bilbao Ría 2000. Esto es factible, en aquel momento se valoró en 42 millones de euros, pero el estudio se hizo en pesetas. Más allá de eso, hay que estudiarlo. Si la ría la ganamos como un espacio transitable para los ciudadanos, va a ser un elemento muy atractivo. Y creo que sería el segundo efecto motor como pudo ser el Guggenheim.

¿Por qué tanta necesidad de atraer el turismo, los macro eventos, la Eurocopa...?

La Eurocopa la pacte yo con Azkuna, aceptó la proposición y nos fuimos a Suiza a una reunión de la UEFA. Los sectores más dinámicos de la ciudad te piden ese tipo de estímulos. También lo digo, no vale con traerlos, hay que garantizar que los empleos que generen sean de calidad y dejen valor añadido. La Eurocopa, por ejemplo, se habla de un retorno de 40 millones de euros.

En el caso de la Eurocopa se ha tenido que cambiar la fiscalidad para albergar el torneo y no pagarán impuestos en Bizkaia.

Sí, pero díselo a la gente que trabaje esos días aquí y tenga la oportunidad de empleabilidad si eso es beneficioso, díselo al sector de la hostelería y hotelería la ocupación que va a tener y los puestos de trabajo indirectos que va a generar además de imagen y reputación. No nos olvidemos, estos son grandes eventos que te facultan para tener otros grandes eventos y Bilbao tiene que estar en ese tránsito internacional de ciudades pujantes que quieren organizar eventos.

La desaparición de ETA nos ha traído nuevas oportunidades. En Bilbao hemos visto algo que pensábamos que no iba a existir nunca, personas con un plano en la mano. Esas oportunidades hay que aprovecharlas. En 2011 cuando desaparece la amenaza de ETA se abren oportunidades y se proyecta una nueva imagen de Euskadi. Eso nos lleva a ser atractivos para mucha gente que antes no se planteaba venir. Lo que es evidente y objetivo es que el fenómeno del turismo ha crecido de manera exponencial y tenemos que intentar que vaya creciendo porque son oportunidades de empleabilidad. Para mí, es muy importante que la gente que estudia turismo o hostelería tenga posibilidades de trabajar.

¿Considera que el turismo puede ofrecer un empleo de calidad?

La obligación de las instituciones es que el empleo que ofrezcan este tipo de eventos, que si son cotidianos o habituales en el tiempo generarán empleos estables y de calidad, por lo que el valor añadido es importante. No me olvido nunca que la primera industria de la ciudad es el comercio. Bilbao pasa de ser una ciudad industrial a una ciudad de servicios y el siguiente paso que tenemos que dar es ser una ciudad de servicios avanzados a la industria, si cumplimos este último estadio, apoyando con el Bilbao del conocimiento, con el establecimiento en Bilbao de universidades públicas y privadas, creo que estaremos trabajando todos los aspectos para que la gente tenga sobre todo la oportunidad de trabajar. Al final es el primer estadio para tener una vida normalizada. Cuando tienes el salario, después buscas un lugar para vivir. Para eso hemos puesto viviendas para que la gente joven pueda emanciparse. En Bilbao creo que se puedan dar unas condiciones objetivas para transformar la ciudad.