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Alabama se suma a una ofensiva antiabortista con miras al Supremo

Alabama se sumó el miércoles a la ofensiva republicana contra el aborto con la vista puesta en el Tribunal Supremo, ahora de mayoría conservadora. La restrictiva ley aprobada, que desafía la legalidad de esta práctica en EEUU, solo lo permite cuando peligra la salud de la madre y fija penas de hasta un siglo para quien lo practique.


Los estados republicanos de EEUU están aprobando estrictas leyes contra el aborto para provocar una batalla judicial que llegue a el Tribunal Supremo, con la esperanza de revertir una decisión que en 1973 legalizó la interrupción voluntaria del embarazo en todo el país. Los detractores del aborto esperan que estas estrictas leyes lleguen a la máxima instancia judicial, ahora con mayoría derechista.

La gobernadora de Alabama, la republicana Kay Ivey, rubricó el miércoles la polémica ley, la más estricta del país, que prohíbe el aborto incluso en casos de violación e incesto, solo permitiéndolo cuando la salud de la madre esté en grave peligro, y que contempla penas de entre 10 y 99 años de cárcel para las personas que lo practiquen.

Los demócratas introdujeron una enmienda para que se contemplase el aborto en casos de violación e incesto, pero fue rechazada por 21 votos a 11.

La mayor organización de derechos humanos de EEUU ha prometido recurrirla.

Constitucionalidad

Los promotores del proyecto son conscientes de que la ley no entrará por ahora en vigor ya que contradice el fallo del Tribunal Supremo de 1973 conocido como “Roe v. Wade”, que legalizó la práctica del aborto en todo el país al declarar inconstitucional cualquier interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre el embarazo. Pero en los últimos años el movimiento ultraconservador ha tratado de que el Alto Tribunal vuelva a estudiar su constitucionalidad.

La semana pasada Georgia aprobó la ley «latido del corazón», que prohíbe interrumpir el embarazo después de seis semanas de gestación. Ohio, Mississippi, Kentucky, Iowa y Dakota del Norte adoptaron también medidas similares y Florida y Texas estudian hacer lo propio.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y los nombramientos en el Supremo de los jueces derechistas Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh han dado esperanzas renovadas a quienes anhelan su prohibición.

Mientras tanto, el Partido Republicano trata de sortear ese fallo aprobando normas que obstaculizan el acceso al aborto y Trump ha retirado la financiación a las clínicas de planificación familiar que los ofrecen.

Los republicanos esperan que esta batalla legal llegue al Supremo a tiempo para que se convierta en tema de debate en las elecciones de 2020, en las que Trump buscará la reelección.