Los «Warriors» de Estambul esperan estrenar su palmarés de la Euroliga ante los «Bucks» de Moscú
La alegría del juego de Anadolu Efes contra la experiencia y la habilidad de saber sufrir del CSKA, he ahí la final que se plantea para esta Final Four de Gasteiz 2019. Ataman y Larkin esperan que la hinchada gasteiztarra se vuelque a favor de la escuadra otomana.
Que cada cual tenga la opinión que le parezca, pero Ergin Ataman es, de largo, la persona que mejor se lo está pasando en esta Final Four Gasteiz 2019. Quizá la final ante el CSKA de Moscú de las 20.30 –con el entremés del duelo entre Fenerbahçe y Real Madrid a las 17.30, la finalísima del año pasado que esta vez será por la tercera posición– depare un nuevo entorchado moscovita y entonces se le tuerza el morro al veterano técnico turco, pero lo cierto es que la rueda de prensa previa a la finalísima ha vuelto a dejar un par de perlas del entrenador jefe del Anadolu Efes dignas de aplauso y mención.
La pauta de las declaraciones la ha marcado Ataman, con una primera declaración que ha sido como una patada en el pecho. «Después de la semifinal, me congratulé de haber superado al mejor equipo de Europa, Fenerbahçe, que tiene en su banquillo al mejor entrenador del continente, que es lo más parecido a Greg Popovich y los San Antonio Spurs, después de ha er jugado nuestro mejor partido de la temporada. En esta campaña nosotros hemos practicado un juego que ante todo ha pretendido entretener a la gente; nuestra forma de jugar puede recordar a los Golden State Warriors –(sic)–, pero ahora hay que preparar la final con el máximo respeto hacia el CSKA de Moscú, porque es la versión europea de los Milwaukee Bucks, con un Will Clyburn que es su Giannis Antetokounmpo particular», ha dicho. La primera, en la frente.
Y la segunda, lanzándole un guiño a los aficionados baskonistas y a los de Fenerbahçe. «En nuestro equipo hay tres jugadores que estuvieron antes en el Baskonia –Larkin, Beaubois y Pleiss– y por eso creo que la afición local nos apoyará. Pienso otro tanto de los seguidores de Fenerbahçe. Entre nosotros podemos tener rivalidad, pero cuando en la final ondee la bandera turca, todos los turcos estaremos juntos», ha arengado, erigiéndose, sin duda, en el maestro de ceremonias de la previa.
Los otros tres ponentes, Shane Larkin por parte de los «Warriors» de Estambul, con Dmitris Itoudis y Nando De Colo en representación de los «Bucks» de Moscú, han seguido una ortodoxia mayor a la hora de contestar a las preguntas y afrontar la final de la Euroliga, en el que si ha habido dos temas recurrentes han sido, por una parte, la «resurrección» del base de Cincinnati para explotar con 30 puntos en las semifinales, y por el otro, la capacidad de sufrimiento del CSKA de Moscú.
La «resurrección» de Larkin
Después del primer análisis de los protagonistas, Larkin ha sido el objeto de deseo de las tres primeras preguntas de la prensa. Ha reconocido que ha sido «una temporada con altibajos», pero al mismo tiempo ha subrayado que «el entrenador me dio la confianza cuando no estaba en mi mejor nivel para convertirme en el jugador que soy ahora. El entrenador nos da la libertad de hacer nuestro juego en la cancha. Asimismo, los compañeros también han mantenido una actitud positiva conmigo siempre y así, como unidad, hemos llegado hasta donde hemos llegado. La primera vez que jugué en Europa fue en Gasteiz y precisamente quedamos eliminados después de perder ante el CSKA. Así que quisiera darle a mi equipo este título y, de algún modo, conseguirlo aquí en Gasteiz, supondría cerrar el círculo que empecé a trazar cuando llegué de los Estados Unidos».
En ese sentido, Ataman ha apostillado que «recuperar a un jugador como Larkin ha ayudado a que hagamos unnjuego aún más atractivo. Micic ha dado un paso adelante al ver que Shane no estaba bien en la primera parte de la temporada, pero con la llegada de este a su mejor nivel, hemos conseguido un puntal más para mejorar, especialmente en los triples. Shane es capaz de generarse tiros para él, pero sobre todo capaz de penetrar y asistir a compañeros que están colocados solos para tirar. En ese sentido, la pretemporada ha sido crucial para crear un equipo con el mejor carácter. Aparte de su indiscutible calidad, conseguimos sortear nuestros problemas económicos –en el sentido de problemas que atañen a toda Turquía– para hacer un plantel con un presupuesto en salarios de 10-11 millones de euros. Pero aparte de ser grandes jugadores, tienen en su actitud la clave, porque piensan en el equipo antes que en ellos mismos».
Larkin, por último, ha dejado bien claro que «cuando nuestro coach dijo al principio de temporada que veía en nuestra plantilla potencial para disputar la Final Four, lo tacharon de loco, pero es evidente que no lo está. A la vista de los resultados se puede ver que cuanto dijo se está cumpliendo».
Puyas bajo la mesa
Aunque esta sea la primera final de Anadolu Efes en la Euroliga, Ataman también ha dejado caer su «currículum» previo, en un subterráneo cruce de declaraciones con Dmitris Itoudis. El preparador otomano ha recordado que «antes de llegar a esta final, yo he ganado tres títulos europeos: Copa Saporta –Montepaschi Siena en 2002–, Eurocup –Galatasaray en 2016– y Eurochallenge –Besiktas, 2012–, con una efectividad del 100% de victorias en esas finales». Itoudis, fiel a su estilo, ha replicado que él «ha ganado una final de Euroliga ante un conjunto turco –en la finalísima de Berlín 2016–, lo cual supone también un 100% de victorias».
En ese sentido, ese carácter respondón parece haberse quedado impregnado en el juego de su equipo, toda vez que, a diferencia de otras temporadas, ha mostrado una imagen más alcanzable para sus rivales, aunque estos al final han ido cayendo. «Durante la temporada nos han criticado, acusándonos de que ya no tenemos hambre de victoria. ¿De veras no lo tenemos? En primer lugar, todos esos comentarios nos han dado una tremenda motivación para probarnos a nosotros mismos que de que nos merecemos saltar a la cancha y luchar hasta el final. a nadie le gusta estar 14 puntos abajo en el tercer cuarto de una semifinal de la Euroliga, pero seguimos creyendo y luchando juntos. «Chacho» nos dio el impulso para decir que no estábamos acabados y Nando, aunque no estuvo a su mejor nivel en la primera mitad, fue nuestro líder en los últimos minutos, por no hablar del trabajo de Othello –Hunter–, Clyburn y otros», ha recalcado.
Y es que «la presión no nos la ponen los demás sino nosotros mismos. Para formar parte de este club hay que saber que la exigencia es máxima, que estar en lo más alto es lo que se espera en cuanto que representante de un gran club, de una gran ciudad y de un gran país. Así que podríamos decir que la presión viene con el cargo que supone formar parte del CSKA de Moscú», ha afirmado.
Asimismo, ha reconocido que Clyburn «acabó tocado» la semifinal. «Está en manos de los fisioterapeutas y ahora está mejor. No a tope, pero como no setrata de una lesión grave, su cuerpo, su alma y su corazón estarán en la cancha», ha dicho.
«Durante toda la temporada hemos demostrado ser un equipo con carácter», ha remachado por su parte Nando De Colo. «Sabemos cómo hemos de jugar para ganar este tipo de partidos tan importantes, y hay que quedar claro que, aunque las cosas se pongan difíciles, jamás nos daremos por vencidos y seguiremos luchando hasta el final», ha añadido, al tiempo que ha alabado la pista gasteiztarra, tan positiva para él que en los tres últimos partidos que ha jugado en Zurbano ha sumado la friolera de 71 puntos. «Es una pista que me gusta, pero lo cierto es que no se trata de que yo anote sino de que el equipo gane, y para ello hay que hacer lo que corresponde en cada momento», ha finalizado.