Zubieta permitió pelear hasta el final por la séptima plaza
La llegada de Imanol, el liderazgo de Oyarzabal y el ascenso de los jóvenes del Sanse compensó una campaña marcada por la mala planificación y las lesiones.
La temporada de la Real ha estado marcada por la mala planificación y por las lesiones y solo la respuesta de Zubieta y el gran nivel que tienen algunos jugadores ha permitido llegar a la última jornada con opciones de alcanzar la séptima plaza.
Ha sido un ejercicio muy irregular. El comienzo fue bueno al sumar cuatro puntos en las dos primeras salidas a Villarreal y Leganés, perder en Eibar en el último minuto tras la lesión grave de Merquelanz, plantar cara al Barcelona en Anoeta en un buen partido y ganar en Huesca, pero a partir de ahí la Real comenzó una serie de tres victorias en doce partidos que acabó con la etapa de Garitano en el banquillo con solo seis puntos en los ocho encuentros jugados en el nuevo Anoeta.
La irregularidad tampoco acabó con Imanol, porque el oriotarra empezó con una racha de ocho encuentros sin perder, pero enlazó otra de una victoria en diez partidos y tres triunfos seguidos permitieron llegar con opciones a la última jornada.
Además de la irregularidad, que también la han acusado otros equipos, hay que sumar la pésima planificación porque fue un error apostar por una pareja de entrenadores como Asier Garitano y Rubén de la Barrera que no encajaba entre ellos ni con los jugadores. Imanol permitió a los jugadores encontrarse con su fútbol y solo las lesiones y la mala defensa en las jugadas a balón parado le han impedido consumar el éxito.
No solo se equivocaron Aperribay y Olabe con los técnicos, tampoco acertaron con los fichajes. Theo y Sandro fueron un lastre y Zubieta dio las soluciones a estos errores con Aihen Muñoz y Barrenetxea. Y Merino, el que mejor rendimiento ha dado, no es un jugador para sustituir a Xabi Prieto y Canales en esa posición en la que se exige dar salida al equipo de espaldas, más velocidad y llegada al área.
Dependencia de tres jugadores
Eso ha provocado que la Real haya dependido demasiado de tres jugadores en ataque, Januzaj, Willian José y Oyarzabal, que ha sido el máximo goleador del equipo con trece goles y además ha realizado un trabajo espectacular sin balón. Willian José empezó mal, era uno de los que más sufría con la forma de jugar de Garitano, y con Imanol ha marcado ocho goles en los 16 partidos que ha jugado y ha sido la principal referencia a la hora de dar salida al balón.
Los errores en la planificación, depender tanto de tres jugadores y no tener un media punta de unas características diferentes se ha acusado especialmente en los partidos jugados contra equipos de menos calidad que trabajaban bien en defensa, sobre todo en Anoeta. Con los últimos diez clasificados la Real ha logrado en casa 11 puntos de 30. En los dos partidos con los últimos cinco ha sumado 12 de 30. Es en estos partidos donde ha estado la clave de no clasificarse entre los siete primeros cuando hace dos años el estilo de jugar de la Real se imponía a este tipo de rivales.
Demasiadas ausencias de jugadores claves
De los datos estadísticos de la temporada que acompañan estas líneas lo más relevante es que un jugador que era suplente para Imanol como Zubeldia ha sido el segundo más utilizado. Eso deja en evidencia las bajas de futbolistas importantes. Illarramendi solo ha jugado 20 partidos como titular, Zurutuza y Januzaj trece y Willian José 28 cuando son cuatro de los cinco mejores jugadores ofensivos del equipo junto a Oyarzabal.
Eso es un golpe durísimo para un equipo. Pero no han sido solo ellos, casi todos los demás han sufrido lesiones y eso ha provocado que hayan jugado 30 jugadores y debutaran nueve canteranos. Eso ha permitido que muchos hayan podido demostrar su nivel y casi todos aprovecharon su oportunidad y eso es muy importante de cara al futuro. Un año difícil ha confirmado que hay una muy buena base en la Real. J.I.