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Nace la asociación ZAIN para trabajar en la conservación y el desarrollo del río Zaraitzu

La asociación ZAIN (Zaraitzu Ibaia Naturala), que ha nacido para la conservación y el desarrollo de este río, ha sido presentada hoy por la mañana en el puente de Biotzari. Su primera actividad será un gran auzolan que se organizará pueblo a pueblo para limpiar de basura el cauce del río (más de 60 kilómetros de longitud), el 10 de agosto.

La presentación en el puente de Biotzari ha corrido a cargo de Marta Bascones, Toño Braco, David Soto y Patxi Mantxo. (ZAIN)

En la presentación de la asociación ZAIN, en el puente de Biotzari, Toño Braco, como vecino y presidente del Concejo de Aspurz, ha tratado de poner voz a lo que les mueve a participar en esta iniciativa.

«Queremos el río Zaraitzu tal cual, como lo vieron, lo vivieron y lo sintieron nuestros padres y madres, abuelas y abuelos. Sin presas, sin canales o túneles. Sin hierro ni hormigón», ha declarado. «Seguimos pensando que trasvasar esta agua a un pantano de Yesa recrecido es una temeridad».

Les preocupan las foces de Arbaiun e Irunberri, monumentos naturales emblemáticos. «El trasvase Salazar-Yesa y el nuevo Plan Hidrológico serán los asuntos que primero nos ocupen».

«Nueva cultura del agua»

«Los pueblos de los valles de Zaraitzu, Romanzado, Almiradio e Irunberri existen porque hay un río que los baña», ha subrayado, por su parte, David Soto, vecino igualmente de Aspurz. «Zaraitzu Ibaia Naturala (ZAIN) es una asociación que va a trabajar por y para la conservación y mejora de este río. Es una asociación que se une por tanto al trabajo de otras por un Pirineo vivo».

Un Pirineo que, según ha defendido, además de apostar por seguir existiendo, debe trabajar por hacerlo fortaleciendo aquello que ha marcado su identidad. «Sin renunciar a nada que suponga añadir comodidad y bienestar a nuestras vidas. Pero sin permitir que el precio a pagar sea el futuro de nuestros valles».

«Se llama nueva cultura del agua», ha detallado. «Habla de conservación. De ahorro del agua y de no alterar los sistemas naturales. Habla de instaurar la cultura de la imaginación a estrategias de pequeño bien hacer. Habla de controlar la demanda y no de aumentar la oferta. Habla de devolver a los ríos y a sus aguas sus funciones y atributos más esenciales. Habla de una gestión del agua desde el principio de solidaridad con las nuevas generaciones».

Ha agregado que esta ha sido en realidad la forma de hacer de las personas que han habitado estos valles desde sus inicios. «Por desgracia, no son pocos los ríos que han visto interrumpido su ciclo natural en lugares que nos son muy cercanos. Tanto es así, que a día de hoy el Zaraitzu es el único de los grandes ríos pirenaicos navarros, cuyas aguas no han sufrido el devastador efecto de ver reguladas sus aguas».

Hoy este río cuenta con leyes y normas que lo protegen. Pero saben que «esa nueva cultura del agua se enfrenta a quienes una y otra vez han tenido capacidad para actuar contra las leyes y las normas».

ZAIN adquiere un compromiso especial por llevar adelante cuantas acciones sean necesarias para que «los amantes de la cultura del agua vista como negocio no arruinen el futuro de estos valles. Pero sobre todo, ZAIN va a trabajar en positivo por hacer partícipes a vecinos y vecinas, visitantes, asociaciones e instituciones del valor patrimonial que representa el río Zaraitzu».

Un auzolan de 60 kilómetros

En tercer lugar, Patxi Mantxo, vecino de Aspurz y de raices salacencas, se ha encargado de explicar una propuesta de trabajo de la asociación para este próximo verano. Se trata de un auzolan que se realizaría el sábado 10 de agosto para limpiar y recoger basura de cauce y orillas.

El área de acción será la que abarca todo el recorrido del río «ampliable a los afluentes mayores que son Anduña, Zatoia, Zaldaña y Jabrós», desde Otsagabia hasta Irunberri donde se une al Irati. La longitud limpiar es superior a 60 kilómetros, por lo que organizarán grupos de trabajo en todos y cada uno de los pueblos de manera coordinada pero con autonomía.

La jornada tendrá tres partes: Limpieza; recogida pueblo por pueblo de los residuos extraídos del río; y fiesta en la que se reunirá a todas las voluntarias que lo deseen para comer juntas, bañarse, hacer juegos para txikis, disfrutar de la música… El sitio que se cree más idóneo es la foz de Arbaiun.