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El agresor de Izar seguirá en libertad provisional hasta la celebración del juicio

El autor confeso de la agresión a Izar, hija de la expresa Sara Majarenas, seguirá en libertad provisional hasta que se celebre el juicio. La Audiencia Provincial de Valencia no ve motivos para modificar su situación procesal al entender que ha cumplido con las medidas cautelares que le impusieron.

Sara Majarenas, tras salir de prisión. (Gorka RUBIO / FOKU)

La Audiencia Provincial de Valencia ha acordado que el agresor de Izar continúe en libertad hasta que se celebre el juicio, al no ver motivos para cambiar su situación procesal.

Stytianos Messinezis, padre de la niña y expareja de Sara Majarenas, quedó en libertad provisional en febrero pasado por considerar el juzgado que la instrucción se había «excedido en el tiempo» y que la prisión provisional es una «medida excepcionalísima». El pasado martes tuvo lugar en la Audiencia de Valencia la vista para decidir sobre su situación; tanto la Fiscalía como la acusación particular solicitaron su encarcelamiento hasta la celebración del juicio.

Sin embargo, en el auto que ha hecho público hoy, al que ha tenido acceso NAIZ, la Audiencia considera que no han variado las circunstancias por la que se decretó su libertad provisional –«no se ha incrementado el riesgo de fuga desde la fecha en la que fue puesto en libertad»– y señala que el acusado «ha cumplido con todas y cada una de las medidas cautelares y presencias requeridas judicialmente», por lo que acuerda que siga en libertad con las mismas medidas cautelares. Tiene que comparecer diariamente ante la Guardia Civil y semanalmente en sede judicial. Se le prohíbe la entrada, estancia o residencia en la CAV al tiempo que se le impone la prohibición de aproximarse a Majarenas e Izar a menos de 2.000 metros de su domicilio, lugar de trabajo, centro escolar o domicilio de los progenitores de Sara Majarenas. 

El tribunal no aprecia riesgo de fuga. «La posibilidad de huir de la justicia la ha tenido aquel a lo largo de la existencia de esta causa, que es sin duda un periodo de tiempo importante y desde que fue notificada la sentencia [de libertad provisional]» hasta que tuvo lugar la vista el pasado martes.

Familiares de Sara Majarenas e Izar comparecieron el lunes en Donostia y desvelaron que las medidas cautelares impuestas al agresor conllevan que Majarenas tenga que llevar permanentemente un dispositivo para estar todo el tiempo localizada y cargar su batería cada ocho horas, además de no poder salir de la CAV «por miedo» dado que la limitación de movimiento del agresor solo se ciñe a ese territorio.

Por su parte, Izar tiene que estar igualmente vigilada, se le acompaña a la ikastola cada mañana y se vigila su salida cada tarde, con el estrés que ello supone para la pequeña y su familia.