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De Carmena a Asiron; exalcaldes, esos jarrones chinos que a veces sí saben dónde ponerse

48 horas después de perder la Alcaldía, Manuela Carmena ha acudido esta mañana al Ayuntamiento para renunciar a su acta de concejala. En Euskal Herria también ha sido habitual dejar el Consistorio tras perder la vara, aunque la diferencia real estriba en qué es lo que se hace después.

Asiron y Carmena, el pasado sábado. (Jagoba MANTEROLA/FOKU - Oscar DEL POZO/AFP)

Felipe González definió como «jarrones chinos» a los expresidentes del Gobierno, queriendo significar que quedaban reducidos a figura decorativa y que a veces «nadie sabe dónde ponerlos» porque acaban siendo molestos. La frase tenía gracia, pero evidentemente era muy falsa en su propio caso: además de seguir marcando al partido desde la Ejecutiva Federal y el institucional estatal desde el Consejo de Estado, siempre quedan los consejos de administración privados, en su caso Gas Natural, con que llenar los bolsillos a espuertas.

Tras el sábado, para muchos y muchas hoy es todo un «lunes», el primer día hábil como exalcalde. La madrileña Manuela Carmena, por ejemplo, no ha esperado para ir al Ayuntamiento a las 9.00 y registrar su renuncia a la Concejalía. «No voy a hacer declaraciones, queridos amigos, yo aquí ya no soy nadie. Hoy aquí renuncio» ha declarado a los medios. Ha afirmando sentirse «muy bien». «Ya veremos», ha contestado a la pregunta de qué va a hacer a partir de ahora. La candidata que ocupará  su escaño será a número 20 de la lista de Más Madrid, Carolina Pulido.

A esa misma hora, por contra, el ya exalcalde de Iruñea, Joseba Asiron, ha estado en los micrófonos de Euskadi Irratia, donde ha valorado la situación creada el sábado y se ha mostrado animado con la posibilidad de seguir trabajando para que el cambio vuelva al Consistorio de Iruñea cuanto antes. Eso sí, Asiron no ha ocultado que le gustaría poder compatibilizar la jefatura de la oposición desde la bancada de EH Bildu con «algunas horas» en su profesión de docente, dando clases de arte en la ikastola. De hecho, en estos cuatro años Asiron no ha abandonado su vocación de historiador.

Que no hay una hoja de ruta única para estos casos lo refleja el caso de Donostia. En 2015, tras cuatro años en la Alcaldía, Juan Karlos Izagirre (EH Bildu) volvió a ejercer como médico, pero sin perder el contacto con la política y el trabajo en su formación, que ha hecho que ahora vuelva a primer plano liderando la candidatura a Juntas Generales de Gipuzkoa.

Cuatro años antes, Odón Elorza decidió que tras 20 años como alcalde donostiarra tampoco tenía sentido ser un concejal más. Optó por marcharse y seguir carrera en otra institución, el Congreso de los Diputados. El mismo camino que, por ejemplo, hizo Javier Maroto al quedar descabalgado en Gasteiz en 2015.

En este caso lo llamativo fue que no cogiera el relevo de Elorza el segundo de la lista, sino que de Gasteiz (donde era viceconsejero de Transportes) llegara Ernesto Gasco para sustituirle al frente del grupo, pese a que ni siquiera había sido elegido edil al ser el décimo de la lista del PSE. Como se ve, la diferencia no es solo qué hace después cada exalcalde y sino cómo se materializan sus relevos en caso de producirse.