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La prensa madrileña desata la tormenta contra el gesto de Chivite

La caverna mediática carga con todo. El PSN dio ayer en el Parlamento un gesto claro de que aspira a llevar a María Chivite a una investidura apoyada en una abstención de EH Bildu. Los medios de la derecha trasladan la presión a Ferraz en busca de que rompa la baraja. 

Ejemplares de periódicos madrileños en un estanco. (Aritz INTXUSTA)

Ferraz siempre ha sido la llave de todo. Ayer, después de que solo pasaran a la segunda votación Geroa Bai y el candidato de Navarra Suma, los parlamentarios del PSN recibieron una llamada. Había que votar por Unai Hualde (presidente del PNV en Nafarroa). Como no hubo un acuerdo cerrado para los demás puestos de la Mesa –por la negativa de Geroa Bai a dejar a EH Bildu fuera de este órgano– los votos de Geroa Bai, EH Bildu e I-E consiguieron que EH Bildu no quedara fuera. 

La prensa madrileña, con su visión simplista sobre lo que ocurre en Nafarroa, trata de usar esto para toperdear tanto una posible investidura de Chivite como la del propio Pedro Sánchez. Hasta ahora, estos poderes fácticos siempre han ganado el pulso a Ferraz. Se hace imprescindible, por tanto, tenerlos muy en cuenta. 

Para el editorialista de ‘La Razón’ la clave es Otegi. La decisión del PSN se traduce en que Pedro Sánchez se ha echado en los brazos del dirigente abertzale y vincula lo ocurrido con la propia investidura del presidente español en funciones. «Sánchez renuncia a los dos diputados que UPN le había ofrecido para su investidura, si a cambio apoyaba a Navarra Suma y, de esta manera, no se veía obligado a apoyarse en una formación como la que lidera Otegi. No ha sido así: el PSOE gobernará con EH Bildu en Navarra». Esto lo hila, además, con la posibilidad de EH Bildu con aquellos ‘Viernes Sociales’ con los que Sánchez aprobó durante la campaña, allanando su triunfo. El editorial termina agitando el espantajo de la Transitoria Cuarta. La información principal, la que va fuera de las páginas de opinión, sostiene que ya son 12 meses de guiños entre Otegi y Sánchez. 

 

La portada de ‘ABC’ es la más llamativa y la información de las páginas interiores no se le queda atrás. Vuelven a vincular lo ocurrido ayer con la investidura de Sánchez. Dan por hecho que, tras apoyar Chivite la a Unai Hualde, la llamada «vía navarra» se puede dar por muerta. Se refieren, con eso, a los dos votos de Navarra Suma que harían a Sánchez alcanzar los votos mínimos para la investidura (una vía, por cierto, que se sustentaba con alfileres pues tenían que votar tanto los diputados de NA+ como los del PNV). Muerta esa opción, concluyen que Sánchez depende de la abstención de Ahora Repúblicas. En una columna de opinión, bautizan ese nuevo acuerdo como «Frankenstein 2» (recuérdese que a la suma de votos que propició la moción de censura a Rajoy la caverna le llamó «pacto Frankenstein»). Completa la información una entrevista a salto de mata de Javier Esparza, en la que afirma que el PSOE está «traicionando a sus muertos».

También ‘El Mundo’, en su editorial, insiste en que vuelve la «coalición Frankenstein» y recuerda que el inventor de aquel nombre fue Alferdo Pérez-Rubalcaba. Sostienen que el PSN «ha entregado Navarra al aval de EH Bildu». Eso, para el editorialista es «carísimo», porque supone «blanquear a Bildu». El periódico insiste en que Sánchez tenía «alternativas más decentes» y luego se enorgullece de decir que ya habían previsto que esto pasaría. En la página de información (realmente, el texto resulta indistinguible de un artículo de opinión) han titulado «Chivite acepta el primer trágala». Recogen, asimismo, declaraciones de Esparza denunciando que «con los amigos de los asesinos no se puede pactar» y de Inés Arrimadas, que vivió su fiasco, desde la tribuna del Parlamento foral. La de Ciudadanos califica lo sucedido de «infamia». Merece destacar también una engolada columna de Joseba Arregi, que arranca hablando de los reyes navarros Enrique III y Enrique IV y promulga que «no hay ética sin verdad». Unas líneas más allá, pierde la compostura y baja a lo chusco, señalando que no son aceptables los pactos con EH Bildu ni siquiera «con preservativo»

Las informaciones de ‘El País’ van mucho más secas y descriptivas. Relatan qué pasó ayer en el Pleno e indican que, el mismo lunes, será el presidente Hualde quien marque los compases de la ronda de contactos real, esa que termina –se supone– con Chivite presentándose a una investidura. La ha escrito un periodista local y eso se nota y se agradece. Lo habitual en estos medios es que, para grandes eventos en una comunidad tan pequeña como la navarra, traigan a profesionales de fuera y acaben publicando textos marcianos. En cualquier caso, tampoco ‘El País’ se presenta como firme defensor. Luis Aizpiolea valora la jugada como de riesgo. Augura que un gobierno con Chivite al frente estará sometido «a un fuego cruzado entre Bildu y la derecha farisaica». Es el periódico que menos importancia da a lo ocurrido en su portada.

La espiral de decadencia en la que está sumida la prensa madrileña, donde no hay un solo periódico de papel que salga rentable y todo se aguanta por ideología, hace que cada vez sea más obligado leer ‘La Vanguardia’. La propia portada de hoy de ese periódico lo deja meridianamente claro: son los más leídos. «El PSN salvó la bola de partido en el último segundo. Los socialistas llegaron a un acuerdo con Geroa Bai cediendo a las dos peticiones de la franquicia del PNV en el territorio. Por un lado, dieron la presidencia de la Cámara al candidato jeltzale, Unai Hualde, y, por otro, permitieron, por omisión, la presencia de EH Bildu en la Mesa del órgano rector, una condición innegociable para los peneuvistas. El pacto de ayer supone un balón de oxígeno para el PSN, que mantiene abierta la posibilidad de un gobierno foral encabezado por María Chivite». Sería un buen resumen. También apuntan que esto allana una investidura de Sánchez, pero no se atreven a darlo por hecho, como ya hacen los que creen que Frankenstein ha vuelto.