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Enfrentamiento diplomático entre Italia y Alemania por la capitana del Sea Watch 3

Las autoridades alemanas han exigido hoy oficialmente a Italia la liberación de la capitana del barco humanitario Sea Watch 3, detenida hace dos días tras haber atracado forzosamente en Lampedusa, un enfrentamiento que tensa las relaciones entre los dos países por la política migratoria de Europa.

La capitana Carola Rackete es trasladada ante el juez en la localidad sicialiana de Agrigento. (Giovanni ISOLINO/AFP)

La solicitud de liberación de la capitana Carola Rackete ha sido realizada por el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, después de que la joven alemana al mando del barco Sea Watch 3 desembarcara a 40 migrantes extenuados tras permanecer 17 días bloqueados a bordo. «Desde nuestro punto de vista, el procedimiento judicial sólo puede concluir con la liberación de Carola Rackete», ha escrito Maas en un tuit.

La alemana Rackete, de 31 años, desafió las disposiciones del ultraderechista ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, al violar la prohibición de atracar en un puerto italiano, por lo que hoy fue trasladada ante un juez de Agrigento, en Sicilia.

La comandante, con experiencia por haber navegado en barcos rompehielos en el Ártico y la Antártida, sabía que se enfrentaba a la cárcel, pero ahora puede ser condenada a hasta 10 años de prisión por «resistencia a un navío de guerra».

La nueva acusación fue hecha tras haber obligado la madrugada del sábado a una lancha de la Guardia di Finanza, encargada de impedirle que se acercara al muelle, de apartarse ante el riesgo de quedar empotrada contra el malecón.

Acusada también de favorecer la inmigración ilegal al rescatar el 12 de junio a un grupo de 53 migrantes frente a las costas de Libia y de haber entrado sin permiso el miércoles en aguas territoriales italianas, la comandante se ha convertido en un símbolo por su defensa de los migrantes que intentan llegar a Europa cruzando el Mediterráneo.

La Fiscalía italiana podría decretar su libertad a la espera del juicio y posteriormente expulsarla del país.

Listo el decreto de expulsión

Por su parte, el ministro Salvini no pierde ocasión para advertirle de que ya tiene listo y firmado el decreto de expulsión, fiel a su estilo agresivo de gobernar.

Ha acusado a Rackete incluso de haber cometido «un acto de guerra» por haber querido hundir una lancha de la Guardia di Finanza –a cuya tripulación la capitana alemana pidió disculpas– y la ha descrito como a una «mujer rica y blanca».

«Mi vida ha sido fácil, he podido frecuentar tres universidades, me gradué con 23 años. Soy blanca, alemana, nacida en un país rico y con el pasaporte correcto. Cuando me di cuenta, sentí la obligación moral de ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades que yo», contó en una entrevista al diario italiano ‘La Repubblica’.

Su padre recordó al diario ‘Il Corriere della Sera’ que esa sensibilidad social se despertó muy joven cuando recorrió toda Sudamérica en autostop y conoció las injusticias y desigualdades que azotan la región.

Durante todos estos años se ha movilizado por la defensa del medio ambiente y los derechos humanos y ahora protagoniza en solitario toda una batalla contra un Estado.

Rackete ha afirmado, según el testimonio enviado por su abogado a ‘Il Corriere della Sera’, que su irrupción en el puerto de Lampedusa con 40 inmigrantes a bordo se debió a la «desesperación» y al miedo a que algunos de los rescatados pudieran quitarse la vida tras varios días atrapados en el barco, ya que varios habían comenzado a autolesionarse.

«Nos oponemos a la criminalización del rescate marítimo», ha señalado el ministro alemán de Exteriores. «Salvar vidas es una obligación humanitaria», ha reiterado Maas tras pedir «una solución europea urgente» al drama migratorio. «El regateo para la distribución de los refugiados es indigna y debe detenerse», ha reconocido.

El tema está sobre la mesa e incluso ha sido abordado hoy en Bruselas entre el primer ministro italiano, Giovanni Conte, y la canciller alemana, Angela Merkel .

«Le expliqué que no podemos intervenir para dictar la conducta de los jueces», ha escrito Conte en Twitter.

«Con estas decisiones Italia se aleja de Europa. Se trata de ensañamiento ilegítimo e ilícito por parte de Salvini», ha lamentado el alcalde de Palermo, Leoluca Orlando.

También el alcalde de Lampedusa, Salvatore Martello, considera que se trata de una decisión política clara contra las embarcaciones humanitarias que rescatan migrantes tras recordar que «más de 600» personas han llegado a la isla en menos de un mes. La mayoría, a bordo de pateras improvisadas. «Anoche había 25, incluyendo mujeres y niños (...), pero nadie está dispuesto a hacer un espectáculo frente a las cámaras de televisión», ha comentado.

Apoyo neerlandés

El Gobierno neerlandés ha manifestado hoy su respaldo a las autoridades italianas. Su secretaria de Estado de Inmigración, Ankie Broekers-Knol, ha afirmado en una carta a las autoridades italianas y recogida por el diario "Il Corriere della Sera" que el Sea Watch 3 podría haber ido a Túnez o Libia tras el rescate y expresa su «solidaridad total con Italia» por la emergencia migratoria.

También ha respondido a las acusaciones de «indiferencia» lanzadas por Salvini contra Países Bajos y en un tono cortés, pero firme ha destacado que el hecho de que un buque tenga bandera de un determinado Estado –el Sea Watch 3 lleva pabellón neerlandés– «no implica una obligación para ese Estado de acoger a las personas rescatadas» como dijo Salvini.