A punto de cumplir dos meses en prisión, Josu Urrutikoetxea sigue sin recibir visitas de su familia
El próximo lunes se cumplirán dos meses desde la detención de Josu Urrutikoetxea, cuando acudía, para ser tratado de una dolencia grave, al hospital de Sallenches. En este tiempo, el histórico militante de ETA no ha recibido la visita de su familia ni ha sido intervenido de la afección urológica que le pautó el médico antes de su arresto.
Así lo ha confirmado Egoitz Urrutikoetxea a NAIZ. La familia sigue sin poder visitar o mantener contacto telefónico con Urrutikoetxea, ingresado en la parisina prisión de La Santé.
El hijo de Urrutikoetxea no ha ocultado la preocupación de la familia por esta falta de contacto con el preso, y en particular por el estado de salud de su padre, toda vez que el médico que le atendió en Sallenches (Alta Saboya) le pautó una intervención quirúrgica que debía tener lugar como muy tarde en el plazo de un mes, el cual se ha superado con creces.
Urrutikoetxea ha sido trasladado hoy, una vez más, desde la cárcel al Tribunal de Apelación de París para recibir una notificación judicial.
En esa comparecencia se le ha dado cuenta de una nueva orden de entrega -la tercera- cursada desde Madrid, esta vez por el denominado «sumario de las herriko taberna».
La euroorden se basa en procedimientos judiciales de inicios del 2000 y, tras su notificación, el tribunal deberá abordar la cuestión de fondo y fijar fecha de juicio.
Con anterioridad ya le fueron notificadas sendas euroórdenes relativas al atentado contra la casa-cuartel de Zaragoza (1987) y al secuestro de un directivo de Michelin en 1980.
Otra audiencia
Según la agencia española Efe, ese trámite para fijar el juicio por la tercera euroorden se produciría la semana próxima, concretamente el 17.
De acuerdo a lo explicado a NAIZ por su hijo, bien en esa fecha «o en otra, pero en todo caso antes del 24 de julio», el tribunal debe abordar además sobre la demanda de libertad interpuesta por los abogados del preso vasco.
Cabe recordar que en lo que se refiere a las dos causas por rebeldía por las que la justicia gala condenó a Urrutikoetxea, el tribunal decretó la libertad bajo fianza del vecino de Ugao.
Sin embargo, Urrutikoetxea, que cuenta 68 años de edad, fue retenido primero por la Dirección General de Seguridad Interior gala (DGSI) y luego reingresado en La Santé, en una decisión que tanto la familia como la defensa del hombre que leyó la declaración del final de ETA, el 3 de mayo de 2018, denunciaron como una injerencia de la Fiscalía para evitar el cumplimiento de «una decisión de justicia».