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El amargo sabor del segundo puesto para un ganador en las escapadas

Pello Bilbao cruzó la meta con el más amargo de los sabores que deja el ciclismo, el del segundo puesto. Tuvo que soportar además la bronca de Mühlberger, al que recordó que hay que saber perder, y el vizcaino dio ejemplo al ir a felicitar a Simon Yates antes de atender a la prensa.


Pello Bilbao reconoció tras la etapa que «Simon Yates ha sido más rápido, ha entrado primero en la curva. Pensaba que tendría margen a rebasarlo, pero no tenía fuerzas ni para mantenerme encima de la bici. Me ha faltado chispa. Sabe amargo después de verlo tan cerca, pero no había fuerzas para más. He intentado jugar mis cartas, sabía que no podía lanzar un sprint largo, he intentado ponerlos nerviosos y tratar de aprovecharme de ellos. Conocía la llegada, incluso el director me la iba repasando continuamente por el pinganillo, pero no tenía piernas».

En todas sus declaraciones mostraba el sabor agridulce por la satisfacción de verse en la disputa de la etapa y la amargura del segundo puesto después de acostumbrarse a ganar en las dos escapadas que disputó en el Giro. «No tengo muchas ocasiones, y cuando se me presentan intento no fallar. Hoy he estado cerquita. Por lo menos he demostrado que cuando tengo la ocasión estoy ahí y que sé cómo hay que hacer las cosas. Ha sido una pena porque no me gusta fallar en estas ocasiones, normalmente cuando la meta está tan cerca y voy en un grupo pequeño no suelo fallar. Estoy contento aunque ha sido una pena el segundo puesto porque estas oportunidades no aparecen cada día. Aunque sé que es mi primer Tour y espero tener más oportunidades en el futuro».

Añadía que en la última subida «he tenido que sufrir, coger mi ritmo, tratar de no hundirme y mantener el paso en esa diferencia de 10-15 segundos porque sabía que así podría cogerlos en la bajada. Iba justo de fuerzas y las posibilidades se han reducido. He intentado jugar bien mis cartas en la ultima curva, pero los dos corredores que iban conmigo eran rápidos y tenían más chispa. En los últimos relevos he notado que me faltaban las fuerzas. En el descenso veía que estaban un punto por encima de mí, he intentado bajar el ritmo a propósito para recuperar y ver si el grupo de atrás se acercaba, para que Yates y Mühlberger estuvieran obligados a trabajar, pero atrás tampoco había fuerzas ni orden y no ha sido posible. Simon Yates también ha hecho un buen sprint, estaba fresco y ha sido inteligente».

La primera cosa a aprender, saber perder

Se lamentaba de preocuparse más de Mühlberger: «A priori tenía un punto de velocidad más que Yates. Si se repitiera intentaría entrar primero, pero estaba pendiente de que Mühlberger lanzara el sprint y al final ha sido Yates el que lo ha lanzado. Había que entrar primero en la curva». Pello Bilbao tuvo que soportar la bronca de Mühlberger en la llegada: «Me ha venido gritando enfadado y le he dicho que la primera cosa que hay que aprender en el ciclismo es a saber perder también. Ha entrado el último en la curva, por fuera, y no le iba a dejar la puerta».

A partir de ahora se plantea que deberá trabajar para Fuglsang. «Quizás ésta era mi única oportunidad. Ahora hay que pensar en Jakob, trabajar duro y ver si tenemos posibilidades de podio. En la etapa del Tourmalet creo que se presentará una batalla para los de la general e intentaré estar ahí con Jakob y empezar a remontar posiciones».

El preparador físico vasco del Astana, Aritz Arberas, trasmitía a GARA que «ha sido una gran pena porque después del Giro Pello ha trabajado muy bien en casa y muy concentrado. En la carrera de un ciclista suele haber pocas oportunidades de ganar una etapa en el Tour, ésta ha sido una y perderla por muy poco es una pena, pero demuestra que está fuerte y falta mucho Tour. Pensábamos que Pello tenía opciones porque es rápido y conocíamos la llegada, pero ganar a un corredor como Yates siempre es difícil. Ha sido una escapada peleada, todos los ciclistas son de mucho nivel y en el futuro estaremos felices por el segundo puesto, pero en este momento estamos un poco tristes».

En la meta había muchos aficionados vascos y entre ellos estaba con su bicicleta I&bs;ñigo Elosegui, que se ha acercado a los Pirineos para ver las etapas y prepararse para el Tour del Porvenir. También se pudo ver un detalle que refleja la dureza de la carrera que no se aprecia por la televisión. El doble ganador de etapa en la última Vuelta, Ben King, se detuvo nada más cruzar la línea de meta durante varios minutos, exhausto, a pesar de llegar a 18:58 sin poder seguir al primer grupo.

 

Fraile: «hemos estado toda la bajada preguntando a ver cómo y con quién iba»

Los corredores de Astana vivieron con emoción el final de la etapa con la información que daban los directores desde el coche. El santurtziarra Omar Fraile trasmitía a GARA tras cruzar la meta que «ha sido una pena, hemos estado toda la bajada preguntando a ver cómo y con quién iba, pensábamos que Gallopin era el más peligroso. Ahora mismo tienes la amargura de ser segundo, pero si tienes las piernas ¿por qué no volver a intentarlo?».

Fraile explicaba además las razones por las qué ni Astana ni ningún otro equipo que estaba llamado a mover la carrera la endurecieron y se la tomaron con tranquilidad: «Con la crono que tenemos mañana gastar mucho hoy podría ser perjudicial y se ha visto que todos los líderes querían un poco de calma para afrontar la crono y la etapa del Tourmalet. Se ve mucho cansancio en el pelotón. Está siendo muy duro, la gente está muerta».J.I.