INFO

«Intentamos revolucionar la arquitectura, darle la vuelta»

Stoor es una plataforma de compraventa de proyectos arquitectónicos que conecta a arquitectos con constructores y promotores inmobiliarios. Esa es la función principal de un marketplace que en el futuro sumará servicios como la prescripción de materiales


Comprar, descargar, modificar, construir. En Stoor se puede adquirir la documentación necesaria para edificar una vivienda, el resto lo pone el comprador. Sus creadores son el arquitecto Aitor Arteta, del estudio Bamboo Arquitectura de Gatika, y Taig Mac Carthy, cofundador de startups como Gïk o Plato Hola. Arteta conoce de primera mano lo difícil que resulta cumplir los plazos de entrega cuando los medios son escasos, y como solución ideó esta plataforma. Inspirada en las web basadas en plantillas modificables, aprovecha las posibilidades del método Building Information Modeling (BIM): modelos virtuales, maquetas de 3D, que permiten que los proyectos puedan ser estandarizados y repetitivos. Así, se puede vender un mismo trabajo a varios clientes para construirlo o emplearlo como base de un nuevo diseño.

Sus promotores creen que el modelo tradicional de un proyecto, un cliente «está caduco; en el mundo digital todo esto ha cambiado. Intentamos revolucionar la arquitec- tura, darle la vuelta». Pero no se «saltan» al arquitecto, imprescindible para una obra.

Al igual que el proveedor obtiene una mayor rentabilidad de sus trabajos, el comprador los adquiere por un precio más reducido. El importe varía dependiendo del tipo de proyecto –básico, de ejecución, construcción– y de edificio. El de una vivienda unifamiliar cuesta en torno 1.500€ y el de un bloque de pisos 10.000€, «en el mercado tradicional rondaría 100.000-120.000€. Es un ahorro importante», apunta Arteta. Sus clientes potenciales son promotores inmobiliarios así como otros arquitectos.

El funcionamiento es sencillo: los usuarios publican los contenidos gratuitamente, la plataforma los promociona, y cuando alguien lo compra, Stoor se queda con el 20% del precio. Las ventas son aún reducidas, suman un total de 6.000€, por lo que trabajan en nuevas líneas de negocio para sostener la iniciativa en sus primeras fases, hasta generar volumen de contenido: convertir proyectos de Autocad a BIM, conectar clientes con profesionales especializados, o prescribir materiales y marcas. Con este último servicio calculan que podrían «monetizar un 3%-5% de precio de venta al público del material, que es donde realmente está el dinero».

Actualmente, tienen una veintena de proyectos en Stoor, y en torno a sesenta por completar. Antes de publicarlos el equipo se asegura de que tengan unos contenidos mínimos: un modelo BIM, planos en Autocad, documentación, fotos… y realiza otras comprobaciones, que reforzarán tras un reciente error: un perfil falso ofrecía los planos de la Sagrada Familia de Gaudí por 1.000€.

Stoor dio sus primeros pasos hace año y medio, tras dos de maduración. Es una spin-off de Bamboo que en breve constituirán como empresa, porque «en enero posiblemente hagamos una ronda de financiación». Han recibido 30.000€ de ayuda de BEAZ y SPRI, a lo que han sumado capital propio y los 10.000€ de premio BBSC que ganaron en 2018. Arteta sabía que emprender era duro, «hace falta estomago, paciencia y resiliencia para salir de los baches»; pero «mil a uno» prefiere este camino a cualquier otro.