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Londres plantea a la UE una fórmula para «suprimir» la salvaguarda irlandesa

La propuesta remitida por el Gobierno británico este miércoles a la Unión Europea (UE) prevé «suprimir» la salvaguarda diseñada para evitar una frontera en el norte de Irlanda y sustituirla por un «área regulatoria» provisional en la isla que evitaría controles fronterizos.

Boris Johnson, este miércoles en el Congreso del Partido Conservador. ( STEFAN ROUSSEAU / AFP)

El Parlamento norirlandés debería dar su visto bueno a ese arreglo antes de que entre en vigor. así como ratificar su aprobación cada cuatro años. El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, ha subrayado que es la última oferta que piensa poner sobre la mesa.

Los detalles del plan han sido remitidos a Bruselas de manera oficial en una carta dirigida al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, bajo el título «Un compromiso razonable y justo».

El líder ‘tory’ señala en la carta que la salvaguarda que aceptó su antecesora, Theresa May, era un «puente» hacia la futura relación que ella quería establecer con la Unión Europea.

Johnson, sin embargo, no desea que el Reino Unido esté tan «integrado» en las estructuras comunitarias como ella pretendía, sino que aspira a firmar un acuerdo de libre comercio que le permita «retomar el control» completo de su política con terceros países.

«En esas circunstancias, la cláusula propuesta (para el norte de Irlanda) es un puente hacia ninguna parte y debemos encontrar un nuevo camino» recalca en su misiva.

«El compromiso que nosotros proponemos suprime la llamada salvaguarda, incluida en el anterior acuerdo de salida», explica Johnson.

La propuesta británica estipula que el norte de Irlanda debe abandonar la unión aduanera comunitaria cuando el Reino Unido rompa sus lazos con la UE, una vez transcurrido un periodo de transición que se alargaría, previsiblemente, hasta finales de 2020.

La región de los seis condados se mantendría alineada con las regulaciones del mercado único, pero tan solo en lo referente a la libre circulación de mercancías, lo que evitaría que se levanten barreras fronterizas con la República de Irlanda, tal como exigen los acuerdos de paz firmados en 1998.

El papeleo necesario para importar y exportar bienes a través de esa frontera irlandesa, el único límite terrestre que habrá entre el Reino Unido y la UE tras el Brexit, se haría de manera «electrónica», según esa propuesta.