La ambulancia de Sare recorrerá Euskal Herria para informar de la situación de los presos enfermos
Durante los próximos tres meses la ambulancia de Sare recorrerá una quincena de localidades, en las que están previstas diferentes movilizaciones para reclamar la puesta en libertad de los presos gravemente enfermos.
Desde este jueves la ambulancia de Sare recorre los pueblos y ciudades de Euskal Herria para informar de la situación de los represaliados vascos enfermos. Bajo el lema “¡Presos gravemente enfermos a casa!”, pasará durante los próximos tres meses por una quincena de municipios, donde están previstas movilizaciones para reclamar la puesta en libertad de los presos gravemente enfermos.
En rueda de prensa, Joseba Azkarraga y Bego Atxa han denunciado que «mucho tiempo después de que ETA tomara sus decisiones que desembocaron en su desaparición, la situación de los presos y presas vascos puede enmarcarse en la de la excepcionalidad y el castigo como norma». Y han censurado que «una sociedad que se dice democrática no debería permitirse que el odio y la venganza de la cárcel como castigo sustituya a lo indicado en la propia legislación penitenciaria, y la reintegración del preso en la sociedad se sustituya por un camino, lento pero continuo, hacia la muerte para muchos de estos presos».
«Las graves enfermedades, que un número importante de ellos padecen, son incompatibles con la cárcel. Y esta afirmación no es nuestra, es de los propios profesionales de la sanidad, que de esta manera se han pronunciado en repetidas ocasiones», han apuntado antes de recordar que «la legislación permite, como ha ocurrido en el caso de Aitzol Gogorza o Ibon Iparragirre, una prisión atenuada, recibiendo el tratamiento necesario bajo la supervisión de sus médicos de confianza. Lo que exigimos a través de esta nueva iniciativa es que este criterio sea de aplicación al resto de los presos gravemente enfermos».
Han destacado que «no estamos pidiendo nada que no esté recogido en la legislación interna y en las normas internacionales. Estamos pidiendo cumplimiento de la ley y humanidad». «¿Es tan difícil que se aplique su propia legalidad? ¿Es tan difícil analizar la situación de cada uno de estos presos enfermos, desde una visión de legalidad y de derechos humanos?», han preguntado. Y han advertido de que, «en contra de lo que se mantiene desde el Gobierno, la cárcel no es una escuela de libertad ni un marco adecuado para el tratamiento de los problemas de salud física y mental».
«Al contrario, las cárceles, y sobre todo para los presos y presas vascas, se han convertido en espacios de impunidad y de castigo, lo que las convierten en injustas e inhumanas por defnición. Hoy las cárceles se han convertido en un almacén de seres humanos y, por ello, denunciamos que la Justicia Penal continúa mostrando su cara más obscena: La del castigo y la venganza». Han recordado que a la situación de enfermedad se suma en muchos casos el alejamiento impuesto por Madrid y París. «con lo que nos encontramos con una venganza doble. Aunque bien es cierto que la venganza del alejamiento se ejerce fundamentalmente contra el colectivo familiar».
«No es claudicar, es cumplir la ley»
Por último, han subrayado que «la condena impuesta por los tribunales de justicia les priva de su libertad, pero no les puede privar del derecho a la salud y del derecho a la vida. No existe ley, ni reglamento ni norma alguna que indique que cualquier persona, por el hecho de estar privada de libertad, debe de ser también privada de su derecho a la salud y a un trato digno».
«Desde Sare no queremos dejar de manifestar que el cumplimiento de la legislación penitenciaria no puede entenderse como una claudicación del Estado. Poner en libertad a los presos gravemente enfermos no es claudicar, es cumplir la legislación interna y europea», han añadido.