Mayor Oreja ve el origen del «desorden» de Catalunya, del Brexit y de los chalecos amarillos en «el día que se legaliza el aborto»
Jaimer Mayor Oreja, exministro de Interior en la época de Aznar, exeurodiputado, exparlamentario en Gasteiz y que fue incluso candidato a lehendakari por el PP, dice, en una entrevista concedida a ‘El Mundo’, que «todo este desorden que estamos viviendo arranca el día en que se legaliza el aborto». «Todo lo demás es un plano inclinado. La expresión de una decadencia», apostilla.
No por tenernos acostumbrados a los exabruptos más esperpénticos deja de sorprender Jaime Mayor Oreja. En esta ocasión, el presidente de la Federación Europea ‘One of Us’, que se jacta de reunir a «casi todas las organizaciones provida y profamilia de Europa», sitúa el «día en que se legaliza el aborto» como origen de prácticamente todos los males conocidos.
Mayor Oreja, en una entrevista concedida al diario ‘El Mundo’, expresa a las claras «este desorden que estamos viviendo» y que no duda en calificar de «tragedia». Pero ¿a qué se refiere exactamente? Pues habla del Brexit, de «lo que ha pasado en Francia con los chalecos amarillos» o de «lo que está pasando en Barcelona».
A su juicio, el origen de todo ese «desorden» está muy clarito: «el día en que se legaliza el aborto». Ahí es nada.
«Europa solo podrá existir en el mundo si se recupera una dimensión moral y espiritual, que es lo que nos debe singularizar respecto de los chinos», abunda. Él ya se entiende.
Claro que el bueno de Mayor no pierde opción para sacar la cuestión vasca que, como es sabido, todo lo salpica: «Cataluña y País Vasco son sociedades donde antes que una crisis política ha habido una crisis moral. En Cataluña hay una batasunización mimética (…) Cataluña ya está en el límite de la violencia, del terrorismo».
Para concluir por todo lo alto, volvemos al principio, que no tiene desperdicio: «Europa no está siendo fiel a sus raíces cristianas ni a la naturaleza de la persona humana. Hoy se produce en toda Europa un desorden extremo. La mentira prevalece sobre la verdad». Pues nada. Amén.