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‘El oso Ondo’, una mirada crítica al mundo laboral de las oficinas

Alejandro Fernández Aldasoro publica su sexto libro sobre un tema que domina muy bien: la publicidad. 23 años como escritor creativo en diferentes agencias le dan la legitimidad de escribir sobre el tema reflejando lo mejor y lo peor de este mundo. Las historias, llenas de humor por obligación, pueden trasladarse a cualquier campo laboral.

Alejandro Fernández Aldasoro con su sexto libro, ‘El oso Ondo’. (Jon URBE / FOKU)
Alejandro Fernández Aldasoro con su sexto libro, ‘El oso Ondo’. (Jon URBE / FOKU)

Alejandro Fernández Aldasoro regresa a la novela para desquitarse, como un ajuste de cuentas, consigo mismo por haber aguantado lo inaguantable. Habla en ‘El oso Ondo’ (Txertoa) sobre el mundo de la publicidad, si bien podrían trasladarse las situaciones que se describen a cualquier otro ámbito empresarial. Él ha elegido ese porque es el que mejor conoce. «Es el típico primer libro sobre una materia que dominas, pero en mi caso es el sexto libro», ha comentado en la presentación.

Su inspiración directa es ‘13,99 euros’, de Frédéric Beigbeder, aunque en 15 años desde que se publicó ha tenido tiempo de aprender en el sector y tener suficiente conocimiento para plasmar su propia opinión. «No hay muchos libros sobre oficinas porque hay pocos escritores solventes que aguanten 20 años en una oficina como para escribir sobre el tema con legitimidad», ha subrayado.

En sus palabras, la oficina es «un territorio de enorme violencia bajo códigos civilizados, donde te amenazan porque todos somos sustituibles. Es un juego de poder entre quienes lo tienen y quienes no lo tienen. Es una violencia amable con la que convivimos durante 8 horas, si no te piden más...».

Sobre su profesión, ha manifestado que solía ser algo que a todo el mundo le gustaba porque ser publicista era como ser un rockero; vivían al límite, pero todo cambió. «Los publicitarios somos bufones, puedes aceptarlo y ya, o te ponen un cargo con palabras rimbombantes y te dejas manosear. Se ha optado por la segunda opción y es ahí donde se jodió todo, porque si no, ¿qué va a ser de mí? ¿Qué va a ser de mis pobres hijos que comen filetes de 10 euros?», ha criticado.

En opinión del escritor, «no funciona ganar dinero, irse de vacaciones, ligar por Tinder, ni lo que les funcionaba a nuestros padres de conseguir las cosas con el sudor de su frente. Tenemos miedo a no conseguir lo que los demás dicen que consiguen en Instagram». Y en ese contexto lo único que funciona es el amor. Por eso ha introducido una relación amorosa en la novela.

Según ha apuntado el editor Martin Anso, aunque el escenario presentado sea pésimo el texto cuenta con grandes dosis de humor, a lo que Fernández Aldasoro ha apuntado que «el humor y el sufrimiento son las dos caras de la misma moneda. El humor es una forma de defensa. En las agencias –donde cree que hay tres tipos de publicistas; los sicópatas, los autistas y los cínicos– se llora y se ríe a partes iguales. A mí me sale por formación profesional».

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