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Varapalo a Pekín tras la clara victoria opositora en las elecciones locales en Hong Kong

La clara victoria de la oposición en las elecciones a distrito en Hong Kong supone un espaldarazo a las protestas, que cumplen su sexto mes, y un fuerte mensaje a Pekín, obligado a mover ficha y a algún gesto de apaciguamiento. La dimisión de la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, se da por descontada, e incluso podría aceptar una comisión de investigación sobre la actuación policial.

Las protestas en Hong Kong llegan ya al sexto mes. (Isaac LAWRENCE-AFP)

El bloque opositor a Pekín ha ganado las elecciones locales a distrito de Hong Kong, al lograr 388 del total de 452 concejales en disputa. La abismal diferencia se matiza al analizar el número de votos, ya que el movimiento opositor ha recabado 1,67 millones de votos (57%, similar porcentaje al que lograron en las elecciones legislativas de 2016); mientras que los candidatos oficialistas prochinos han logrado 1,2 millones (41% de los votos).

Con todo, los resultados en los comicios, que registraron una participación récord del 71,2%, reflejan un amplio respaldo social al movimiento que protagoniza las protestas de los últimos meses en esta antigua colonia británica hoy bajo administración especial china.

El bando alineado con Pekín ha sufrido un fuerte batacazo al quedarse con solo 59 concejales, frente a los casi 300 que tenía, mientras que los independientes han logrado 5 escaños.

Las elecciones se celebraron el domingo en un ambiente de calma, sin altercados importantes, lo que se tradujo en una afluencia masiva de votantes a las urnas, casi 3 millones de personas en una ciudad de 7,5 millones de habitantes.

En total se habían registrado para votar 4,1 millones de personas, casi un millón más que los ciudadanos inscritos para participar en las elecciones locales de 2015, la mayoría nuevos votantes de entre 18 y 20 años.

«Espero que la jefa del Ejecutivo, Carrie Lam, haya recibido el mismo mensaje, porque esos votos son la voz del pueblo de Hong Kong», ha asegurado uno de los líderes del Partido Demócrata, Fed Li. En opinión de este abogado, el resultado electoral muestra que el Gobierno debería tomarse en serio las cinco demandas de los manifestantes –que incluyen el sufragio universal y la libertad de los detenidos en las manifestaciones– y, en particular, una investigación independiente sobre la violencia policial en los casi seis meses de protestas.

La jefa del Ejecutivo hongkonés ha reconocido que el resultado refleja «la decepción de los votantes» y promete que el Gobierno «escuchará humildemente las opiniones de la gente y reflexionará con seriedad». Pero Lam, alineada con los partidos prochinos, no se ha pronunciado sobre una posible dimisión, algo que sí se ha debatido en el DAB, el principal partido proestablishment, afín a Pekín, que sufrió un «duro revés» en las urnas, según ha reconocido su presidenta, Starry Lee.

Lee ha ofrecido hoy su renuncia como líder de la formación –que solo ha logrado 21 concejales entre los 181 candidatos que presentó–, pero el comité central la ha desestimado al considerar que la derrota en los comicios es un «fracaso colectivo».

Al «Comité de Notables»

Según estos resultados, los opositores controlarán a partir de ahora 17 de los 18 distritos en los que se divide Hong Kong, cuando antes todos estaban dominados por políticos oficialistas.

El puesto de concejal tiene escasa relevancia política, al ceñirse a aspectos de la comunidad, pero estos comicios, concebidos como un plebiscito, tienen un significado trascendental al producirse en medio de las protestas que arrancaron en junio.

La holgada mayoría de los opositores implica además que se pueden asegurar una amplia representación en el comité de 1.200 miembros que elegirá en 2020 al próximo jefe del Ejecutivo de Hong Kong, tradicionalmente dominado por los aliados de Pekín.

De los 1.200 miembros de ese comité, con representantes de diferentes sectores sociales, 117 son concejales de distrito, una cuota que estará controlada por los opositores que defienden el sufragio universal directo para elegir ese cargo.

Con todo, el hecho de que sea ese «Comité de Notables» el que elige el Gobierno de Hong Kong garantiza el control político de la antigua colonia británica por parte de Pekín.

Error de cálculo de China

La clara victoria opositora es un un verdadero jarro de agua fría para Pekín, que ha cometido un grave error de cálculo al decidir no postergar las elecciones en la confianza de que los crecientes enfrentamientos  llevasen a buena parte de los hongkoneses a expresar su rechazo a las protestas en las urnas. Ha ocurrido justo lo contrario

Analistas aseguran que estaríamos ante un fuerte mensaje que el Gobierno chino no puede ignorar, a riesgo de soliviantar aún más los ánimos de los manifestantes, que en las últimas semanas han sembrado el caos en las calles de Hong Kong en respuesta a la represión policial.

«Antes el Gobierno local y Pekín no podían atender las demandas para no ceder ante la violencia, pero ahora que la gente ha expresado pacíficamente su voto no les queda mucho margen», indica a Efe el profesor de Ciencia Política de la Universidad de China Ma Ngok, quien añade que los prochinos han pagado un alto precio por haber apoyado el proyecto de ley de extradición impulsado por el Gobierno local, que fue el detonante de las protestas en junio.

La creación de una comisión de investigación sobre la actuación de la Policía durante las marchas –una de las principales demandas de los manifestantes– podría ser una de las menos complicadas de atender para Pekín. El propio responsable de la Oficina para Asuntos de Hong Kong y Macao del Gobierno chino, Zhang Xiaoming, dejó abierta recientemente la posibilidad de poner en marcha esa comisión una vez que «se restaure el orden» en la ciudad.

Otra de las peticiones que podría acabar atendiéndose sería la de la dimisión de la jefa del Ejecutivo.
«La gente vio las elecciones como un referéndum sobre la actuación de Lam y de la Policía, y ha responsabilizado a ambos de la escalada de la violencia en lugar de a los manifestantes», coincide Ivan Chi-keung Choy, profesor de Administración Pública de la Universidad China de Hong Kong.

Aunque el Ministerio de Exteriores chino ha reiterado su apoyo a Lam, que tras las elecciones de ayer es un cadáver político y cuya popularidad iba ya en caída libre.

Fuentes de la dirección del Frente Civil de Derechos Humanos –la organización que ha convocado las mayores manifestaciones de la ciudad desde junio– han asegurado hoy que resolver pacíficamente el problema de los jóvenes que se encuentran todavía encerrados en la Universidad Politécnica de Hong Kong sería un gesto en la buena dirección.

Igualmente consideran que la puesta en marcha de la comisión de investigación sobre lo que califican de «brutalidad policial» reduciría mucho la tensión, aunque advierten de no apagará el movimiento, cuya motivación es más profunda