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Un SPD herido se va a la izquierda impulsado por sus bases

La socialdemocracia alemana deberá dar un giro a la izquierda, de acuerdo con el mandato de sus bases, que optaron por una nueva jefatura crítica y determinada a «revisar» la gran coalición con los conservadores de la canciller Angela Merkel.

Norbert Walter-Borjans y Saskia Esken, tras su victoria. (Axel SCHMIDT/AFP))

El dúo formado por Norbert Walter-Borjans y Saskia Esken, representantes del ala crítica, se impuso en la consulta entre la militancia con un 53% de los votos. El equipo continuista del ministro de Finanzas y vicecanciller Olaf Scholz y la diputada Klara Geywitz quedó en el 45%.

La derrota de esta candidatura, que defendía la continuidad de la "groko" –como se llama a la gran coalición– hasta el fin de la legislatura, supone otro revés sobre la alianza de Merkel. Sobre todo, ahorque el pacto de coalición suscrito tras las elecciones generales de 2017 llega a su cláusula de revisión de mitad de legislatura.

Cabe recordar que el golpe de timón llega con un SPD en mínimos históricos y que se aventuró a entrar a la coalición forzado para evitar la paralización del país. Las juventudes del partido eran muy críticas con volver a ser bastón de Merkel, pues hacían la lectura de que esto, precisamente, es lo que les estaba desgastando. 

Diciembre, siguiente hito

Walter-Borjans, de 67 años y exministro de Finanzas en el land de Renania del Norte-Westfalia, y Esken, de 58 años y diputada del Bundestag (Parlamento federal), deberán ser ratificados aún en el congreso del SPD, que se celebrará del 6 al 8 de diciembre en Berlín.

Se da por hecho que se verán refrendados. A la consulta estaban convocados los 425.000 afiliados del partido y la participación rondó el 54% de la militancia.

El SPD entrará así en la órbita de los partidos con presidencias bicéfalas y paritarias, como las que han dirigido sucesivamente a los Verdes y a La Izquierda.

Menos de la mitad que hace una década

El partido arrastra una persistente crisis de liderazgo desde tiempos de Gerhard Schröder, el último socialdemócrata que ocupó la cancillería alemana, entre 1998 y 2005.

Desde entonces ha vivido diez relevos en la cúpula sin lograr contener su sangría de electorado. Del 40,9% con que Schröder llegó al poder ha ido cayendo en sucesivos mínimos históricos, hasta derrumbarse al 20,5% en las generales de 2017.

Ahora los sondeos les sitúan en un 13% o 14%. Los Verdes –socio menor de Gobierno con Schröder– les arrebataron la segunda –con un 23 %–. De celebrarse ahora elecciones, los ecologistas estarían teóricamente mejor capacitados para luchar por la Cancillería que el SPD.