Los talibán responden con un camión-bomba al anuncio de Kabul de que vuelve a la ofensiva
Los talibán han hecho estallar un camión bomba contra objetivos gubernamentales en el sureste de Afganistán. Es la respuesta al anuncio por parte de Kabul de que pasa a la ofensiva militar tras los dos sangrientos atentados de la víspera que dejaron 50 muertos y fueron condenados por la insurgencia y atribuidos al ISIS.
Al menos 5 civiles han muerto y otras 19 personas han resultado heridas, entre ellas 5 soldados afganos, tras un ataque talibán con camión bomba contra un complejo de edificios oficiales en la ciudad de Gardiz, capital de la provincia de Paktia, en el sureste de Afganistán.
Los talibanes han reivindicado el ataque en represalia por la decisión el martes del presidente del Gobierno de Kabul, Ashraf Ghani, de que las tropas pasaran de una postura de «defensa activa a una posición ofensiva» tras los sangrientos atentados de esa jornada con más de 50 muertos en un hospital-maternidad gestionado por Médicos Sin Fronteras en Kabul y en un funeral de un jefe de policía en la provincia de Nangarhar (este).
Los talibán se han desvinculado de ambos atentados, mientras que el Estado Islámico (ISIS) ha asumido la autoría del segundo en Nangarhar, su bastión en Afganistán y escenario de una ofensiva del Ejército afgano.
El portavoz de los talibán, Zabihulah Muyahid, condenó «firmemente los dos atentados, que atribuyó sin distinción al ISIS, y recordóque llevó a cabo numerosas operaciones contra los yihadistas en el este del país que provocaron que perdiera algunos de sus bastiones en la zona.
Más aún el portavoz del Emirato talibán llegó a asegurar que «esos ataques son planificados de forma conjunta y ejecutados desde pensiones en Kabul y otras ciudades por miembros de Estado Islámico y los servicios de Inteligencia de la Administración de Kabul para golpear a la nación, dar espacio a la aplicación de políticas fracasadas y dar pasos contra el islam y la paz».
Por contra, el l Gobierno afgano culpó a los insurgentes de esas acciones por su «estrecho vínculo con otros grupos terroristas» y anunció una ofensiva general.
Las tropas afganas se hallaban formalmente en posición defensiva, según lo acordado el pasado 29 de febrero en Doha entre EEUU y los talibanes, con el fin de allanar el camino para el inicio de las esperadas negociaciones de paz interafganas.
El primer paso en ese allanamiento, se ha visto frenado con el parón en el intercambio de prisioneros entre Kabul y los insurgentes, y entre acusaciones recíprocas de falta de compromiso con el proceso de distensión.