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Osakidetza amplía los supuestos para realizar PCR, pero no detalla cómo se rastrean los contactos

Osakidetza ha renovado por fin el protocolo de vigilancia epidemiológica. Lo ha hecho para adecuarlo a las últimas órdenes del ministerio de Sanidad e incluir la realización de test a todos los sintomáticos y a los contactos de un positivo. El protocolo establece además que el test de referencia en el ámbito clínico es la PCR, relegando los test rápidos al ámbito de la investigación.

Un biólogo molecular preparando un test de tipo PCR.
Un biólogo molecular preparando un test de tipo PCR.

«La PCR es la técnica más sensible y más precoz para el diagnóstico de infección por SARS-Cov-2». «Según la evidencia actual, el uso de test rápidos serológicos (los test rápidos) debe ceñirse para fines de investigación sin que deban usarse para el diagnóstico ni para la toma de decisiones clínicas». Estas dos frases están recogidas en el nuevo protocolo de vigilancia epidemiológica de Osakidetza, fechado el 13 de mayo, es decir, ayer.

En él se establece de forma clara que el test de referencia en el ámbito diagnóstico es la PCR, algo que estas semanas se ha puesto en duda en más de una ocasión a cuenta de la polémica por la no inclusión de los laboratorios de la UPV-EHU en el circuito de diagnóstico.

De hecho, leído el protocolo, cabe volver a cuestionar para qué se ha encargado a la UPV-EHU hacer 5.000 PCR complementarios en el estudio de seroprevalencia del Instituto Carlos III, cuando la principal utilidad de esta técnica de laboratorio radica en el diagnóstico precoz. Sin embargo, ni Osakidetza ni el PNV, en el Parlamento, han querido incluirlos hasta ahora en tareas de diagnóstico.

Generalización de los test

Por lo demás, el protocolo actualizado recoge las últimas directrices del Ministerio de Sanidad, publicadas el 8 de mayo, y según las cuales hay que realizar una prueba PCR «a todo caso sospechosos de infección» en las primeras 24 horas. Antes solo se hacían a los que presentaban una infección respiratoria con un cuadro de hospitalización.

Será «caso sospechoso de infección», según el protocolo, «cualquier persona con un cuadro clínico de infección respiratoria aguda de aparición súbita de cualquier gravedad que cursa, entre otros, con fiebre, tos o sensación de falta de aire». También añade que «otros síntomas atípicos como la odinofagia (dolor al tragar alimentos), anosmia (pérdida de olfato), ageusia (pérdida de la percepción de sabores), dolores musculares, diarreas o cefaleas, entre otros, pueden ser considerados también síntomas de sospecha de infección».

Es importante señalar, además, que «los profesionales de atención primaria tendrán la capacidad de solicitar una PCR ante toda persona que refiera síntomas compatibles con la covid-19», algo que no ocurría hasta ahora.

Rastreo de contactos

El protocolo establece que «el estudio del caso y rastreo de sus contactos se realizará desde la Atención Primaria a través de los recursos establecidos para ello». También añade que esos recursos «se introducirán paulatinamente» y que mientras tanto, «sus tareas se asumirán temporalmente por Salud Pública a través de las Unidades de Vigilancia Epidemiológica».

No se concreta, sin embargo, cómo se realizará dicho rastreo de contactos, ni cuanta gente se dedicará a ello, aunque el protocolo recuerda la importancia de hacerlo para «evitar la transmisión en periodo asintomático o con clínica leve». A todos estos contactos se les realizará la PCR, y mientras tanto, deberán ser aislados.

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