La sentencia del Supremo alemán contra Volkswagen abre la puerta a miles de indemnizaciones
El Tribunal Supremo alemán ha condenado este lunes al grupo automovilístico alemán Volkswagen a reembolsar en parte a un cliente el precio de un auto equipado con un motor diésel trucado en un fallo que debería tener influencia en decenas de miles de juicios cinco años después del estallido de este escándalo.
El Tribunal Supremo alemán ha emitido este lunes una sentencia clave en el caso del escándalo de Volkswagen (VW) por la manipulación de emisiones contaminantes al reconocer el derecho a indemnización de un comprador afectado, lo que influirá en los casos todavía pendientes en Alemania.
Aunque se trata de una querella individual, la sentencia del Supremo alemán sienta precedente al haber sido dictada por el alto tribunal alemán y al reconocer el derecho de indemnización a los compradores.
Se estima que la sentencia, a pesar de referirse a un caso concreto, servirá de referencia a instancias inferiores, lo que podría tener un impacto en las más de 60.000 denuncias individuales pendientes.
El tribunal dictaminó que el comprador de un vehículo equipado con un dispositivo de desconexión ilegal «puede exigir el reembolso del precio de compra abonado», pero debe descontar «la ventaja de uso obtenida», es decir, los kilómetros recorridos, así como poner el coche a disposición del fabricante.
El fallo estima el reembolso en 25.616 euros.
«Un comportamiento inaceptable»
El demandante asumió una «obligación contractual involuntaria» basada en un «engaño intencional equivalente a un comportamiento inaceptable» en el que radica el perjuicio del comprador, que obtuvo un vehículo «no plenamente utilizable según su propósito», señala el comunicado del Tribunal Supremo.
La denuncia la interpuso el propietario de un VW Sharan 2.0 TDI match, con motor diésel de dos litros del tipo EA189 y norma Euro 5, adquirido de segunda mano con 20.000 kilómetros en enero de 2014, que exigía al fabricante la devolución integral del precio inicial del vehículo, 31.490 euros, por un «daño moral deliberado».
Volkswagen, por su parte, argumentó que el vehículo pudo ser empleado en todo momento por su propietario, por lo que no corresponde pagar indemnización alguna, y que además en febrero de 2017 se realizó gratuitamente la actualización del software del coche con el que, según el fabricante, se subsanó cualquier posible daño.
El caso pasó primero en octubre de 2018 por la Audiencia de Bad Kreuznach, que rechazó la demanda; y luego por la Audiencia de Coblenza, en junio de 2019, que decidió que Volkswagen indemnizase con 25.616,10 euros con intereses al propietario, una sentencia que ambas partes recurrieron.
«El ‘Dieselgate’ no ha hecho más que comenzar»
El bufete de abogados Von Rueden, que en Alemania representa a 12.000 clientes afectados por la manipulación de gases contaminantes, celebró la sentencia del Supremo favorable al consumidor y recordó que «Volkswagen lleva tiempo intentando evitar esta decisión con acuerdos extrajudiciales».
«Los consumidores que hasta el momento no se habían decidido a presentar una demanda, pueden hacer valer ahora también sus derechos sobre la base de esa sentencia del Tribunal Supremo», ha subrayado el abogado Johannes von Rüden.
Por su parte, el abogado Ralph Sauer, de Dr. Stoll & Sauer, –uno de los bufetes que representó a la Asociación de Centrales de Consumidores en la macrodemanda que acabó en acuerdo extrajudicial–, ha afirmado que espera una segunda oleada de demandas a partir de esta sentencia favorable del Supremo, que calificó de «gran triunfo para los consumidores».
«El ‘Dieselgate’ no ha hecho más que comenzar», ha añadido, recordando también los juicios pendientes ante el Tribunal de Justicia Europeo, por lo que considera que el escándalo le puede salir ahora muy caro a VW.
VW ve la sentencia como «un punto final»
Por el contrario, el grupo automovilístico considera la sentencia un «punto final» y ahora quiere llegar a un acuerdo con los demandantes a los que va a ofrecer indemnizaciones para llegar a un acuerdo extrajudicial.
Volkswagen llegó hace unos meses a un acuerdo con 235.000 clientes –representados por la Asociación de Centrales de Consumidores– para indemnizarlos extrajudicialmente por un montante total de 750 millones de euros, concretamente entre 1.350 euros y 6.250 euros según el modelo.
Una suma pequeña comparada con los 30.000 millones de euros que el escándalo ha costado ya al constructor, sobre todo en Estados Unidos.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, se ha limitado a señalar una vez más que «es un hecho que el sector automovilístico es de gran relevancia para la economía alemana» y que escándalo de la manipulación de gases contaminantes «afectó gravemente su credibilidad».