ELA propone a Lakua que participe en empresas estratégicas con 2.300 millones
ELA cuantifica en 2.300 millones de euros el coste de un plan para que el Gobierno autonómico «entre como accionista en sectores básicos e impulse el cambio de modelo productivo». Además, el sindicato cifra en alrededor de 300 millones de euros la cuantía con que debiera contar el fondo que planteó para complementar los ERTE.
El sindicato ELA ha propuesto la creación de un plan de 2.300 millones para que el Gobierno de Gasteiz se pueda incorporar como accionista a empresas de sectores estratégicos que se encuentran en problemas. Asimismo, ha cifrado en alrededor de 300 millones la cuantía con la que debiera contar el fondo que planteó días atrás para complementar los ERTEs.
En rueda de prensa celebrada en Bilbo, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, junto al responsable de negociación colectiva del sindicato, Pello Igeregi, han presentado la propuesta del sindicato para el mantenimiento del empleo en la actual crisis.
Han mostrado su preocupación por el hecho de que en solo tres meses se hayan destruido más de 30.000 puestos de trabajo en Hego Euskal Herria, y han advertido que la crisis abierta por el coronavirus no es meramente sanitaria, sino «productiva y económica».
«Hacemos frente a esta crisis con las reformas laborales de la anterior crisis que tienen la capacidad de devaluar las condiciones laborales de forma unilateral por parte de las empresas y que permite despidos rápidos y de forma muy barata», ha detallado Pello Igeregi, para añadir que si nada cambia se destruirán »muchas empresas y puestos de trabajo».
En esta línea, Mitxel Lakuntza ha apostado por la derogación de la reforma laboral del 2012 y, aunque ha reconocido que ello no es competencia directa del Gobierno de Gasteiz, ha mostrado su preocupación por el hecho de que el lehendakari se muestre contrario y se «sitúe en el mismo plano que el PP en 2012».
Modelo productivo «en crisis»
Asimismo, ELA ha alertado de que el actual modelo productivo está «en crisis», con un peso de la industria debilitado desde hace 30 años y un «monocultivo del automóvil». «Nuestro sistema industrial depende de la industria automovilística que ya estaba en crisis y que el covid-19 solo ha acrecentado. Por ello, es imprescindible una transición del modelo productivo», ha añadido.
Lakuntza, que ha reclamado al Gobierno Urkullu que «reaccione y tome medias para salvar el mayor número de empleos», ha abogado así por complementar los salarios y cotizaciones de los trabajadores en ERTEs con la condición de que las empresas se comprometan a mantener el empleo.
Por ello, desde la central sindical han insistido en la propuesta presentada la pasada semana de crear un fondo que complemente los ERTEs, especialmente en lo referido a los salarios más bajos, y han alertado de que, si no se toman medidas, «se van a precipitar» en la CAV «decisiones empresariales como las de Alcoa, Nissan o Sener».
De este modo, Lakuntza ha cuantificado este fondo, que estaría financiado por los beneficios de las empresas a través del Impuesto de Sociedades, en alrededor de 300 millones de euros. Además, ha considerado que debe afrontarse decididamente el debate sobre el modelo productivo, y ha advertido de que se padece una política industrial basada en «la improvisación y la propaganda».
Participación en empresas
En este sentido, ha defendido las medidas adoptadas en Alemania basadas en la participación en empresas, y ha apostado por extrapolarlo a la CAV, para lo cual ha instado al Gobierno autonómico a crear un fondo de 2.300 millones de euros para ayudar «mediante su participación a empresas vascas en problemas».
A su juicio, transformar la política industrial implica «relocalizar la producción de los bienes esenciales», lo que requiere un impulso público, que incorpore «la participación o incluso la nacionalización de empresas estratégicas».
«Existe un potencial de crear decenas de miles de empleos en esta transformación ecológica, rehabilitación de edificios; energías renovables; cambio de la movilidad penalizando el uso del vehículo privado y apostando por el transporte público, colectivo y no contaminante; gestión de residuos, agroecología, comercio de cercanía...», ha añadido.