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EEUU desprecia la resolución de la ONU contra el racismo y la violencia policial

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, ha despreciado la resolución contra el racismo sistémico y la violencia policial que adoptó el viernes el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, organismo al que ha calificado de «hipócrita» y al que ha emplazado a que fije su atención en Cuba y China.

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo. (Mandel NGAN/AFP)

El secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, ha arremetido contra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que el viernes aprobó una declaración de condena del racismo sistémico y la violencia policial, calificándolo de «hipócrita».

«El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que incluye a Venezuela y, recientemente a Cuba y China, ha sido siempre, y sigue siendo, un refugio para los dictadores y para las democracias que los toleran», ha asegurado el responsable de la diplomacia estadounidense.

«La decisión del Consejo de votar ayer una resolución centrada en la Policía y el racismo en Estados Unidos lo arrastra aún más bajo».

Pompeo ha afirmado que este organismo debería centrarse en lo que ha llamado «disparidades raciales sistémicas» en países como Cuba y China.

«El discurso ciudadano actual sobre la trágica muerte de George Floyd en los Estados Unidos es un signo de la fortaleza y madurez de nuestra democracia», se ha defendido Pompeo.

La resolución contra el racismo sistémico y la violencia policial fue aprobada por unanimidad este viernes en el Consejo, pero después de que se retirara una mención expresa a Estados Unidos.

Texto inicial modificado

La propuesta fue adoptada por los 47 miembros del Consejo, organismo con base en ginebra y del que Washington se retiró en 2018.

El texto inicial, presentado en nombre de 54 gobiernos africanos alentados por la movilización internacional que ha causado la muerte del afroameriano George Floyd en EEUU, fue modificado suavizando sus términos, lo que provocó las críticas de organizaciones de derechos humanos.

En el proyecto de resolución, los países africanos condenaban firmemente «las prácticas raciales discriminatorias y violentas de las fuerzas del orden contra los africanos y las personas de origen africano y el racismo endémico estructural del sistema penal, en EEUU y en otras partes del mundo».

Finalmente, no se mencionó a EEUU. Igualmente, se pedía una comisión de investigación internacional independiente, una estructura de alto nivel generalmente reservada a grandes crisis, con el objetivo de «llevar ante los tribunales a los autores» de esas violencias.

Tras el cambio de última hora, se limita a pedir a la alta comisaria de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, que «dé constancia de los hechos y las circunstancias relativas al racismo sistémico, a las presuntas violaciones del derecho internacional en materia de derechos humanos y a los malos tratos contra los africanos y las personas de origen africano».

Los cambios no fueron suficientes para EEUU, cuyo vicepresidente, Mike Pence, se resiste a reconocer el racismo que impregna el sistema policial y ha declinado este sábado durante una entrevista decir «las vidas negras importan» y ha asegurado en su lugar que «todas importan».