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Si se planifican las cosas, suelen salir bastante mejor

Esta última semana ha quedado en evidencia que el Ayuntamiento de Iruñea, dirigido por Navarra Suma, opta por la improvisación en el ámbito de la movilidad, con medidas como la amabilización inconexa y frustrada de la calle Amaya o el recaudatoria planteamiento de Enrique Maya de que las bicicletas paguen impuesto de circulación.

Bicicletas en Iruñea. (Jagoba MANTEROLA/FOKU)

Me encanta que los planes salgan bien», decía, inexorablemente, Hannibal Smith en cada capítulo de «El equipo A». También es verdad que el resultado casi siempre obedecía a un desarrollo de los acontecimientos que nada tenía que ver con el plan inicial del clandestino coronel. Pero tener un plan es importante. Y en cuestiones como la movilidad, todavía más.

En esta pasada semana, en Iruñea hemos asistido a dos polémicas relacionadas con la movilidad que demuestran que en esta cuestión el Ayuntamiento que dirige el equipo de Navarra Suma, con Enrique Maya a la cabeza, no tiene un plan. Más bien, ha quedado en evidencia que lleva a cabo actuaciones aisladas, que no responden a una concepción global de la movilidad en la ciudad, sino que buscan rentabilidad mediática a corto plazo. Hasta la siguiente ocurrencia.

El concejal Fermín Alonso ha tenido que echar marcha atrás en la amabilización de la calle Amaya. Se montaban unos atascos importantes en la cuesta del Labrit y la calle Cortes de Navarra. Se ha reconocido que se debía haber actuado previamente en el carril bici de Labrit. Se ha asumido que no se puede actuar individualmente en una calle, que es necesaria una actuación global. No será porque el carril bici de Labrit no esté previsto desde la pasada legislatura.

Sí, en Iruñea hay un plan de movilidad global elaborado en la pasada legislatura. Y en la que tuvo mucho que ver un socio que no acabó bien con el resto del equipo de gobierno, Aranzadi. Los carriles bici y demás actuaciones en Pío XII, por ejemplo, no eran porque sí. No se buscaba castigar a una zona considerada poco afín. En cambio, respondía a la creación de un eje ciclable que se articulaba con otros para crear en el futuro una red de ámbito de ciudad y de comarca.

Pues coge Navarra Suma y no se le ocurre otra cosa que meter coches en Pío XII y estrechar la calle Amaya porque sí. Eso sí, sacan pecho porque han seguido con el plan que ya estaba elaborado en la zona de Navas de Tolosa. Han hecho lo que ya estaba planeado y cuando han improvisado, han errado,

Para UPN, la amabilización de Alde Zaharra era el origen de todos los males. Es lo que hundió el pequeño comercio, no las ventas por internet ni las grandes superficies en las afueras de la ciudad. Fue la amabilización. O eso decían. Lo que no se entiende es porque no la han revertido a la misma velocidad que en la calle Amaya. Les ha pasado igual que a José Luis Martínez-Almeida con Madrid Central. Desde Europa no se permiten retrocesos en los espacios urbanos que se quitan a los coches. Se trata de la lucha contra la contaminación y el cambio climático. Y lo hacen gobiernos conservadores y progresistas. No es lo mismo criticar desde la oposición que actuar desde el Gobierno. Era como si se les hubiera ocurrido quitar el reciclaje de vidrio.

La tendencia global es eliminar espacios de los vehículos de motor y dárselos a bicicletas y a peatones.  Pues a Maya no se le ocurre otra cosa que plantear que las bicicletas tengan que pagar impuesto de circulación. Justo en la línea contraria de todas las políticas de movilidad a nivel mundial. Lo soltó en una entrevista en una radio, en Onda Cero. En otra entrevista, en Navarra Televisión, fue más allá y justificó que se graven las bicicletas porque si se reduce el número de coches bajará la recaudación. «¿Cómo vamos a hacer viable esta ciudad si vive del coche a nivel de impuestos?», preguntó antes de citar la zona azul como uno de estos ingresos. Planteamiento recaudatorio por definición.
Pero luego va, Alonso y critica el plan de Maya en la SER. «Si el impuesto existe para las bicis compradas en Pamplona, pero no para las compradas en Berriozar, no tiene sentido». Y eso que son los dos de UPN. Bueno, uno de Esparza y otro de Sayas. Ni planificación ni comunicación. Ni externa ni interna. Y todavía nos queda por comentar lo de la manifestación por los toros.