El bajonavarro Pierre Hurmic, nuevo alcalde de Burdeos tras el triunfo de su lista ecologista
Pierre Hurmic, vasco nacido en Donapaleu en 1955, será el nuevo alcalde de Burdeos tras su triunfo en la segunda vuelta de las elecciones municipales de este domingo desplazando a la derecha de uno de sus feudos históricos. Apodado «catho basque», Hurmic ha desarrollado toda su carrera política en Burdeos, siempre bajo siglas ecologistas.
Pierre Hurmic, vasco nacido en Donapaleu, será el nuevo alcalde de Burdeos, la capital de la región de Nueva Aquitania con más de 250.000 habitantes.
Hurmic, de 65 años, ha vencido en la segunda vuelta de las elecciones municipales con la lista ecologista bajo el lema «Burdeos por el clima la ecología, las solidaridades», que ha obtenido el 46,48% de los votos, imponiéndose al candidato de la derecha, el alcalde saliente Nicolas Florian (44,12%) y al de la izquierda anticapitalista (9,39%).
Por primera vez desde 1947 el candidato de la derecha se vio obligado a concurrir a la segunda vuelta en las elecciones municipales en uno de sus feudos tradicionales... y además acabó perdiendo.
En esa segunda vuelta, Hurmic obtuvo el apoyo del Partido Socialista, el Partido Comunista, el Partido Radical de Izquierda, Génération.s, Nouvelle Donne y Place publique24.
«He sido elegido con un programa y lo aplicaré: dotar a Burdeos con la transición ecológica que merece», ha afirmado tras su elección.
«Catho basque»
Hurmic llegó de Euskal Herria a Burdeos en 1973 para llevar a cabo sus estudios superiores de derecho y ciencas políticas, y luego ha desempeñado allí toda su carrera profesional y política.
Abogado de profesión, desde que entró en política en 1990 ha estado ligado a partidos y candidaturas ecologistas.
Tras ser consejero regional de Aquitania (1992-2004), se dedicó a la política municipal en el Ayuntamiento en el que es concejal desde 1995 y donde durante años ha mantenido la rivalidad con el ex primer ministro Alain Juppé.
Medios fraceses lo apodan «catho basque», en un juego de palabras en alusión al «pastel vasco» («gâteu basque») por su identificación como «católico de izquierdas» y su origen vasco.
Se ha opuesto a proyectos como el gran estadio de Burdeos o las líneas ferroviarias de alta velocidad (LGV). En 2015 publicó la novela “Los saqueadores de hielo” en la que aborda el problema del calentamiento global y la emergencia climática.