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Trump vuelve a rechazar el voto por correo mientras los demócratas intentan evitar que lo sabotee

El Partido Demócrata de EEUU comienza este lunes la convención para cerrar filas en torno a Joe Biden a la vez que, desde el Congreso, intenta evitar que el presidente sabotee el voto por correo que puede resultar clave para su victoria. Donald Trump insiste en vincularlo al fraude y acomete recortes que pueden paralizar el Servicio Postal.

Donald Trump, en un acto en Minesota. (Brendan SMIALOWSKI/AFP)

El inusual comienzo de la convención del Partido Demócrata de EEUU –que se desarrolla de forma virtual– está marcado este lunes por el objetivo aglutinar al ala progresista y cerrar filas en torno las candidaturas de Joe Biden para la presidencia y Kamala Harris para la vicepresidencia.

Pero además, el comienzo de la convención coincide con el intento demócrata de evitar que el presidente, Donald Trump, sabotee el voto por correo paralizando el servicio postal con reformas que pueden reducir la participación en las elecciones de noviembre. Desde el Congreso interrumpirán sus vacaciones para intentarlo

Trump ha insistido este lunes en arremeter contra el voto por correo, que puede resultar clave en las elecciones presidenciales de noviembre. A ello añade una reforma del Servicio Postal que amenaza con paralizarlo.

Según Trump, si se permite la votación por correo a todo el mundo, Estados Unidos «nunca tendrá una elección presidencial justa».

Con diez puntos en varias encuestas por detrás de su rival demócrata, Joe Biden, Trump ha emprendido una cruzada contra el «voto universal por correo». La semana pasada llegó a admitir que estaba bloqueando la aprobación de nuevos fondos para el Servicio Postal con el fin de evitar que tenga los recursos suficientes para garantizar esa práctica.

«El mayor fraude de todos los tiempos»

«Si optan por este envío universal por correo se envían decenas de millones de papeletas a todos y a sus perros; los perros las están recibiendo bien, las personas que llevan muertas 25 años las reciben, tienes que ver qué está pasando. Nunca vas a tener una elección justa», ha ironizado Trump este lunes en una entrevista en Fox, su cadena de televisión favorita.

De permitirse la votación universal por correo, sería «el mayor fraude de todos los tiempos», ha insistido si aportar pruebas y pese a que los estudios muestran que eso es algo muy improbable.

Esta campaña del presidente, que se niega a otorgar fondos al Servicio Postal, que está prácticamente en quiebra, es vista por la oposición como un intento de socavar el derecho al voto, especialmente a las minorías, más aún en el actual contexto de la pandemia por covid-19 que retraerá a muchos votantes de acercarse a las urnas.

Trump se muestra a favor del voto por correo en el caso de que el votante esté de viaje, y cita el caso de Florida donde, «las papeletas de voto ausente son grandiosas. Las envías, las pides, te las mandan, las devuelves con tu voto. Esas son geniales».

Recortes en el Servicio Postal

Como medida extraordinaria ante la pandemia del coronavirus, una decena de estados de EEUU están promoviendo el voto universal por correo enviando las papeletas a todos los electores registrados.

Pero el pasado viernes el Servicio Postal advirtió de que votantes en 46 de los 50 estados del país podrían no poder ejercer su derecho al voto por correo debido a retrasos en el procesamiento de las papeletas.

El retraso se debe en parte a un plan de recortes impulsado por el nuevo director del Servicio Postal, Louis DeJoy, un donante de la campaña de Trump nombrado en junio por el mandatario para este puesto.

Esos recortes han contribuido a un aumento del trabajo pendiente de los empleados del Servicio Postal, lo que ha alarmado a activistas que defienden el derecho al voto, que insisten en la necesidad de facilitar el sufragio por correo en el contexto de la crisis del covid-19 y en un año electoral agitado también por una profunda crisis económica y una oleada de protestas antirracistas

Interrumpidas las vacaciones de la Cámara de Representantes

La Cámara Baja donde los demócratas son mayoría, interrumpirá esta semana su receso de verano para afrontar la crisis sobre la agencia de Correos.

La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, ha pedido que el hemiciclo retome su sesión para votar un proyecto de ley que impediría hacer nuevos cambios a las operaciones del Servicio Postal. «Estamos viendo en todo el país los efectos devastadores de la campaña del presidente para sabotear las elecciones al manipular el Servicio Postal para privar del voto» a estadounidenses, advirtió.

La Casa Blanca niega que DeJoy planee apagar centenares de máquinas que automatizan el correo y que son vitales para procesar votos, y asegura que «ninguna» de ellas se desconectará hasta las elecciones.

Trump ha justificado su negativa a ampliar los fondos del Servicio Postal y ha defendido que solo pretende arreglar el «desastre» en que habrían sumido los demócratas a la empresa pública.

Por su parte, la oposición demócrata demanda 25.000 millones de dólares adicionales para agilizar el Servicio Postal.

Posibles demandas de fiscales

El presidente llegó al punto de admitir que estaba bloqueando la aprobación de nuevos fondos para el Servicio Postal con el fin de evitar que tenga los recursos suficientes para garantizar que puede haber «voto por correo universal».

Los fiscales generales de al menos seis estados están discutiendo posibles demandas contra la Administración por estos recortes.

El proyecto de ley que impulsará Pelosi prohibiría al Servicio Postal hacer cualquier cambio en sus operaciones o servicios respecto al nivel que tenía en enero de 2020, hasta que acabe la pandemia.

Pero tendrá que hacer frente a la mayoría republicana en el Senado, a cuyo líder, Mitch McConnell, los demócratas han pedido que interrumpa también el receso veraniego para aprobar rápidamente el proyecto de ley.

Varios congresistas demócratas han solicitado, además, que DeJoy testifique el 24 de agosto sobre los cambios que ha impulsado.