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Bruselas exige a Londres retirar su plan porque incumple el Brexit y «amenaza la paz en Irlanda»

La Comisión Europea ha exigido al Reino Unido retirar la ley de Mercado Interno con la que pretende modificar las normas acordadas en el Brexit relativas a la circulación de bienes entre el norte de Irlanda y la isla de Gran Bretaña. Bruselas considera que la legislación es contraria al Acuerdo de Viernes Santo y que «pone en riesgo la paz en Irlanda».

Imagen de archivo de un control de la Policía de Irlanda en la frontera estatal. (Paul FAITH/AFP)

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, ha exigido este jueves al Reino Unido que retire antes de final de mes la ley con la que quiere modificar la salvaguarda acordada para el norte de Irlanda, que a sus ojos pone en riesgo el acuerdo de paz en la región.

«La Unión Europea no acepta el argumento de que el espíritu de la legislación es proteger el Acuerdo de Viernes Santo. De hecho, considera que hace exactamente lo contrario», ha indicado Sefcovic en un comunicado tras la reunión en Londres del comité conjunto para evaluar el cumplimiento de los acuerdos sobre el Brexit alcanzados hasta ahora.

Sefcovic ha advertido de que los planes del Gobierno británico han «dañado seriamente la confianza» entre el Reino Unido y la Unión Europea, que continúan negociando un pacto que detalle su futura relación una vez concluya el periodo de transición del Brexit, el 31 de diciembre.

«Depende ahora del Gobierno británico restablecer esa confianza», ha agregado el vicepresidente de la CE, que urge a Londres a retirar la legislación que ha comenzado a tramitar esta semana, «a la mayor brevedad posible y en cualquier caso antes de fin de mes».

Ha alertado asimismo de que la Unión Europea no dudará en poner en marcha los mecanismos que prevé el acuerdo firmado con Reino Unido el pasado octubre para lidiar con «violaciones de las obligaciones legales» que establece ese texto.

El proyecto de ley de Mercado Interno del Ejecutivo británico prevé modificar algunas de las normas relativas a la circulación de bienes entre el norte de Irlanda y Gran Bretaña, diseñadas para poder mantener abierta la aduana entre ambos lados de la frontera irlandesa, una vez el territorio británico haya quedado fuera de la unión aduanera europea.

Bruselas ha remarcado que ninguna de las dos partes puede «cambiar unilateralmente, aclarar, enmendar, interpretar, menospreciar o aplicar de manera arbitraria» el pacto de divorcio, que entró en vigor el pasado 1 de febrero. El ministro británico para el norte de Irlanda, Brandon Lewis, ha admitido esta semana que esa modificación unilateral de las condiciones pactadas «viola el derecho internacional», aunque lo hace, adujo, «de una forma muy específica y limitada».