Del toque de queda al debate sobre el reconfinamiento, con unas cifras críticas en el Estado francés
Jean-François Delfraissy, presidente del consejo científico que asesora al Gobierno francés, ha calificado la situación de «muy grave, incluso crítica» después de que el domingo se alcanzaran los 52.000 casos de covid-19 en un solo día. La tasa de ocupación de camas supera el 75% en algunos hospitales galos. En el centro hospitalario de Baiona es de entorno al 40%, según ha informado el subprefecto, Hervé Jonathan. En ese centro se ha puesto en marcha el «plan blanco», que lleva a aplazar intervenciones quirúrgicas.
Superado el primer fin de semana de toque de queda para 46 millones de ciudadanos del Hexágono, las palabras del presidente del consejo científico francés, Jean-François Delfraissy, que ha valorado la situación epidémica como «muy grave, incluso crítica», están llamadas a alimentar la polémica.
Invitado del programa matinal de RTL, el doctor Delfraissy se ha mostrado «sorprendido por la brutalidad de la evolución de la epidemia en los últimos diez días».
El consejo científico que preside este profesor considera que esos 52.000 casos oficializados el domingo muestran solo una parte de la realidad.
A su entender, si se tiene en cuenta a las personas que no presentan síntomas y a las que no se ha testado, la cifra de contagios en el Estado francés podría acercarse a las 100.000.
El virus circula con rapidez en el conjunto hexagonal, ayudado por el factor estacional que lleva a que las actividades cotidianas se desarrollen en espacios cerrados, más propicios para la difusión del virus, lo que hace temer al presidente del consejo científico por «una segunda ola mucho más fuerte que la primera».
Delfraissy ha considerado que «los sistemas de salud se van a ver impactados en las próximas tres o cuatro semanas» y ha considerado que a día de hoy «la ciudadanía no es consciente de lo que nos espera, quizás porque es díficil de aceptar».
Aunque la situación epidemiológica es muy diferente, pongamos en Ile de France con más de 500 casos por 100.000 habitantes y Charante-Maritime, que no alcanza los 90, la progresión de la covid-19 afecta al conjunto del territorio hexagonal.
En consecuencia, algunos territorios empiezan a acusar tasas altas de hospitalización por covid-19, lo que llevó el pasado fin de semana a trasladar a algunos pacientes hacia zonas con menor tensión hospitalaria, como Nueva Aquitania.
«Plan blanco» en el Hospital de Baiona
En Euskal Herria, el Hospital de Baiona cuenta actualmente con 27 pacientes afectados de covid-19, de los que 7 precisan de reanimación, según ha detallado esta mañana en los micrófonos de FranceBleu el subprefecto, Hervé Jonathan.
Actualmente un 40% de la capacidad de reanimación del centro hospitalario labortano está comprometida por pacientes aquejados de coronavirus.
Esas cifras preocupan, ya que han obligado a retrasar algunas operaciones previstas -el centro labortano pondrá en marca el llamado plan blanco, que contempla esa eventualidad- aunque estén lejos del riesgo inminente de saturación que se registra en algunos hospitales de la región Auvergne-Rhône-Alpes, por citar alguna de las más afectadas.
Ipar Euskal Herria estrenó el fin de semana la medida del toque de queda nocturno entre las 21.00 y 06.00, que se acompaña de medidas restrictivas durante el día con el cierre de numerosas instalaciones deportivas, culturales y también de los bares.
La tasa de incidencia del virus ha superado la barrera de los 250 casos en el departamento. Baxe Nafarroa y Zuberoa son los herrialdes en los que en los últimos días está aumentando de manera más importante la incidencia del virus en las últimas semanas, según los datos de la Agencia Regional de Salud (ARS) de Nueva Aquitania.
Sin tiempo para hacer balance el toque de queda
En vigor desde el 16 de octubre en las zonas más afectadas por la expansión del virus -París y otras ocho grandes metrópolis francesas- la medida de toque de queda no se ha traducido de momento en una mejora de las cifras, aunque fuentes gubernamentales creen que deben pasar más días para tener signos más claros de la influencia de la medida.
Al ritmo que avanza la epidemia, sin embargo, nadie puede descartar que no opte por tomar medidas suplementarias, sin esperar a hacer balance del toque de queda, una medida que es objeto de debate entre el cuerpo científico y también en las organizaciones defensoras de los derechos y libertades públicas.
De hecho, el debate sobre el reconfinamiento ha sido puesto sobre la mesa desde hoy por los principales medios de comunicación galos, que apuntan, sin embargo, a modalidades menos abruptas que el cierre generalizado adoptado en marzo.
No en vano Jean Rottner, el presidente de la región Grand Este, una de las más castigada durante la primera oleada, ha planteado ya abiertamente a las autoridades de París abrir el diálogo con vistas a «un reconfinamiento local».
El alcalde de Hendaia, Kotte Ezenarro, que en distintas ocasiones se ha mostrado crítico por el escaso nivel de información de que disponen los responsables locales de Ipar Euskal Herria sobre la situación de la pandemia, ha aludido, entrevistado en la radio, a «las medidas de cierre de territorio» adoptadas por el Gobierno de Iruñea.
El primer edil socialista ha preconizado «una coordinación indispensable» entre las distintas administraciones, ya que, según ha considerado esa puesta en común es fundamental, máxime en terrirorios limítrofes, para afrontar la propagación de la covid-19.