ELA aboga por una estrategia de erradicación del covid, con «fuertes medidas restrictivas»
ELA aboga por realizar un «profundo cambio» en la planificación de la lucha frente al covid-19 en Hego Euskal Herria, pasando de «una estrategia de convivencia» con el coronavirus a la de su «erradicación». Apuesta por adoptar «fuertes medidas restrictivas» combinadas con decisiones que salvaguarden la salud de los trabajadores y palíen las consecuencias económicas.
Los responsables de negociación colectiva y salud laboral de ELA, Pello Igeregi y Leire Heredia, respectivamente, han ofrecido una rueda de prensa para presentar las propuestas del sindicato ante aumento de los casos de covid-19 y valorar las nuevas medidas que está previsto que se adopten en los próximos días desde los gobiernos de Lakua y de Nafarroa.
Según han advertido, la pandemia del coronavirus está teniendo «gravísimas consecuencias», con «más de 2.000 personas fallecidas en la CAV y más de 700 en Navarra, muchas de ellas, 752 en Euskadi y 491 en la comunidad foral, en las residencias, según los datos oficiales». Asimismo, han remarcado que las muertes «no solo se produjeron al inicio de la pandemia», ya que «en el último mes ha habido más de 100 fallecidos en Navarra y de 200 en Euskadi».
Los responsables del sindicato han señalado que la estrategia seguida en toda Europa con la desescalada ha sido «la convivencia con el virus en lugar de su erradicación, como se hizo en Asia y Oceanía» y, «a la vista de la evolución de la covid-19 y de las medidas que se están volviendo a tomar en todo el continente europeo, no parece que haya resultado una estrategia correcta».
A su entender, la «estrategia de convivencia» con el virus basada en «el mantra de combinar la protección de la salud con el mantenimiento de la economía» no ha resultado efectiva, ya que «los niveles de contagio son muy elevados y están a niveles inaceptables» y, además, «se ha producido un importante aumento del desempleo, que no ha sido mayor porque los ERTE están paliando en parte esa situación. La respuesta de las instituciones no está siendo, ni de lejos, la que el contexto exige», han criticado.
Tras recordar que la posición de ELA «desde el principio» fue «poner en el centro la vida» y denunciar que «los poderes públicos estaban tomando sus decisiones mirando más a los intereses cortoplacistas del empresariado», Igeregi y Heredia han precisado que su propuesta también respondía a «una lógica económica, ya que solo asegurando la salud de la población y con la pandemia controlada seremos capaces de tener una actividad económica más normalizada y continuada».
Además, han considerado que las recomendaciones de las instituciones, tras iniciarse la desescalada, apelando a la responsabilidad individual «ocultan la voluntad de eludir responsabilidades políticas, ante la falta de actuaciones y medidas concretas, y la responsabilidad de las empresas en el cumplimiento de sus obligaciones de preservar la salud de sus trabajadores».
Tarde y de manera insuficiente
Desde ELA han señalado que quienes han practicado la estrategia de convivencia con el virus lo hacían «bajo la hipótesis de que el sistema sanitario no iba a ser desbordado», pero «se ha visto que esto no ha sido así y en las últimas semanas han saltado todas las alarmas, con el creciente grado de ocupación de las camas hospitalarias y de UCIs por pacientes de covid-19 y el colapso de la atención primaria».
Para el sindicato, tras más de siete meses desde el inicio de la pandemia «se puede afirmar que los responsables políticos no han actuado en consonancia con la envergadura del reto» y «al volver a crecer las curvas de contagios, muertes y tensionamiento del sistema sanitario, se ha mostrado la falta de planificación». Tanto el Gobierno de Lakua como el de Nafarroa «han ido por detrás de los acontecimientos» y «actúan tarde, y de manera insuficiente», han dicho.
Para ELA, el sistema de detección y rastreo «hace agua», ya que estamos «en una situación de transmisión comunitaria, y los contactos identificados por Osakidetza y Osasunbidea no llegan a la mitad del total de casos, por la tardanza e insuficiencia en la dotación de rastreadores».
Medidas
Desde ELA consideran «prioritario» que las decisiones se tomen en función de los consensos existentes en la comunidad científica. De esta manera, han insistido en que los acontecimientos de estos últimos días y semanas «muestran con claridad que la estrategia más adecuada para preservar la salud –y lo que se ha venido a denominar la economía– es la de la erradicación del virus, no la de la convivencia».
Tras afirmar que las medidas restrictivas que se están aplicando «no están dando el resultado esperado», han asegurado que estamos «abocados a un confinamiento similar al de los primeros meses de la pandemia, y las instituciones van preparando el terreno para ello».
En ese sentido, el sindicato comparte la necesidad de adoptar «fuertes medidas restrictivas, que deben ir acompañadas de decisiones que permitan salvaguardar la salud de los trabajadores, así como paliar las consecuencias económicas de la situación que ya estamos viviendo y que se va a agravar».
En ese línea, proponen reforzar la adopción de medidas preventivas para proteger la salud de los trabajadores y de la población en general, que pasan por establecer la obligatoriedad del teletrabajo siempre que sea posible, incrementar la inspección en los centros de trabajo así como el control de los aforos, tomar el control público de los servicios de prevención y la puesta a disposición de sus plantillas, y reforzar la frecuencia del transporte público y limitar su aforo.
También piden reforzar la respuesta del sistema sanitario y sociosanitario y, para ello, plantean realizar de manera urgente un proceso con la comunidad científica para elaborar un panel de seguimiento y control de la covid-19, «establecimiento de un índice (por ejemplo 100) a partir del cual se realicen tests masivos a la población afectada».
Por otra parte, reclaman hacer un «importante refuerzo de la detección, rastreo y seguimiento de los casos de contactos, para garantizar la rápida identificación de la práctica totalidad de positivos», aumentar el personal sanitario para equipararlo a la media europea y la intervención pública de la sanidad privada para posibilitar la atención primaria y la hospitalización.
En cuanto a las medidas económicas y sociales, desde ELA consideran que todas las personas en desempleo tienen que tener derecho a percibir una prestación que les cubra y apuestan por paliar las consecuencias para los sectores económicos más afectados a través de mecanismos que «compensen pérdidas y no sean meramente simbólicos».
Otras de sus propuestas son la prohibición de los desahucios y cortes de suministros de personas vulnerables que no tienen alternativa habitacional, la puesta en marcha de un sistema propio de complemento de ERTES para todas las personas afectadas y el establecimiento del derecho a cuidar a personas positivas o confinadas, con derecho también a una prestación económica.
Todas estas medidas suponen «un aumento presupuestario», por lo que, «para que sea factible es necesario un incremento de los ingresos públicos y urgente abordar una reforma fiscal a través de un importante aumento de los impuestos sobre los beneficios de las empresas, el patrimonio, el capital y las rentas altas».