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La victoria sobre Obradoiro no despeja la irregularidad de Saski Baskonia (80-74)

Los gasteiztarras han recibido la inestimable ayuda de los jóvenes Kurucs y Sedekerskis, que han propiciado el arreón hacia el final del tercer cuarto para batir a un Obradoiro que, pese a sus bajas, ha peleado hasta el final. Saski Baskonia ha sumado su victoria número 1.000 en la Liga ACB.

La actividad de Kurucs y Sedekerskis ha sido providencial para evitar disgustos al final. (Endika PORTILLO / FOKU)

TD SYSTEMS BASKONIA 80- MONBUS OBRADOIRO 74

Victoria, que no es poco, pero sufriendo más de la cuenta. TD Systems Baskonia sigue sin jugar los 40 minutos a su mejor nivel y hasta equipos inferiores como el Monbus Obradoiro, que ha llegado a Gasteiz con bajas, se le suben a las barbas. Dusko Ivanovic sigue sin decantarse entre Diop, Fall y Jekiri entre los pívots y al final ha terminado jugando con Peters y Polonara ejerciendo de 'falso cinco'. Asimismo, Pierria Henry ha mostrado una flojera preocupante y ha tenido que ser, amén del talento de Vildoza, un Artursa Kurucs quien ha tenido que sacar las castañas del fuego para certificar la victoria número 1.000 del club en la Liga ACB.

Es que la forma en la que Kurucs y Tadas Sedekerskis se han 'doctorado' en un partido de Liga ACB, sobre todo en el tercer cuarto, ha sido la mejor noticia de un partido dominical mucho más sufrido de lo que se esperaba. Los dos jóvenes han dado no uno, sino varios pasos adelante, en el caso de Sedekerskis jugando fuera de posición, ya que le ha dado un gran rendimiento ejerciendo de ala-pívot, volteando un 47-52 adverso que ha terminado con el 80-74 final.

Y eso que cuando los gasteiztarras se han adelantado 8-0, cualquiera hubiera dicho que el Obradoiro ha arrancado el partido con la toalla tirada. Vildoza y un muy activo Arturs Kurucs han superado de largo a Pozas y Robertson, jugadores esenciales de una escuadra galaica sin Daum ni Birutis; es decir, que tiene que vivir de su producción exterior porque sus interiores están en cuadro.

Sin embargo, la réplica visitante ha sido un 0-8, coincidente con el relevo de Dragic sobre Kurucs; un error al parecer de la rotación de Ivanovic porque el letón parece estar encontrando su sitio en la rotación gasteiztarra, por encima del esloveno, más apagado ahora que en el arranque de la temporada. A partir de ahí, toda la primera mitad ha transcurrido jugándose al son que ha marcado el conjunto de Moncho Fernández. En buena medida porque Pierria Henry, tal vez a la espera del duelo del martes ante Fenerbahçe en Zurbano, apenas si ha dispuesto de minutos y ha saltado casi de emergencia y con dos marchas menos a su habitual actividad.

En contra, Robertson, Cohen y otros secundarios han ido sumando cual hormiguitas ante un Baskonia que, sobre todo con Fall en pista, ha dominado el rebote, pero que siempre se ha encontrado incómodo. Tanto es así, que los errores por falta de concentración se han ido sucediendo, llegando a 'regalar' la delantera a un Obradoiro que ha alcanzado el descanso con 34-36 en el marcador, y menos mal, porque ha llegado a ir por delante con 29-36, luego de que Kurucs y el innato talento de los Peters, Vildoza y Giedraitis hayan arreglado un tanto el desaguisado. Ahora bien, el trabajo que le ha quedado a Ivanovic para despertar a sus muchachos ha sido de consideración.

Tadas sofoca el incendio

Hasta el 47-52 y la irrupción de Tadas Sedekerskis, sumando siete tantos en un providencial parcial de 9-0, el partido ha tomado un cariz horroroso. Beliauskas ha empezado a despertar, igual que Czerapowicz, superando a los pares baskonistas, excesivamente blandos en defensa.

Afortunadamente, la falta de agresividad que hasta el propio Ivanovic ha lamentado ha quedado suplida gracias a Kurucs y sobre todo Sedekerskis. «Han aportado no solo energía, sino que han aportado calidad. No son solo para aportar energía», ha remachado el preparador montenegrino.

A partir de voltear el partido al final del tercer cuarto, el marcador ha ido casi siempre sonriendo a los gasteiztarras. Sin embargo, no han conseguido cerrar el partido. Ni siquiera cuando Peters ha logrado el 80-72 con un triple ya dentro del último minuto. El Obradoiro, ya al límite de sus fuerzas, no ha aprovechado las oportunidades que ha tenido, pero es que las ha tenido porque el cuadro baskonista se las ha dado.

Afortunadamente, el Baskonia sigue en la parte alta de la Liga ACB, pero ahora debe corregir su camino en la Euroliga. El martes a las 21.00 llega Fenerbahçe a Zurbano, y el jueves a las 20.30, Panathinaikos, sin olvidar la visita del Zenit de San Petersburgo del día 23, aplazado en su día por la covid-19. Esos partidos los debe amarrar la escuadra gasteiztarra; pero ojo, esos tres rivales de más enjundia que el Obradoiro, y como le den tanta vida como a la escuadra galaica, Saski Baskonia puede llevarse algún disgusto.