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La Junta y las cuentas del Eibar, mediatizadas por la pandemia

El Eibar celebra mañana la Junta General de accionistas (19.00) de manera telemática. Los ingresos ordinarios se reducen considerablemente pero tanto el ejercicio 19/20 como el presupuesto 20/21 se cierran con beneficios.

Amaia Gorostiza y Jon Ander Ulazia comparecen en la nueva sala de prensa de Ipurua, donde hoy se celebrará la Junta General. (Aritz LOIOLA/FOKU)

Cerrado el plazo de votación adelantada sin la suficiente participación para forzar la primera convocatoria, tal y como cabía prever, la Junta General de accionistas del Eibar se celebrará mañana, jueves (19.00). Y por primera vez se desarrollará de forma exclusivamente telemática, como consecuencia de la situación sanitaria.

La pandemia no sólo ha afectado a la celebración de la cita anual. Su impacto, lógicamente, es mucho mayor en las cuentas, con la reducción de los ingresos ordinarios. Son los extraordinarios, que baten un récord, los que permiten cuadrar no sólo el balance de la pasada temporada, sino el presupuesto de la actual, hasta el punto de que ambos se cierran con beneficios. Y no es pequeño, sobre todo el de la 19/20, que asciende a los 12’6. Para la presente campaña se prevé que alcance los 5’5 millones. En ambos casos, antes de impuestos.

Temporada 19/20: Récord de ventas

El ejercicio 2019-2020, el que se somete a votación de los accionistas, se salda con una cifra de negocios de 47’3 millones. Son 5’6 menos de los presupuestados. Pero no se debe tanto al golpe económico recibido durante la pasada temporada, como a la forma en que se han distribuído los ingresos.

Del dinero correspondiente a las retransmisiones –la parte del león, como es habitual, suponiendo el 89’1% de los ingresos ordinarios–, sólo se ha contabilizado el correspondiente a la parte de la temporada disputada hasta el 30 de junio, que es cuando concluye el ejercicio. El resto, aún perteneciendo deportivamente a la temporada pasada, que concluyó en julio, se ha incluído en las cuentas del presente ejercicio, considerando que arrancó el 1 de julio. Y lo mismo sucede con los ingresos, mucho menores, por comercialización y publicidad.

En lo que respecta a los gastos, tampoco hay sorpresas y la mayor parte se la lleva el personal deportivo. 30’34 millones, apenas 300.000 euros menos de lo presupuestado, después de que, al haberse reanudado la competición, la rebaja de sueldo a la que accedió la plantilla se quedó en un 2%. La amortización del inmovilizado también se lleva un buen pico (8’2 millones), con las obras de Ipurua y los gastos que va generando la Ciudad Deportiva aunque todavía esté en fase «burocrática»; así como los gastos de adquisición de jugadores, que se sitúan en los tres millones.

El empujón a las cuentas, en cualquier caso, lo dan los ingresos extraordinarios. O lo que es lo mismo, las ventas de Joan Jordán, Rubén Peña, Marc Cucurella y Pablo Hervías, que le supusieron al club prácticamente veinte millones de euros, una cifra récord en el nada desdeñable historial de traspasos de la entidad guipuzcoana.

El resultado, esos 12’6 millones de euros de beneficio que, inesperadamente, se van hasta los 15’1 después de impuestos. El truco está en la reinversión a la que se compromete el Eibar, que a lo largo de los dos próximos ejercicios deberá reinvertir ese dinero, básicamente en obras y adquisición de jugadores.

Temporada 20/21: Un esfuerzo medido

Según las previsiones del Consejo de Administración, el ejercicio 20/21 también se cerrará en positivo, aunque sea con una cifra mucho menor (5’5 millones) y que se debe por completo a los aproximadamente ocho millones «traspasados» del ejercicio anterior, correspondientes a la parte de los ingresos por retransmisiones, comercialización y publicidad de los partidos que se disputaron a partir del uno de julio. Es decir, la cifra de negocios se sitúa en los 58’4 millones pero ocho «corresponden» al ejercicio pasado.

Sin esa inyección, la temporada se saldaría en negativo. O no. Desde el club recuerdan que mantienen el pilar fundamental de su política de endeudamiento cero: primero se cuentan los ingresos seguros y después se amoldan los gastos, que deben ser menores. Es decir, si no se hubiera podido echar mano de esos ocho millones «extra», los gastos también habrían sido menores. Y la principal afectada habría sido la plantilla. Destaca Jon Ander Ulazia que «hemos realizado un esfuerzo este año, utilizando beneficios de años anteriores, para maximizar el gasto en la primera plantilla» porque «sin olvidar que la sostenibilidad del club es lo primero, creemos que la permanencia en Primera es lo que asegura el mantenimiento a futuro de esos ingresos».

De ahí que, en un mercado muy extraño, se haya optado por refuerzos de calidad, y por lo tanto costosos, pero en forma de cesión, lo que no compromete al club de cara a futuros ejercicios, en una situación de absoluta incertidumbre como la actual. El único traspaso ha sido el de Damian Kadzior que, por edad y precio, entraba dentro de los parámetros que maneja la entidad.

Es por eso que pese a la marcha de algunos de los futbolistas con la ficha más alta de la plantilla, el sueldo de la plantilla deportiva se va a los 31’2 millones de euros, casi un millón más que la pasada temporada. El pico correspondiente a obras tampoco baja de los ocho millones y se van a los cuatro los gastos por adquisición de jugadores –además de los contratos en vigor, difícilmente renegociables, 14 futbolistas acaban contrato a 30 de junio–, mientras se ha optado por reducir al mínimo la previsión de ciertos ingresos: cero en el caso de los ingresos deportivos, con la grada cerrada y sin fecha de apertura, y 100.000 euros por venta de jugadores.

Buena salud

Pese a la caída de ingresos provocada por la pandemia, que desde el club sitúan en torno al 10%, y el mantenimiento, cuando no ascenso, de la mayoría de los gastos, el Eibar mantiene su buena salud económica. De hecho, el patrimonio neto ha crecido en casi 17 millones de euros a lo largo del último año, para superar los noventa millones.

Junto a la información financiera, que en el caso del ejercicio 19/20 se someterá a votación de los accionistas, el Consejo de Administración también incluirá en la Junta, por primera vez, los Estados de información no financiera. Es decir, información referente a la política del club, el modelo de negocio o las políticas medioambientales, entre otros aspectos.

La gran incógnita pasa por la participación, que no se prevé demasiado alta. Nunca lo es, en realidad, y es ciertamente complicado para una entidad que tiene repartidas sus 11.000 acciones por todo el planeta en paquetes mínimos que en la mayoría de los casos no superan el título por accionista.

Lo cierto es que la previa no invita al optimismo: ninguna de las tres reuniones informativas telemáticas propuestas por el Consejo de Administración se ha celebrado, ante la ausencia absoluta de demanda, y tampoco han llegado preguntas previas a Ipurua.

En cualquier caso, los accionistas que lo deseen todavía pueden inscribirse, hasta mañana a mediodía, para participar en la Junta, tanto para realizar sus preguntas –se hará por vía telefónica–, como para votar. Quienes hayan votado por adelantado o no quieran hacerlo y tampoco tengan preguntas que plantear, así como el público en general, podrán seguir la Junta General en directo a través del canal de Youtube del club.