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Osasuna y Alavés se enfrentan en un derbi agónico para despedir un año de altibajos

Los rojillos, empatados a puntos con el colista, quieren coger aire a costa de un Alavés que puede distanciarse considerablemente de los puestos de descenso si gana este jueves en El Sadar (16.15).

Tomás Pina conduce el balón en uno de los derbis contra Osasuna de la pasada temporada (Raúl BOGAJO / FOKU)

Osasuna y Alavés disputarán este jueves a partir de las 16.15 (M+LaLiga) el último derbi del año –de hecho será el último partido liguero en 2020– con la ilusión rojilla de volver a la senda del triunfo tras más de dos meses sin poder hacerlo y la esperanza albiazul de alejar los puestos de descenso para arrancar el nuevo año con una cierta tranquilidad.

Osasuna atraviesa una nefasta racha de resultados que le han hecho llegar a ocupar el farolillo rojo de la clasificación, puesto que actualmente posee el Huesca, empatado a puntos con los iruindarras. Es por ello que el entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, no ha ocultado en su rueda de prensa previa que el duelo tiene «una trascendencia grande por el momento en el que estamos y por el rival que es».

La última victoria rojilla en Liga data del 24 de octubre en otro derbi, el que le enfrentó al Athletic en El Sadar el día del centenario rojillo. Tras ello, los hombres de Arrasate han cosechado 6 derrotas y 2 empates que han cortado en seco su buen inicio liguero. En total, 2 puntos de los últimos 24 en juego.

Pese a ello, los navarros se reencontraron con su mejor versión la semana pasada ante el Elche en el Martínez Valero. Los jugadores exhibieron la presión y la velocidad en el manejo de balón que les exige su míster en todos los entrenamientos. No obstante, Arrasate ha advertido de que «es un partido diferente al de Elche». «Es más difícil robarle el balón al Alavés porque no se expone tanto desde atrás. Intenta atraerte para luego jugar de forma directa con sus puntas», ha indicado el técnico rojillo.

Un Alavés que con su última victoria ante el Eibar enderezó el rumbo perdido ante Huesca y Celta, recuperando un pequeño colchón respecto a la cola de la clasificación. Los cambios que introdujo Pablo Machín en el derbi contra los armeros dieron sus frutos y todo apunta a que vuelvan a aparecer nuevos futbolistas en el equipo titular del plantel babazorro para aprovecharse del bache de Osasuna.

Rodrigo Ely, lesionado de larga duración, y Pere Pons, son bajas seguras, mientras que el argentino Rodrigo Battaglia deberá cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. Su puesto lo ocupará seguramente el capitán Manu García, en lo será su primera titularidad en esta temporada, para acompañar en el centro del campo a Tomás Pina.

En labores ofensivas, si la pasada jornada formaron pareja Joselu y Deyverson, en esta podría entrar Lucas Pérez, aunque el hecho de que el juego de los rojillos sea similar al del Eibar podría provocar que el técnico soriano repitiera la misma supla de atacantes.

La duda puede estar en el lateral izquierdo, donde Rubén Duarte es duda por un golpe en la pasada jornada que le ha impedido entrenar con normalidad en esta semana. Su hueco podría ocuparlo Javi López. Y Jota Peleteiro podría regresar en lugar de Édgar Méndez.

«Somos rivales semejantes, estamos muchos en un pañuelo y nos llevamos muy poco en todos los sentidos», ha dicho Machín en su comparecencia, pidiendo a sus jugadores «concentración» durante los más de 90 minutos que durará el encuentro.