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Competición abre un expediente a Sabalza y Osasuna critica que se busca la autocensura

El Comité de Competición ha abierto un expediente sancionador al presidente de Osasuna, Luis Salbalza, medida criticada por el club rojillo, que considera a su mandatario «víctima de una denuncia injusta cuyo único objetivo es provocar la autocensura entre los profesionales del fútbol».

Luis Sabalza, en una imagen de archivo (Iñigo URIZ/FOKU)

El expediente abierto por el Comité de Competición contra el presidente de Osasuna tiene su origen en unas declaraciones de Sabalza del pasado día 23 en una rueda de prensa. En opinión del director de Seguridad e Integridad de la Federación Española de Fútbol, Alfredo Lorenzo Mena, esas declaraciones suponen «atentar contra la labor del colectivo arbitral» y resultan «constitutivas de una o más infracciones de las normas deportivas».

Algunas de las frases de Sabalza a las que hace alusión Lorenzo Mena son «tampoco puedo permanecer callado ante las injusticias y con Osasuna se están cometiendo injusticias desde hace muchas semanas», «creo que nos merecemos más respeto que el que estamos recibiendo» o «con la presencia del VAR para poder salir de cualquier duda, es incomprensible el castigo que estamos recibiendo».

Considera que de las mismas «se infiere una clara manifestación contra la honradez e imparcialidad del colectivo arbitral» y subraya que «lejos de suponer una sana crítica a un ejercicio de la libertad de expresión, entrañan un claro atentado contra la labor del colectivo arbitral y contra los árbitros designados para los encuentros».

Poner de manifiesto los errores

La opinión de Osasuna es radicalmente diferente. A través de un comunicado, el club rojillo sostiene que en sus seis años como presidente de la entidad, Luis Sabalza «siempre ha respetado la labor del colectivo arbitral aun cuando determinados errores han perjudicado las aspiraciones deportivas de Osasuna.

Añade al respecto que sus palabras del día 23 «en ningún caso atentan contra la honradez y la imparcialidad de los colegiados, sino que ponen de manifiesto una serie de errores que han perjudicado gravemente al equipo en la presente temporada».

Tras aseverar que «en ningún momento el presidente entró a valorar la intencionalidad de dichos errores», el club señala que «sorprende» que en la denuncia se destaquen afirmaciones de Sabalza tales como «no vieron» determinada acción o «los errores siempre caen del mismo lado», porque «en ningún caso se pone en tela de juicio la honradez» arbitral pero sí «el acento en una equivocación» que «perjudica a Osasuna» y que el propio presidente califica de «errores».

«Resulta incomprensible que en la denuncia se censure la crítica de Luis Sabalza al Comité de Competición por comunicar la sanción al futbolista Aridane 18 minutos antes de comenzar el encuentro Elche-Osasuna», añade el club, y puntualiza que conocida la sanción durante el calentamiento «dejó al club sin la posibilidad de presentar un recurso» y, por lo tanto, se «vulneró su derecho a la legítima defensa».

Agrega Osasuna que cuando el presidente lamenta la falta de respeto hacia los jugadores «recoge el sentir de la plantilla y el cuerpo técnico» y como ejemplo de lo que Sabalza quiso decir cita el partido Osasuna-Villarreal, donde el colegiado del encuentro, Figueroa Vázquez, se dirigió al banquillo rojillo diciendo «voy a expulsar a alguien, aunque me equivoque».

Para los rojillos, el expediente va en línea con las sanciones a jugadores y entrenadores de otros equipos, persiguen «amordazar a los clubes, limitando así su derecho a la crítica bajo la amenaza de ser sancionados».

«En un mundo como el del fútbol, donde presidentes, entrenadores y jugadores están permanentemente sometidos a debate, resulta incomprensible que la RFEF pretenda eliminar cualquier atisbo de crítica instaurando entre los profesionales del fútbol el temor a ejercer su libertad de expresión», dice, y señala que Sabalza reconoció que la situación de Osasuna es «producto, en gran parte, de errores propios», pero también «ha sido gravemente perjudicado por una serie de errores arbitrales».

Considera por ello que la autocrítica no solo deben practicarla los clubes sino también «otros estamentos como el colectivo arbitral», ya que «no resulta suficiente que el Comité Técnico de Árbitros presuma de transparencia reconociendo errores sin desvelar «quién, cuándo ni de qué manera se han producido».

Y advierte que «parece difícil que esa autocrítica necesaria para mejorar pueda llevarse a cabo cuando el colectivo criticado (Comité Técnico de Árbitros), el colectivo denunciante (Director de Seguridad e Integridad) y el colectivo sancionador (Comité de Competición y Comité de Apelación) forman parte del mismo organismo (RFEF)».