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El método de Marcelino revitaliza y empodera a la plantilla del Athletic

El técnico asturiano ha conseguido acoplar a su sistema a los jugadores y, además de ganar la Supercopa, ha acabado con la dinámica negativa sumando cuatro victorias en los primeros cinco partidos con 14 goles a favor y 8 en contra.

Marcelino durante el partido ante el Getafe. (Aritz LOIOLA / FOKU)

El Athletic está disfrutando del mejor momento de la temporada. El cambio en el banquillo ha servido para insuflar un nuevo espíritu a un equipo necesitado de estímulos positivos. El estado de ánimo es distinto tras ganar la Supercopa y encadenar una racha de cuatro victorias en cinco partidos. Marcelino restaba trascendencia a su influencia y volvía a insistir, como ha hecho desde su llegada, que los artífices del cambio de dinámica son los jugadores.

El técnico asturiano ha logrado implantar el 1-4-4-2 que propugna haciendo sentir partícipe al equipo de esa propuesta. Los jugadores se han convencido de ello y aplican ese criterio en el que prima la verticalidad y las transiciones rápidas en el apartado ofensivo.

Marcelino admitía que va a ser complicado para el Athletic mejorar el rendimiento de la segunda mitad ante el Getafe. El equipo pasó como un vendaval por encima del rival y acabó goleando con una efectividad pocas veces vista. Los leones no marcaban cinco goles en San Mamés desde la temporada 2016-17 cuando Aduriz anotó cinco veces ante el Genk en Europa League (5-3) y en la visita en Liga del Las Palmas (5-1) en la jornada 32.

Con el declive de Aduriz, el Athletic ha adolecido de falta de gol en las últimas temporadas. Sin embargo, en los cinco partidos disputados con el nuevo técnico ha anotado 14 goles echando por tierra todas las premisas sobre la escasez de potencial ofensivo.

La mejor versión de Raúl García y Muniain

El equipo ha crecido y la plantilla se ha empoderado tras imponerse a rivales de la talla de Barcelona y Real Madrid en la Supercopa. Por encima del grupo han destacado nombres propios como Muniain y Raúl García. Sin olvidar a un Williams que es el gran beneficiado del esquema de Marcelino ya que le permite sacar mayor provecho de su velocidad con movilidad y espacios.

En cuanto al capitán, ha firmado tres asistencias a balón parado. La última para el estreno goleador de Yeray en Primera y celebrar sus 26 años. Muniain está gozando de uno de sus mejores momentos en el Athletic, siendo determinante en los partidos y llevando las riendas del juego ofensivo del equipo partiendo desde la izquierda. Existían dudas sobre su ubicación con Marcelino, pero el de la Txantrea ha dejado en evidencia que el talento se acopla de forma natural.

Raúl García también ha recuperado el olfato goleador con cinco tantos, además de asistir a Williams en el estreno contra el Barcelona. El navarro está pletórico y ha vuelto a reinventarse en la posición de segundo delantero. En un principio parecía complicado situarle en ese esquema, pero Raúl García se las sabe todas y ha resurgido tras un mal inicio de temporada. Cumplirá 35 años en julio y su renovación por una temporada más parece inminente.

Unai Simón parando penaltis

El portero revelación de la temporada pasada arrancó el curso cometiendo fallos inesperados e impropios para su categoría. Lastrado quizá por la repercusión que ha tenido el debut con la selección española, Unai Simón se mostraba dubitativo en las decisiones y no estaba rindiendo a su mejor nivel. La campaña anterior ganó muchos puntos con paradas decisivas, pero sus actuaciones ofrecían síntomas preocupantes. En el primer partido de Marcelino ante el Barcelona realizó varios fallos en los goles blaugranas.

En la Supercopa volvió a sacar su rostro más sobrio y ante el Getafe se soltaba siendo clave en la victoria. El penalti detenido a Mata fue decisivo y es el primero que para con el primer equipo. El de Murgia se estiró a la perfección y Raúl García destacaba que el partido se ganó por él. Un halago que debe servir de acicate para superar esos malos momentos.

El gol de Orsai sin Balenziaga

La trompeta de Villalibre quedará para el recuerdo de las celebraciones de la Supercopa. Tras pasar la primera eliminatoria de Copa ante el Ibiza, el grupo Orsai compuesto por seis jugadores del Athletic lanzaba en redes sociales la canción ‘One club men’. El tema reivindica el sentimiento rojiblanco y en los prolegómenos del partido ante el Getafe se escuchó en San Mamés. Tanto debió de motivar a los protagonistas que cuando el partido ya estaba finiquitado Villalibre puso un centro magnífico que De Marcos remató a las redes. El alavés es otro de los que se está saliendo en los primeros partidos de Marcelino y anotaba su segundo gol.

Dani García, Lekue, Vesga y Villalibre, componentes del grupo musical con De Marcos, corrieron a felicitarle. Faltaba Balenziaga que se tuvo que ir lesionado poco antes. Una alegría colectiva que demuestra con hechos las alabanzas a la cuadrilla pronunciada en su día por Aduriz. Un vestuario que engrandece la filosofía de jugar con futbolistas nacidos o formados en Euskal Herria.

Defensa, lesiones y jóvenes

En la previa de la visita del Getafe Marcelino comentaba que a su Athletic le está faltando mantener la portería a cero. Desde su llegada le han metido goles en todos los partidos y lleva encajados 8 en cinco partidos.

Fue la faceta en la que más sufrió ante el conjunto madrileño en la primera mitad. Al brío ofensivo le costó defender con solvencia y concedía un tanto a los 18 segundos. Mal despeje de Yeray y un desajuste que permitió cabecear a placer a Cucurella. Después vino la jugada del penalti, en otro error grave en la retaguardia. Más allá de esos fallos, el equipo necesita recuperar esa sensación de muro infraqueable para el rival.

Es evidente que las lesiones han influido en ese aspecto. Marcelino no ha podido contar en ningún partido con los cuatro defensores llamados a ser titulares -Capa, Yeray, Iñigo Martínez y Yuri-. El central de Barakaldo estaba lesionado cuando cogió las riendas del equipo y Yuri se lesionó en el estreno ante el Barcelona. Se recuperó para la Copa, pero ha vuelto a quedarse fuera por los mareos y vertigos que arrastra desde que pasó el coronavirus.

Iñigo Martínez se lesionó en la final de la Supercopa y su ausencia se nota mucho ya que hace mejores a todos los de alrededor. Es el líder de la retaguardia y está rindiendo a un gran nivel.

Asimismo, Balenziaga se ha revalorizado como lateral zurdo de garantías. Desde la llegada de Yuri había perdido protagonismo, pero el de Zumarraga es de esos jugadores que no hacen ruido y siempre cumplen. Su baja por una sobrecarga genera otro problema al que Marcelino deberá encontrar solución en la plantilla ya que los laterales del filial no parecen preparados para dar el salto. Imanol García de Albeniz es el habitual en esa posición. Tiene buen golpeo y capacidad de incorporarse al ataque, aunque necesita mejorar en defensa.

Lekue ocupó la posición ante el Getafe. Es una solución circunstancial puesto que es un jugador que desborda bien por banda, pero comete errores atrás con asiduidad. Quizá se puede plantear retrasar la posición de Córdoba, un futbolista que no ha contado todavía para Marcelino.

El entrenador ha dejado bastante definido los jugadores por los que apuesta y avanzaba que prefiere trabajar con una plantilla corta. Antes de que esa situación se enquiste, el club debería dar un paso al frente y buscar salidas con esos jugadores. Viendo convocatorias y el reparto de minutos Ibai, Kodro, Iago, el antes mencionado Córdoba y Vicente son los jugadores que todavía no han jugado con el asturiano.

El entrenador rojibanco tampoco está contando demasiado con los jóvenes con la salvedad de Vencedor. Ningún canterano ha entrado en las convocatorias y las apariciones de Morcillo y Sancet han sido residuales. Es cierto que en la eliminatoria de Copa no pudieron reivindicarse, pero Marcelino deberá gestionar también la plantilla pensando en un futuro a medio plazo y preparando el relevo.