Acción de hosteleros en Angelu para denunciar la venta de alcohol en los supermercados
Integrantes del colectivo ‘Kasu, kasu ostalariak kexu’ han llevado a cabo una acción esta mañana en el Carrefour del BAB2 (Angelu) para denunciar que mientras bares y restaurantes siguen cerrados se sigue vendiendo alcohol en las tiendas «para encuentros privados en que se extiende la covid-19»
En esta jornada en que se hacen palpables los efectos del cierre de grandes superficies no alimentarias, decidido el viernes por el Gobierno francés, varios integrantes del colectivo ‘Kasu, kasu ostalariak kexu’ han entrado en el gran supermercado Carrefour, sito en el área comercial del BAB2, para trasladar su queja.
Tras desplegar pancartas con consignas como «Cuanto más grande, más incoherente», varios de los activistas se han tumbado en la zona del supermercado en que se exponen a la venta las bebidas.
Los bares y restaurantes de Ipar Euskal Herria llevan cerrados desde el 30 de octubre.
Aunque, a espensas de una mejora en la situación pandémica, de acuerdo a lo avanzado por el propio Gobierno debían haber abierto sus puertas el 20 de enero. Sin embargo, París dio luego marcha atrás al anunciar que la reapertura no se daría, como pronto, hasta mediados de febrero.
Medidas a espensas de más decisiones
Sin embargo, tras conocerse el viernes las nuevas medidas de restricción, que se han hecho sentir con más controles en la muga pero también con el cierre de galerías comerciales de más de 20.000 m2 -caso de BAB2 y de Ametzondo-Ikea-, nada apunta a que esa previsión vaya a materializarse.
En todo caso ya se anuncia una nueva reunión del consejo de defensa, el miércoles, en el que se deberá valorar si se adoptan medidas suplementarias, dado que ayer el Estado francés volvió a registrar más de 19.000 nuevos contagios, cuando en sus hospitales hay 27.000 personas ingresas por covid-19.
Comunidad científica y medios de comunicación han apuntado al carácter político de la decisión del Gobierno de Emmanuel Macron de no decretar un tercer confinamiento, y estiman que con las restricciones dadas a conocer el viernes el Gobierno trata, simplemente, de ganar tiempo.
Menor control que en locales más pequeños
Los trabajadores de la hostelería de Ipar Euskal Herria han denunciado con la acción de hoy que mientras bares y restaurantes no tienen perspectiva de volver a levantar la persiana, en los centros comerciales «se siguen vendiendo libremente bebidas alcohólicas para ser consumidas en encuentros privados en los que, según se nos dice, se producen los nuevos casos de covid-19».
Al tiempo, los hosteleros han remarcado que a diferencia de lo que ocurre en sus locales, las medidas de control y prevención son más dificiles de cumplir cuanto mayores son los centros comerciales.
Y han apuntado a que productos sin envasar, como frutas y verduras, son manipulados sin mayor control por los clientes.
Además, durante el fin de semana se produjeron en los grandes centros comerciales del BAB (Biarritz-Baiona-Angelu) una fuerte afluencia de público, en parte por ser el segundo fin de semana de rebajas, en parte por la perspectiva de cierre de grandes superficies. Y es que la medida fue anunciada el viernes por la noche por el primer ministro galo Jean Castex, por sorpresa y sin que quedara del todo clara cuáles serían las áreas comerciales afectadas.