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Familiares denuncian la gestión durante la pandemia de la residencia Abeletxe de Ermua

Familiares de los usuarios de la residencia Abeletxe de Ermua han denunciado ante las Juntas Generales de Bizkaia la gestión y la falta de información por parte del centro durante los meses de la pandemia, en los que han fallecido en el centro 50 residentes, casi la mitad del total.

Imagen de la residencia Abeletxe en Ermua. (VITALITAS)

Familiares de las personas usuarias de la residencia Abeletxe de Ermua han comparecido este viernes en las Juntas Generales de Bizkaia para denunciar la gestión del centro que, actualmente, está subvencionada por la Diputación de Bizkaia pero gestionada por la empresa Vitalitas.

En la comparecencia, han recordado que 50 residentes han fallecido durante la pandemia, es decir casi la mitad de las personas usuarias del centro, y han denunciado la falta de medios. «Las gerocultoras, cuyo trabajo queremos reconocer todos los familiares, sufrieron la desprotección por parte de Vitalitas, trabajando con Equipos de Protección escasos o inexistentes. Si quieren pueden corroborarlo, ya que el juzgado de lo Social de Bilbao emitió un auto para que Vitalitas cumpliese todas las medidas aprobadas para proteger al personal y a los usuarios de la residencia de Abeletxe», han declarado.

Por otra parte, han denunciado que se les haya ocultado información sobre la situación real de las personas residentes en el centro. «Ha llegado a decirnos que tardaron 3 horas en comunicar un fallecimiento, porque no se iban a quitar los equipos de protección individual para comunicarlo. Las personas que tuvieron la suerte de llegar a un centro de Osakidetza llegaron en situación de deshidratación y desnutrición. Es decir, ni las necesidades básicas físicas de las personas estuvieron cubiertas durante la pandemia. Lo que supuso que muchos llegasen en un estado tan lamentable, que no tuvieron oportunidad de que su cuerpo luchase contra el virus».

Los familiares de las personas residentes han solicitado a las Juntas Generales de Bizkaia que se realicen inspecciones «sin previo aviso y sin horario de oficina, como ya se hace en Catalunya», que se aumente el ratio de gerocultoras por planta, la obligación por parte de la Diputación de Bizkaia a «utilizar el dinero que pagan a dichas empresas en atención directa a las personas» e «investigar lo sucedido en la residencia Abeletxe, y dar explicaciones a las familias, para poder llevar a cabo un duelo ante el fallecimiento de los familiares y mejorar las condiciones de las personas residentes en dicho centro».

Finalmente, piden «generar canales de comunicación con las gerocultoras», y denuncian que estas trabajadoras «son silenciadas por un sistema de miedo, ya que se trata de empleos en condiciones precarias, muchas veces sin estabilidad», a quienes han agradecido su labor durante los últimos meses.