La Marcha por la Dignidad denuncia siete años de impunidad por las muertes del Tarajal
Una concentración de la Marcha por la Dignidad ha reivindicado este viernes en Gasteiz la memoria de las personas muertas en la playa del Tarajal en Ceuta hace siete años, y han denunciado la «impunidad e injusticia» en este caso además de exigir una la Ley de Extranjería que garantice derechos.
La Marcha por la Dignidad ha reivindicado este viernes en Gasteiz la memoria de las personas murtas hace siete años en la playa del Tarajal cuando intentaban llegar a la costa de Ceuta y la Guardia Civil disparó contra ellas.
En una concentración, ha exigido un proceso de reparación y memoria que rinda justicia a las víctimas de las fronteras, el cese de las devoluciones en caliente y las deportaciones y que se creen vías legales y seguras por las que se pueda ejercer el derecho a la libre circulación.
La protesta ha reclamado también una ley de extranjería que promueva y garantice los derechos de las personas migrantes, que no exija un trabajo para conceder un permiso de residencia, así como una política de expedición de visados seguros para que la ley promocione las migraciones y no luche contra ellas.
Responsabilidad y reparación
En el comunicado leído en la concentración, la VIII Marcha por la Dignidad ha recordado que los siete años transncurridos desde de la muerte de al menos 14 personas en la playa de Ceuta han sido «siete años de impunidad e injusticia», en los que esta plataforma ha exigido responsabilidad y reparación.
En este sentido, han explicado que «la situación actual no es nada esperanzadora», después de que el pasado mes de julio la Audiencia Provincial de Cádiz, ordenara el archivo de la causa y señalara que los Guardias Civiles investigados no cometieron delito alguno.
Sigue pendiente de trámite el recurso contra dicha decisión que se ha de resolver en el Tribunal Supremo. «Tras siete años: muertos sin rostro, sepulturas sin nombre, víctimas sin justicia, frontera sin derechos», han denunciado.
2.170 muertos en 2020
Por otro lado, han recordado que «a costa del endurecimiento del control fronterizo y de las políticas de muerte de la Europa fortaleza cada vez son más las personas que pierden la vida intentando llegar a nuestro territorio» y que en 2020 «aunque se contabilizan 2170 muertes en las rutas de acceso al Estado español, se estima que el 95% de las víctimas desaparece en el mar sin que sus cuerpos sean recuperados».
Por ello, ha denunciado que bajo el mandato de Fernando-Grande Marlaska, las partidas presupuestarias destinadas a las guardias costeras y a la policía fronteriza de países como Marruecos, Mauritania o Senegal, entre otros, se han triplicado», unos recursos que ha planteado destinar a «acoger en lugar de rechazar».
«Lejos de disuadir, estos esfuerzos por contener los flujos migratorios no han hecho más que desviarlos hacia otras rutas más mortíferas como la de Canarias», ha subrayado.
Por todo ello, los concentrados han denunciado «las políticas de muerte que han convertido el Mediterráneo y el Atlántico en la mayor fosa común del mundo« y, en concreto, el vallado de las fronteras de Ceuta y Melilla, las políticas de externalización de fronteras, las devoluciones en caliente, el discurso del odio contra personas migrantes que alimenta el racismo y la xenofobia y la falta de atención humanitaria y recursos de acogida.
«Queremos una Europa abierta a la pluralidad donde se inviertan recursos en acoger y regularizar en lugar de en controlar, detener y expulsar», han concluido.