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Entrevista
José Luis García
SEXÓLOGO

«Sus hijos ven porno, no mareen la perdiz y asuman este hecho»

José Luis García es Doctor en Psicología clínica y experto en Sexología y Educación Sexual, áreas en las que ha trabajado durante 42 años: 36 para el Gobierno navarro y 5 de ellos como director del Servicio de Orientación Familiar y Educación Sexual. Amazon ha prohibido su último libro.

José Luis García, sexólogo.

La portada del último libro de José Luis García, 'Niños y niñas pornográficos', ilustra un niño visionando porno. Sin concretar qué elemento cometió la infracción, la plataforma Amazon ha retirado por «infringir las pautas de contenido» esta obra que es la primera de cuatro que conforman el programa educativo a cerca del consumo de porno violento en menores y jóvenes, disponible únicamente en su página web.

Ha decidido cambiar el título a 'Tus hijos ven porno 1, ¿qué vas a hacer?'. ¿Por qué?
En redes dijeron que el título era un poco atrevido y eso podría haber sido una de las razones para prohibirlo. Por tanto, hice algunos cambios y no estoy nada satisfecho. Lo he hecho pese a mis convicciones, porque me parece que el concepto es muy bueno, lo he trabajado mucho durante los últimos años. Igual que hay una generación de millennials, yo hablo de una generación de niños y niñas pornográficos.

¿A qué edad comienzan los menores a consumir porno?
Los datos que tenemos de investigaciones que hay en España, la última de Save The Children realizada en diciembre, nos habla de los 6 años. Otro estudio de la Universidad de Baleares nos habla de 8. En cualquier caso, a los 16 años, la mayoría de los jóvenes varones ya ha estado en contacto con el porno. A los 18, la inmensa mayoría, por no decir todos. Cuando estoy con los padres, les digo oiga, sus hijos ven porno, no mareen la perdiz y asuman este hecho.

Habla de etapas en las que la sexualidad es un elemento importante.
Cuando el cerebro se está configurando, cuando estás abriéndote al mundo, que te masturbes con películas violentas es un riesgo para la salud. Es un coste que ya estamos pagando. Hace bien poco, detuvieron a 34 menores por intercambiar vídeos de violaciones a niñas de 2 años. Los informes de la Fiscalía indican que están incrementándose los delitos sexuales en menores, un 40% el último año.

¿Este tipo de contenido a edades tan tempranas puede crear conductas adictivas como las asociadas a las drogas?
El patrón neurológico y conductual es parecido, con la diferencia de que en la pornografía no hay que salir a la calle a comprarla, la tenemos gratis y a cualquier hora. Con la diferencia también de que el premio es el placer sexual, que es el mayor reforzador de la conducta humana. Está en nuestro cerebro y cuando se activa, lo llena de dopamina. La dopamina es una sustancia cerebral que tiene que ver con las actividades placenteras y, por tanto, es determinante en el sexo. Cualquier estímulo sexual provoca «toneladas» de dopamina y eso refuerza la conducta. Si esto se hace repetidas veces, genera adicción.

En el libro señala que, a pesar de ser a coste cero, no es de balde, tiene otras consecuencias y algunas de ellas muy graves.
Hemos hablado de adicción, pero también provoca alteraciones cerebrales en la sensibilidad. Llega un momento en el que el adicto necesita más porno, más tiempo y más fuerte. Pierde la capacidad de sensibilizarse en ciertas cosas. Tercero, conducta sexual. Los hombres adictos al porno acaban teniendo problemas de erección. Y si tú estás en pareja y prefieres ver porno a estar con tu pareja, puede generar problemas en la relación. Como con tu pareja no puedas hacer lo que te gusta, porque lo te gusta es lo que ves en el porno, buscas otra alternativa: la prostitución.

¿Es el porno violento un factor que agrava las actitudes machistas?
Las personas que consumen mucho porno toleran y creen que está bien violar o agredir y, si viesen una agresión, no intervendrían. El porno está cambiando las conductas sexuales: la penetración anal o eyacular en la cara son conductas que los hombres están imponiendo a las mujeres. En los jóvenes es terrible. Estamos viendo casos de niñas con lesiones anales. ¿Por qué? Porque el porno en los jóvenes es el manual de instruscciones de las relaciones sexuales. Te dicen qué es lo que hay que hacer, cómo y qué es lo normal.

El drama de las chicas menores es terrible, no disfrutan, les duele y están a merced de lo que diga él. Estamos construyendo una generación de relaciones sexistas y basadas en el modelo masculino, que es un hombre salido que no piensa mas que meterla entre los tres agujeros. Y sin condón, que esa es otra. Promueve conductas irresponsables desde el punto de vista de la reproducción y es una manera de fomentar de embarazos no deseados, abortos… A nivel de conocimientos, el porno trasmite muchas milongas: el tamaño del pene, el rasurado del pubis... promueve cambios y es impresionante el efecto que tiene.

En su libro no podía faltar la mención a las redes sociales.
Por eso hablo en mi libro de sociedad hipersexualizada. Se ve en canciones, en anuncios...no he visto ningún anuncio de una colonia que lo anuncie una señora de 50 años en chandal, o un señor. Lo anuncian chicos de 20-25 años super sexis, seductores, enseñando el cuerpo. Eso se traslada a Tik Tok o Instagram.

¿El salto a Only Fans es fácil?
Chupado. Si en Instagram yo consigo reconocimiento enseñando, en Only Fans me dan pasta. Una chica con poca capacidad de tomar decisiones, insegura.. ¿Quién no es inseguro en la adolescencia? Hay muchas plataformas que te comen la cabeza para que te metas. En Colombia hay más de 30.000 mujeres jóvenes que están con su cámara en su habitación enseñando su cuerpo, masturbándose para cualquier persona del mundo y a cambio de dinero. Only Fans es el futuro del porno. El sexo le interesa a todo el mundo y es fácil enganchar a la gente.

¿Cuáles son los riesgos de compartir vídeos íntimos en las redes sociales?
Nosotros le advertimos a los padres de que se acostumbran mucho a subir fotos de sus hijos. Desde que nacen, hay miles de vídeos que están en la red, que ya no se pueden recuperar. Ese es un gran riesgo. Ojo con lo que subimos, el sexting sabemos que tiene muchos riesgos. Ha habido suicidios y, cuando le damos un móvil a un niño, tenemos que advertirle de los riesgos.

Pero en sus libros usted no respalda la censura, sino la capacitación.
Claro, yo no estoy por la labor de prohibir, sino de capacitar. ¿Cómo? Educando desde bien pequeñitos y, desde luego, si damos un móvil, informa, capacita. No en una charla de una hora,  habla con tu hijo de pornografía, sexo, masturbación… porque él se masturba. Transmítele unos valores y una visión de la sexualidad positiva, donde haya placer pero no violencia. Si es un hijo, tenemos que decirle que no se le ocurra denigrar o maltratar a una mujer. Hay muchos vídeos que son ejemplos de 'manadas', los vídeos que más se ven son de bukkakes. Si un chico solo ve esos vídeos, va a pensar que la sexualidad es así y alguien relevante que valore le tiene que decir que no es así.

Porque el porno es inevitable, teniendo en cuenta además la gran industria que hay detrás.
Da de comer a mucha gente. Es verdad que en esta sociedad el sexo se instrumentaliza como un elemento de consumo. Se trata de consumir vorazmente y el sexo le interesa a todo el mundo. El porno ha venido para quedarse, no hay ningún país que haya logrado evitarlo. No nos queda otra que capacitar a nuestros hijos para que, si deciden ver porno, seleccionen qué tipo de porno y controlen el consumo. Cuando doy un curso, diferencio muchos tipos de porno, pero al final me quedo en dos: las películas sexuales eróticas y las violentas. El límite está en la violencia. En el momento en el que traspasa ese límite, me parece inapropiado.

¿Hemos delegado la educación sexual en el porno?
En el libro que publiqué en 2019 [Sexo, poder, religión y política] explico todo esto. En España tenemos un conflicto sin resolver, no hay manera de abordar este tema desde una perspectiva seria, rigurosa, profesional y de salud, que es lo que llevo defendiendo desde hace 40 años. Y cuando haces algo, te vienen unos energúmenos del pin parental y te montan una polémica que acaba desincentivando, desanimando a profesores que les gustaría llevar algo a cabo. Con la bronca que montan algunos sectores, no se atreven. Generación en generación, seguimos haciendo lo mismo, diciéndo a los chavales que se busquen la vida como puedan y el resultado es doloroso. Si muchas personas que atendí durante 36 años hubiesen tenido una educación sexual, seguramente no habrían venido.