INFO

París, Berlín y Londres aumentan la presión sobre Teherán en la AIEA y alejan el diálogo

París, Berlín y Londres quieren aprobar una resolución sobre las inspecciones de la Agencia Internacional de Energía Atómica a las plantas nucleares iraníes que da otra vuelta de tuerca a la presión sobre Teherán y puede dejar en papel mojado el último compromiso que parecía recuperar el diálogo.

La bandera iraní ondea en la sede de la AIEA en Viena. (Joe KLAMAR/AFP)

Las potencias europeas han optado por endurecer su tono contra Irán y presentarán esta semana a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) una resolución condenando la reciente suspensión de Teherán de algunas de las inspecciones.

En este documento, Alemania, Estado francés y Gran Bretaña (grupo denominado E3) expresan sus «serias preocupaciones» y piden a Irán que reanude de inmediato todo el programa de inspección previsto por el acuerdo de 2015, roto por Estados Unidos y del que Teherán se va desvinculando progresivamente mientras no se levanten las sanciones, como recogía el pacto.

Con el apoyo de EEUU, se espera que la resolución del E3 se someta a votación de la Junta de Gobernadores de la AIEA el viernes, pero los otros signatarios del pacto, Moscú y Pekín, no están de acuerdo.

«Medidas torpes»

Rusia ha advertido contra «medidas torpes e irresponsables que puedan socavar las perspectivas de una restauración total» del acuerdo en un futuro próximo, según el embajador ruso Mikhail Ulyanov.

Por su parte, el canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, había denunciado previamente este aumento de la presión sobre Teherán como «una mala jugada».

Esta iniciativa, «tomada con total desprecio por los intercambios constructivos con la Agencia, sería absolutamente contraproducente y destructiva», ha advertido la República Islámica en una nota informal dirigida a los Estados miembros de la AIEA.

El acuerdo temporal de compromiso, en peligro

Si se aprueba el texto, Irán amenaza con rescindir el acuerdo técnico temporal concluido el 21 de febrero con la AIEA, que permitiría a la agencia de la ONU mantener la vigilancia, aunque reducida, durante el tiempo que se reanuden las conversaciones diplomáticas.

«Es el riesgo que hay que correr», respondió un diplomático europeo. Es una cuestión de «credibilidad» de la Junta de Gobernadores de la agencia, que, según él, no puede ceder al «chantaje de los iraníes».

Pero Irán afirma por su parte haber «concedido de buena fe un respiro a la otra parte», al aceptar proporcionar a la AIEA todos los datos de las cámaras y otras herramientas de vigilancia si se levantan las sanciones aquí en tres meses.

El director general de la AIEA, Rafael Grossi, había pedido anteriormente que no utilizará el trabajo de inspección como «moneda de cambio en las negociaciones».

Describió la limitación de los controles como una «gran pérdida», a pesar de que los agentes allí actualmente tienen los medios para continuar verificando la naturaleza pacífica del programa nuclear de Irán.

Irán rechaza una reunión informal con EEUU

«Irán ha mostrado moderación en la negociación de este acuerdo técnico con la AIEA y sería una tontería si los estadounidenses perdieran el tiempo ganado», opina Kelsey Davenport, directora de política de no proliferación de la Asociación de Control de Armas, que cree que Washington debe hacer un «gesto concreto».

El «plan de acción global común», comúnmente conocido por sus siglas en inglés JCPOA, ha estado colgando de un hilo desde la retirada estadounidense en 2018 por iniciativa de Donald Trump, y el restablecimiento de las sanciones.

El nuevo anfitrión de la Casa Blanca, Joe Biden, ha prometido volver al acuerdo pero exige antes que Irán retire las medidas que ha ido adoptando. Además, quiere renegociar un nuevo texto que amplíe las restricciones sobre Teherán.

A la inversa, Teherán, que exige un levantamiento previo de las medidas punitivas que asfixian su economía, va dando nuevos pasos en las últimas semanas en su desvinculación del acuerdo (transición a un nivel de enriquecimiento de uranio del 20%, producción de uranio metálico y limitación de las inspecciones).

El domingo, la República Islámica dictaminó que no era el momento adecuado para una reunión propuesta por la UE con Estados Unidos con el fin de recuperar el pacto.

«No hay duda de que fuerzas influyentes en Washington han trabajado para descarrilar esta reunión», afirmó el viceministro de Relaciones Exteriores ruso Sergei Ryabkov, que rechazó a la vez los ataques estadounidenses el viernes pasado contra milicianos pro iraníes en Siria.

París y Berlín «lamentaron»  esta negativa iraní de una reunión informal, y aseguran estar comprometidos con el diálogo para restaurar completamente el acuerdo nuclear, pero poco después anunciaron la nueva medida de presión en la AIEA.