Asociaciones de «víctimas del terrorismo» rechazan también las vulneraciones del Estado

El Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo se ha reunido este miércoles con el lehendakari, al que ha entregado un documento en el que se habla también  del GAL, BVE, GAE y organizaciones similares y de la «complicidad, impunidad, aquiescencia o pasividad de estamentos del Estado»

El Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo, presidido por José Luis de la Cuesta y con representación de asociaciones como AVT, Covite, Zaitu, Aserfavite y la APAVT, se han reunido este miércoles en una sesión extraordinaria con el lehendakari, Iñigo Urkullu, en la víspera de la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, y le han entregado un documento consensuado en el que han estado trabajo durante los últimos tres años.

Tanto en el documento, como en el discurso del lehendakari, se ha incidido de forma especial «el terrorismo de ETA, cuyos asesinatos, atentados, extorsiones o amenazas han constituido durante décadas la más grave violación del derecho a la integridad y la vida», según palabras de Iñigo Urkullu.

Pero el texto también hace referencia al «GAL, BVE, GAE y organizaciones similares», lo que no es una novedad, pero llama la atención que también se recoja que «provocaron víctimas mortales y gravísimos e injustos sufrimientos que no siempre han sido reconocidos o, en algunos casos, siquiera investigados». Y el Consejo Vasco de Participación de Víctimas del Terrorismo se fija también en el papel que el Estado ha jugado en esta materia y asegura que «rechazamos sin paliativos tanto la violencia ejercida por estas organizaciones, como las vulneraciones de derechos humanos producidas en situaciones de complicidad, impunidad, aquiescencia o pasividad de estamentos del Estado».

El documento señala que «todas las víctimas tienen derecho a la memoria, el reconocimiento, la reparación y la justicia». Y en su discurso, el lehendakari ha incidido en que «en este camino las y los victimarios tienen también una responsabilidad: reconocer la injusticia del daño causado. Es necesaria una reflexión crítica sobre el pasado en términos éticos: fue injusto».

Propuestas del Consejo

Entre las propuestas del Consejo Vasco de Participación se incluye profundizar en el «reconocimiento y reparación de las víctimas», llegando a promover la posibilidad de realizar un gesto institucional personalizado que pueda plasmarse en la entrega solidaria a cada una de las víctimas y sus familias de un documento de declaración oficial de la injusticia padecida y de la verdad histórica en que se enmarcó».

En cuanto al programa de «víctimas educadoras» Adi-Adi, el Consejo aconseja extenderlo al ámbito universitario, a la Formación Profesional y a las enseñanzas no regladas. También contempla que en las charlas se pueda contar «con testimonios de personas que ejercieron la violencia y con posterioridad han realizado una profunda reflexión autocrítica de su propio pasado y del recurso a la violencia con fines políticos».

En el documento además se exige «lograr la erradicación, de manera urgente, tanto de la justificación de todo tipo de terrorismo como de los homenajes públicos a terroristas y la exaltación de sus símbolos».